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Tabaquismo

«Hay que realizar más espirometrías para detectar EPOC»

Dr. Germán Peces-Barba, jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid

Dr. Germán Peces-Barba / Foto: Alberto R. Roldán
Dr. Germán Peces-Barba / Foto: Alberto R. Roldánlarazon

Dr. Germán Peces-Barba, jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid

1- ¿Cómo podría definir la EPOC?

Es una enfermedad crónica de los bronquios y los pulmones por haber fumado. El tabaco provoca una inflamación crónica que obstruye la entrada del aire y dificulta la respiración. Los primeros síntomas suelen ser la tos matutina y la sensación de falta de aire. Al principio, ésto sólo aparece al hacer algún ejercicio intenso, pero puede limitar la vida.

2- Además del tabaquismo, ¿existe otro origen?

El tabaco es el responsable del 85% de los pacientes con EPOC, pero existen otras causas, como la inhalación de humo de leña de manera prolongada en lugares cerrados, la contaminación ambiental, el desarrollo pulmonar incompleto durante el crecimiento o factores genéticos predisponentes, entre otros.

3- ¿Cuáles son las cifras de prevalencia de la EPOC?

Los datos más recientes disponibles en España fijan en el 12,4% la prevalencia de la enfermedad en la población española mayor de 40 años. Algo mayor en hombres (16,9%) que en mujeres (9,5%). La prevalencia se incrementa con la edad hasta un máximo de 33,6% en hombres y 23,2% en mujeres a los 80 años de edad.

4- Una de las reclamaciones es que se diagnostica tarde, ¿por qué?

Se trata de una enfermedad que aparece de manera muy lenta, a lo largo de años, con síntomas que el fumador suele confundir. Por ejemplo, se dice a sí mismo que tiene tos del fumador o que comienza a respirar mal cuando realiza algún esfuerzo porque la edad no perdona, pero es difícil que acepte que está desarrollando la EPOC.

5- ¿Qué puede hacerse para adelantar su detección?

Este es uno de los problemas más importantes existentes en torno a esta enfermedad. Para abordarlo hay que hacerlo bajo dos perspectivas. Por una parte, hay que mejorar la información que tienen los fumadores sobre el tema. El fumador joven no debe creer que la EPOC es una patología de los abuelos, que ya puede tenerla. Para ello, es clave tener una buena formación con campañas de educación sanitaria o de información para la salud. Por otra parte, hay que mejorar la estructura sanitaria para que se realicen más espirometrías, que es una sencilla prueba respiratoria que mide la capacidad de los pulmones y que resulta imprescindible para diagnosticar la EPOC. La prueba es sencilla, pero requiere que el técnico sanitario que la realice tenga una formación específica y actualmente se realizan muy pocas espirometrías en muchos de los centros de salud de España.

6- ¿Qué ventajas tiene la detención precoz?

Al ser una enfermedad progresiva, cuanto antes se diagnostique con mayor celeridad se puede iniciar el tratamiento. El primer paso siempre será dejar de fumar por el daño que provoca en los pulmones

7- ¿Existen novedades diagnósticas?

Hay novedades que van dirigidas a una mejor caracterización del enfermo con EPOC. Se trata de una patología que puede presentarse con variaciones en los síntomas, los análisis, las radiografías, etc. El diagnóstico siempre debe ser confirmado con la espirometría, pero el resto de los datos permiten realizar un diagnóstico de precisión y más personalizado que orienta mejor el tratamiento que debe recibir cada paciente.

8- ¿Y terapeútica? ¿Hay actualmente algún medicamento en investigación que resulte prometedor?

Los broncodilatadores inhalados son la base del tratamiento de esta enfermedad. En los últimos años hemos visto cómo estos tratamientos han mejorado, pues ahora son más potentes y seguros y de mayor duración. Cuando el paciente no se controla bien sólo con broncodilatadores disponemos de otros fármacos antiinflamatorios que se administran por vía oral o inhalada que contribuyen a mejorar la enfermedad. También empezamos a disponer de fármacos nuevos y más modernos que pueden mejorar algunos casos de EPOC y que se utilizan bajo una aproximación más personalizada. Afortunadamente existe una investigación muy activa en este campo de la que esperamos ir incorporando nuevas medicinas en este tratamiento.

9- Otro problema es la baja adherencia al tratamiento, ¿por qué?

Se debe a que la vía inhalada puede resultar difícil de aplicar en algunos pacientes. También a que el enfermo puede asociar el tratamiento al alivio de los síntomas y no a un efecto de base sobre la enfermedad y sus consecuencias. La EPOC tiene gran variabilidad en los síntomas y cuando el paciente se encuentra mejor suele abandonar el tratamiento porque no lo identifica como necesario.

10- ¿Cómo se podría mejorar eso?

La adherencia al tratamiento es un problema no exclusivo de la EPOC y se presenta en casi todas las enfermedades crónicas. La clave es que el paciente comprenda el efecto que cada medicamento tiene, que se sienta a gusto con su uso y que se familiarice con la técnica de inhalación. Debe saber lo que cabe esperarse y lo que no y debe comprender las limitaciones a pesar del tratamiento, ya que no se disponen de medicinas que curen por completo los síntomas ni la enfermedad.