Ciencia y Tecnología

Miradas que hablan gracias al «Eye Tracking»

Irisbond utiliza esta tecnología para permitir que personas con movilidad reducida y dificultad en el habla puedan comunicarse con el mundo exterior a través del movimiento de sus ojos reflejados en un ordenador.

Miradas que hablan gracias al «Eye Tracking»
Miradas que hablan gracias al «Eye Tracking»larazon

Irisbond utiliza esta tecnología para permitir que personas con movilidad reducida y dificultad en el habla puedan comunicarse con el mundo exterior a través del movimiento de sus ojos reflejados en un ordenador.

Hablar con los ojos ya no es sólo una metáfora. Irisbond no es el primer ejemplo de tecnología al servicio de la salud, pero sí la confirmación de que la ficción casi siempre precede a la realidad. Esta tecnología ha hecho posible que personas con movilidad reducida y dificultad en el habla para comunicarse con el mundo exterior puedan expresarse con el movimiento de sus ojos.

Gema tiene siete años, va al colegio y está aprendiendo a leer y a escribir. Hasta aquí todo parece normal, pero nada más lejos de la realidad. Esta pequeña toledana sufre parálisis cerebral –tetraparesia espástico distónica, en concreto– desde que nació, una enfermedad que, en muchos casos, limita las funciones del cerebro y del sistema nervioso dificultando el movimiento, el aprendizaje, la audición, la visión y incluso el pensamiento. Gema no puede hablar y tiene una inmovilidad del cien por cien. No obstante, su capacidad intelectual es plena, de modo que comprende y asimila todo lo que la rodea con una rapidez asombrosa.

El sistema Irisbond le permite comunicarse con sus padres mediante los ojos, gracias a una tecnología denominada «videoculografía (Eye Tracking)», a través de la cual se puede estudiar la pupila y los diámetros pupilares, y que permite que sus ojos sean capaces de conectarse con la pantalla del ordenador que tiene enfrente. El proceso se basa en la motricidad del ojo y permite que Gema pueda manejar el ratón del ordenador con el iris, al asociar los movimientos de su mirada con el discurrir del ratón. De esta manera, puede mover el ratón con los ojos. Una vez encendido el ordenador, Gema se coloca a una distancia y altura óptimas (50-80 cm) del ordenador para que éste capte sus ojos. Entonces el piloto rojo se trasforma en verde. El siguiente paso consiste en la calibración. Un círculo aparece y aumenta o disminuye de tamaño mientras se mueve por la pantalla y obligándola a perseguir con su mirada el redondel.

El aprendizaje

Hace dos años, Gema empezó a entrenar la mirada con programas más básicos en una tableta digital junto a Sol Solís, su profesora y pedagoga, y desde febrero convive con este sistema. Tras las clases del colegio por la mañana, a donde acude desde este septiembre con su Irisbond en la mochila para utilizarlo con libros en soporte digital, pasa cuatro horas por las tardes frente al ordenador, pero ella «pasaría mucho más tiempo», según comenta su madre, Ruth Galán. Para los padres, este sistema es «lo mejor que nos ha pasado». Han cambiado de la frustación que solía ser no entender por qué la niña se quejaba a la liberación de saber que era porque tenía llagas en la boca, por ejemplo. La pequeña sólo necesitaba un ordenador, «para ella es como un juego en el que el ratón son sus ojos», apunta Solís.

Hoy en día y gracias a este sistema, la niña es capaz de trasmitir a todos los que le rodean lo que quiere o necesita. Puede expresar sentimientos, contestar con un sí o un no a las preguntas cerradas o seleccionar números o temáticas para contestar a preguntas abiertas. Pedir agua, reclamar un beso a sus padres o realizar una «gracieta» ya le es posible. También puede contar cuál es su comida favorita, su lugar preferido de vacaciones o enfadarse y «hacer gárgaras». Además, un sintetizador de voz le permite comunicarse también oralmente.

