Pacientes
La inmunoterapia combinada mejora la «quimio» tradicional en cáncer de pulmón
Un estudio demuestra, por primera vez, que cuantas más mutaciones tiene un tumor mejor es la respuesta al tratamiento inmuno-oncológico
Un estudio demuestra, por primera vez, que cuantas más mutaciones tiene un tumor mejor es la respuesta al tratamiento inmuno-oncológico
Que la inmunoterapia es el futuro –y cada vez más el presente– en el tratamiento del cáncer es algo que ya se sabe. Que a mayor número de mutaciones mejor resultados se obtiene con estas terapias era algo que –si bien se sospechaba– acaba de demostrar por vez primera un estudio presentado en la reunión anual de laAsociación Americana para la Investigación del Cáncer(AACR por sus siglas en inglés) celebrado en Chicago (EE UU).
«Tenemos la hipótesis de que los tumores con más mutaciones genéticas son más proclives a responder a la inmunoterapia», explica Luis Paz Ares, jefe del Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre de Madrid y coordinador del trabajo, en el que han participado 150 centros de 32 países, seis de ellos españoles. Y eso es lo que ha venido a confirmar el ensayo. Bueno, eso y que la combinación de dos tratamiento inmunoterápicos (nivolumab e ipilimumab) en primera línea en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (el más común) avanzado con alta carga mutacional tumoral (TMB por sus siglas en inglés) reduce el riesgo de progresión o muerte en un 42% en comparación con el abordaje clásico, la quimioterapia.
Así, según estos resultados preliminares (que también han sido publicados simultáneamente en la prestigiosa revista «New England Journal of Medicine»), la tasa de respuesta global fue superior con la combinación (45,3%) frente a la quimio (26,9%); el 68% de los pacientes tuvieron respuestas mantenidas a un año (25% con quimioterapia). Además, la tasa de efectos adversos grado 3-4 asociados al tratamiento fue similar: 31% frente a un 36% de la quimioterapia.
Alta carga mutacional
La importancia de este trabajo radica en que de él se extraen dos conclusiones: de una parte, como decíamos al principio, que por primera vez se demuestra que la TMB puede ser un factor predictivo que valide el uso de inmunoterapia. La TMB es un biomarcador cuantitativo que refleja el número total de mutaciones que tienen las células tumorales. En este estudio de los 1.739 pacientes investigados, 299 presentaban una carga mutacional alta. «El tabaco produce mutaciones en el ADN, y cuantas más tiene un tumor más agresivo es. Por eso el melanoma y el cáncer de pulmón son las neoplasias que más mutaciones presentan, porque son tumores que se exponen mucho al carcinógeno», explica el doctor Paz Ares.
La segunda de las conclusiones es que la combinación de dos fármacos inmunoterápicos parece tener más eficacia en términos de tasa de respuesta y de supervivencia libre de progresión, si bien, como apunta Paz Ares, «será interesante ver más adelante la supervivencia global, que es algo que conoceremos seguramente cuando los datos estén más maduros». Por último, otro de los mensajes a tener en cuenta sería que el perfil de efectos secundarios es manejable y del tipo inmunitario, por lo que «es importante que sean manejados por personal experto», concluye Paz Ares.
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