España
Obsesión con las mamas
Busco información sobre la cirugía estética y me quedo asombrada. Casi 400.000 personas se operan al año en España. Pero lo más sorprendente es que las intervenciones a las que más se someten ellas y ellos tienen que ver con las mamas. Sí, ellos también. Según los expertos, las mujeres lo primero que desean es un aumento. En tercer lugar una reducción (el segundo me lo salto porque es la liposucción). En cuarto lugar está la combinación de aumento y elevación. Y en quinto, la que solo consiste en elevar el pecho. Flipo. ¿Es que hay tanto descontento con el pecho natural? Pero si existen sujetadores para todo. Para subir, para agrandar, para empequeñecer... Hasta para aplanar. Si el pecho es algo muy delicado. ¿Cuántas mujeres tienen que reconstruírselo por obligación, por causa de tumores malignos? Pero hacerlo sólo por estética...
Lo siento, pero a no ser casos excepcionales como malformaciones, procesos de transgénero, problemas físicos o traumas, a mi me parece una frivolidad meterse en un quirófano para que te queden más bonitas las camisetas. Me parece triste también cómo esta sociedad devoradora de autoestimas, presiona a las mujeres para convencerlas de que la apariencia está por encima de todo, de que tener unas buenas tetas te va a traer amor y felicidad. Qué engaño. Unas tetas grandes y altas son solo eso. Sí, quizá te va a mirar más algún lascivo, pero seguro que ni tú ni una posible pareja te va a amar más por eso. ¿Y que pasa con ellos? Pues parece que se han contagiado con la obsesión.
La operación que más se realizan ahora los hombres viene por la ginecomastia –que es un agrandamiento de una o ambas glándulas mamarias– y consiste en reducírselas. En los hombres se llevan los tórax planos. En fin. Nos estamos volviendo locos de remate. Queremos seguir modelos falsos establecidos por un mercado voraz y sin alma. Las calles se han llenado de clínicas de estética. Justo cuando ya nadie mira a nadie.
Busco información sobre la cirugía estética y me quedo asombrada. Casi 400.000 personas se operan al año en España. Pero lo más sorprendente es que las intervenciones a las que más se someten ellas y ellos tienen que ver con las mamas. Sí, ellos también. Según los expertos, las mujeres lo primero que desean es un aumento. En tercer lugar una reducción (el segundo me lo salto porque es la liposucción). En cuarto lugar está la combinación de aumento y elevación. Y en quinto, la que solo consiste en elevar el pecho. Flipo. ¿Es que hay tanto descontento con el pecho natural? Pero si existen sujetadores para todo. Para subir, para agrandar, para empequeñecer... Hasta para aplanar. Si el pecho es algo muy delicado. ¿Cuántas mujeres tienen que reconstruírselo por obligación, por causa de tumores malignos? Pero hacerlo sólo por estética...
Lo siento, pero a no ser casos excepcionales como malformaciones, procesos de transgénero, problemas físicos o traumas, a mi me parece una frivolidad meterse en un quirófano para que te queden más bonitas las camisetas. Me parece triste también cómo esta sociedad devoradora de autoestimas, presiona a las mujeres para convencerlas de que la apariencia está por encima de todo, de que tener unas buenas tetas te va a traer amor y felicidad. Qué engaño. Unas tetas grandes y altas son solo eso. Sí, quizá te va a mirar más algún lascivo, pero seguro que ni tú ni una posible pareja te va a amar más por eso. ¿Y que pasa con ellos? Pues parece que se han contagiado con la obsesión.
La operación que más se realizan ahora los hombres viene por la ginecomastia –que es un agrandamiento de una o ambas glándulas mamarias– y consiste en reducírselas. En los hombres se llevan los tórax planos. En fin. Nos estamos volviendo locos de remate. Queremos seguir modelos falsos establecidos por un mercado voraz y sin alma. Las calles se han llenado de clínicas de estética. Justo cuando ya nadie mira a nadie.
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