Pacientes
Eliminar las piedras en el riñón de forma casi ambulatoria
La combinación de la última tecnología, el láser Holhmium y el ureterorrenoscopio flexible, permite abordar la litiasis renal en cualquier localización y sin incisiones. El uso de esta técnica contribuye a que el paciente vuelva a casa en el mismo día o 24 horas después
La combinación de la última tecnología, el láser Holhmium y el ureterorrenoscopio flexible, permite abordar la litiasis renal en cualquier localización y sin incisiones
Una de las peores experiencias a las que se enfrentan muchos pacientes con problemas en el riñón es expulsar las piedras o cálculos, y en muchos casos mientras llega ese momento pasan grandes capítulos de dolor. La combinación de nuevas técnicas clínicas permite solventar este problema con las menores molestias para los pacientes y de forma casi ambulatoria. Así, la combinación del ureterorrenoscopio flexible y el láser Holhmium consigue tratar el daño de forma eficiente in situ. «Permite un tratamiento integral de cualquier litiasis en cualquier localización y además con acceso a través de la uretra evitando accesos percutáneos. Asimismo, permite la extracción de los fragmentos tras la pulverización de las piedras con el láser holmium», Gregorio Garmendia, urólogo de la Unidad de Litiasis de Policlínica Guipúzcoa del Grupo Quirónsalud, donde ya tienen está técnica implantada de forma rutinaria.
Este problema médico constituye una patología muy frecuente en todo el mundo. «La prevalencia en Europa según los últimos estudios epidemiológicos es de alrededor del 10% de la población. Es además una enfermedad con una alta tasa de recurrencia: se estima que tras un primer episodio, entre el 30 y 50% recurrirá en los próximos 10 años. En un porcentaje importante de los pacientes, estos procesos van a producirse de forma repetida. En esos casos es especialmente importante la utilización de técnicas altamente resolutivas que no tengan repercusión para el funcionalismo posterior del aparato urinario», apunta José Antonio Rodríguez, urólogo del centro vasco.
Beneficios
Los especialistas se muestran a favor de una técnica en la que encuentran grandes ventajas tanto para el paciente como para el clínico. «En primer lugar, que es un tratamiento integral, permite tratar cualquier litiasis en cualquier localización. En segundo lugar, el acceso es a través de la uretra evitando accesos percutáneos. En tercer lugar, permite la extracción de los fragmentos tras la pulverización de la litiasis con el láser holmium (otras técnicas como la litotricia extracorpórea por ondas de choque fragmentaban la litiasis pero el paciente tenía que expulsar en la micción los fragmentos, lo que podía ocasionar nuevas obstrucciones de la vía urinaria, cólicos renales, infecciones de orina...)», explica Garmendia. Por otro lado, Rodríguez añade que «asimismo, permite la combinación de técnicas y tratar otras patologías como neoplasias de vías urinarias. Además, la estancia hospitalaria es mínima, con alta en el mismo día o las 24 horas».
Con el aterrizaje de esta nueva combinación de técnicas los expertos han acuñado nuevos términos: RIRS o cirugía retrógrada intrarrenal y ECIRS o cirugía endoscópica intrarrenal por abordaje combinado. Garmendia explica con detalle a qué corresponde cada uno: «El término RIRS viene a referirse a una cirugía retrógrada intrarrenal y el acrónimo ECIRS a una intervención endoscópica intrarrenal por abordaje combinado, se combina con un acceso percutáneo. Ambos términos son nuevos porque permiten tratar la litiasis de forma mínimamente invasiva sin heridas. Un avance fundamental para el tratamiento de esta patología, que se ha conseguido gracias a la incorporación de ureterorrenoscopia flexible y el láser Holmium».
Todo esto supone un gran paso adelante en esta patología urológica, ya que «los ureterrenoscopios tradicionales o rígidos permitían únicamente el tratamiento de las litiasis ureterales. Con los ureterorrenoscopios flexibles podemos además tratar la litiasis intrarrenal –dentro del riñón–», subraya Rodríguez. Porque este tipo de técnicas eleva la calidad de vida de los pacientes que tengan que pasar más de una vez por «este mal trago», como concluye Garmencia dado que «resulta especialmente importante la aplicación de técnicas altamente resolutivas que no tengan repercusión para el funcionamiento posterior del aparato urinario».
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