Pero esto sólo es el primer paso. Gracias a los avances de los últimos años junto a Sol, Gema ha pasado de ser incapaz de controlar sus necesidades fisiológicas a interactuar con los que la rodean, mejorando así su calidad de vida, aunque aún continúa aprendiendo para manejar completamente esta tecnología que le permite ser más independiente. Porque todavía tiene un largo camino por recorrer y un gran futuro por venir. Ante esto, sus padres se sienten tranquilos, porque «ya hemos encontrado una vía de escape y una salida para ella». Puede comunicarse y puede jugar como siempre ha visto a su hermano mayor. «Irisbond nos ha cambiado la vida a ella y a nosotros –comenta Ruth–, normalizando todo un poco, ante un futuro que veíamos un poco negro para Gema».

Los padres, con los movimientos hacia arriba y abajo de los ojos, entendían más o menos lo que la pequeña les quería expresar, pero era incomprendida por la gente exterior. Ruth quiere apostar porque el porvenir que se le va a abrir a su hija sea «el de cualquier niño normal y corriente». Una vez que aprendes a manejar un ordenador, da igual que sea con los ojos que con la mano hoy en día la tecnología es el presente y el futuro. «Mi hija podrá llegar a hacer lo que quiera con un ordenador gracias a la era tecnológica en la que vivimos», añade Galán.

Irisbond Primma es un sistema tecnológico que permite controlar un ordenador con la mirada –la tecnología «Eye Tracking»– de una manera fiable, intuitiva, precisa y sencilla de usar. «Proponemos un modelo de comunicación alternativo para todas aquellas personas con limitaciones de movilidad y habla», manifiesta Eduardo Jáuregui, fundador del sistema. «Eye Tracking» consta de un dispositivo que se conecta al ordenador y de un software que permite trasladar los movimientos oculares en coordenadas del ratón. En el software está el poder de la tecnología al permitir de una manera muy precisa gobernar el ratón del ordenador con el ojo.

«El dispositivo que se conecta al ordenador tiene unos haces de luz infrarroja que emiten una luz a la córnea del usuario, produciendo unos destellos. –explica Jáuregui–. Una videocámara recoge esa información y la traslada a través de un puerto USB al ordenador». De esta manera esos movimientos oculares se trasforman en coordenadas del ratón del ordenador. Es una forma de comunicarse ágil y sencilla a través de una interface muy intuitiva y sencilla, que «cualquier persona, incluso sin conocimientos de informática», puede manejar el dispositivo. Tan elemental es su manejo que ya hay usuarios que gracias a su mirada trabajan con Autocad o escriben libros. Pero que también les permite navegar por internet, escribir textos, enviar e-mails y oír música.

España, líder en implantación

Tras dos años, ya hay 200 unidades repartidas por todo el mundo, principalmente en España y en Suramérica (Brasil, Argentina, Chile o Colombia). En nuestro país tiene colaboración con asociaciones de pacientes de ELA, Aspace y el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Aunque cualquiera que lo necesite puede adquirir este sistema. Por un precio cerrado de 1.800 euros que incluye el dispositivo con el software, unos sistemas de comunicación alternativa y la asistencia remota, lo que permite un asesoramiento personalizado. Esta firma además está trabajando en otros programas y videojuegos adaptados a los diversos grados de parálisis que permitan la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Su objetivo es seguir ampliando la comunicación con más países y personas, para luego abrir otra línea de negocio orientada hacia el mundo más industrial. Para el control de procesos que impliquen la acción de operarios con las manos ocupadas y esterilizadas en aplicaciones farmacéuticas, médica o alimentarias; sectores que necesitan realizar acciones auxiliares en el ordenador mediante el movimiento de los ojos sin desatender las funciones principales que requieren el uso de las manos como, por ejemplo, en cirugía laparoscópica; o en conducción para gestionar sistemas auxiliares a la conducción sin desatender los mandos principales.