España
El antirretroviral preventivo puede ser eficaz en algunos casos
Los antirretrovirales preventivos pueden ser eficaces para evitar la infección de VIH en personas sanas con relaciones sexuales frecuentes y no protegidas con distintas parejas, un grupo de alto riesgo donde ahora se concentran los nuevos contagios, ha considerado el investigador Josep María Gatell.
En una entrevista con la Agencia EFE, el jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona ha explicado que este tratamiento de profilaxis pre-exposición se incorporará por primera vez como recomendación en las nuevas Guías Clínicas Europeas, que marcan las directrices del tratamiento contra el VIH.
Estas guías se presentarán en la 15º Conferencia Europea del SIDA, que se celebrará en Barcelona del 21 al 24 de octubre, con la asistencia de más de 4.000 investigadores que tratarán los avances científicos de un virus que en España ha contagiado a más de 130.000 personas, con 3.000 casos nuevos al año.
Gatell, copresidente en esta conferencia, ha destacado que los nuevos casos de infectados por VIH en España se centran en dos grupos de población: en jóvenes españoles homosexuales y en inmigrantes, un colectivo vulnerable este último que ha contraído el virus tanto en sus países de origen, como en el de acogida.
«Algunos -ha argumentado- minimizan el riesgo y otros, aunque sepan que el riesgo existe, consideran que el tratamiento hoy es muy eficaz y fácil y no toman las medidas adecuadas. Un error grave porque, aunque el tratamiento sea relativamente sencillo, pero no deja de serlo para toda la vida y requerir controles médicos, además de no saber que grado de toxicidad y tolerancia tendrá a largo plazo».
Precisamente, este grupo de alto riesgo activo que no toma medidas de protección, no la población en general, es el que podría beneficiarse de la profilaxis pre-exposición que se administra con un medicamento diario o con medicación a demanda (antes, durante y después de las relaciones sexuales).
«Pero la utilización de mecanismos de barrera, como el preservativo, sigue siendo una buena medida de prevención, además de identificar a los infectados para impedir que el virus sea transmitido», ha subrayado Gatell.
«Estas tres medidas juntas -ha añadido- pueden conseguir una tasa de eficacia muy alta. A ver si de una vez conseguimos que la epidemia baje, en lugar de mantenerse estable».
Sin embargo, ha advertido, la estrategia de prevención contra el VIH, «va a tener que seguir dependiendo de un conjunto de medidas como ahora, mientras no tengamos una vacuna preventiva».
Una vacuna preventiva, el reto de cualquier grupo de investigación, que consiga erradicar esta enfermedad infecciosa como ya se hizo, prácticamente, con otras como la viruela, la difteria o el sarampión.
«Pero no habrá una vacuna preventiva contra el VIH, como mínimo, antes de cinco años, porque ahora no tenemos todavía un candidato bueno y para su desarrollo deben pasar entre 3 y 5 años, por eso hay que fomentar todos los esfuerzos en investigación», ha asegurado Gatell, miembro del Grupo de Estudio de Sida (GESIDA).
El desarrollo de vacunas terapéuticas, sin embargo, está más avanzado y su objetivo es la «curación funcional» si se consigue que, al retirar el tratamiento antirretroviral, el virus no rebrote.
Entre los proyectos que se llevan a cabo en el programa de investigación HIVACAT, en el Clínic, figura la vacuna presentada en el 2013 basada en células dendríticas y que demostró que reducía la carga viral un 90%, «que es mucho, pero no suficiente, y hay que mejorarla».
Respecto al futuro de los tratamientos antirretrovirales, que han supuesto un antes y un después en la lucha contra el VIH y que se administran de por vida al enfermo, existe «margen de mejora» en el sentido de simplificar el tratamiento, investigar alternativas para los que han desarrollado resistencias y en lograr que la toxicidad a largo plazo «desaparezca o se minimice».
«El sida ahora es una enfermedad crónica que hay que tratar durante toda la vida, pero si fuera una enfermedad crónica que no hubiera que tratar durante toda la vida, mejor. Con dar una vacuna una vez cada tres o cinco años sería mucho mejor», ha manifestado Josep María Gatell.
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