Las farmacias se enfrentan solas a la Enfermería

La Consejería recula ante el proyecto de dispensación de fármacos a domicilio, lo que no da imagen de firmeza

La guerra que mantienen desde hace semanas las enfermeras y los farmacéuticos por el proyecto de estos últimos de dispensar medicamentos en los domicilios de algunos enfermos está arrojando varias enseñanzas interesantes. La primera apunta al carácter timorato que muestra una vez más la Consejería de Sanidad de Madrid. Si hace días dio su aval para que el proyecto viese la luz, ahora parece recular por temor a enemistarse con otros profesionales sanitarios, lo que transmite la sensación de que el departamento de Enrique Ruiz se plegará en el futuro ante todo aquel colectivo que le amenace con una demostración de fuerza. Frente a ello, el Ministerio de Sanidad, regido por el Gobierno del PSOE, parece más firme, y no ha dudado en expresar su apoyo a las enfermeras y a los firmantes de un manifiesto contrario al proyecto de los farmacéuticos, entre los que se encuentran algunas organizaciones fagocitadas por este partido político. La segunda enseñanza es la desunión existente en el entorno farmacéutico en general, frente a la suma de fuerzas que exhibe la enfermería. Si este último colectivo ha logrado congregar para su causa a los sindicatos médicos y organizaciones de consumidores, los farmacéuticos de Madrid se enfrentan solos ante el reto de llevar a buen puerto su proyecto, lo que no deja en buen lugar ni al Consejo General, que debería correr en su amparo, ni a la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria.