Salud
Seis meses de ejercicio para mejorar la calidad del esperma
El deporte de manera moderada y continua es más efectivo que el entrenamiento a intervalos de alta intensidad
Los hombres sedentarios que comienzan a hacer ejercicio entre tres y cinco veces a la semana mejoran sus recuentos espermáticos y otras medidas de la calidad espermática en pocos meses.
Los hombres sedentarios que comienzan a hacer ejercicio entre tres y cinco veces a la semana mejoran sus recuentos espermáticos y otras medidas de la calidad espermática en pocos meses, según un nuevo estudio publicado en "Reproduction". Los investigadores también encontraron que los hombres que se ejercitan de manera moderada y continuamente mejoran su calidad del esperma más que aquellos que siguen un entrenamiento de intervalos de alta intensidad.
Una de cada tres parejas lucha por concebir un hijo debido a la mala calidad del semen. El único tratamiento disponible para las parejas que no pueden concebir naturalmente es la fecundación in vitro (FIV), pero el uso de espermatozoides de mala calidad puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo, defectos congénitos y el desarrollo de cáncer infantil.
Un consejo actual para los hombres que buscan mejorar sus posibilidades de concebir incluye la combinación de una alimentación saludable con el ejercicio regular, además de dejar de fumar y reducir la ingesta de alcohol. Sin embargo, el vínculo entre el ejercicio y la calidad del esperma no está definitivamente probado, con algunos estudios que han demostrado, incluso, que el ejercicio extenuante, como correr largas distancias y el ciclismo, en realidad pueden tener un impacto negativo en la calidad del esperma.
En este nuevo trabajo, investigadores de la Universidad de Urmia, en Irán, se propusieron analizar si el tiempo que los hombres pasan haciendo ejercicio y la intensidad con la que lo realizan tienen un impacto en la calidad del esperma. Para ello, analizaron a 261 hombres sanos entre 25 y 40 años de edad. Se excluyó de la investigación a los hombres que seguían un programa de ejercicio regular o hacían más de 25 minutos de ejercicio más de tres días por semana.
Los investigadores asignaron a cada participante a uno de cuatro grupos: entrenamiento continuo de intensidad moderada (MICT, por sus siglas en inglés), entrenamiento continuo de alta intensidad (HICT, por sus siglas en inglés), entrenamiento con intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés), o grupo de control que no hizo ejercicio.
Los ejercicios de MICT y HICT consistieron en correr en una cinta durante media hora y una hora durante 3-4 días por semana, respectivamente. Los del grupo de HIIT corrieron durante un minuto en la cinta, seguido por un periodo de recuperación de un minuto, repitiendo entre diez a quince veces ese patrón. Se siguieron estas rutinas durante un periodo de 24 semanas.
Los investigadores tomaron muestras de semen antes, durante y después de los diferentes regímenes de ejercicio para evaluar el volumen de semen de los hombres, el recuento de espermatozoides, la morfología, la motilidad, los niveles de marcadores inflamatorios y su respuesta al estrés oxidativo.
Mejores resultados
Los investigadores encontraron que los hombres en todos los grupos de ejercicios habían registrado una mejora en la calidad del esperma en todas las medidas en comparación con las muestras del grupo de control. Después de completar el programa de 24 semanas, el grupo de ejercicios MICT mostró las mayores mejoras en la calidad del esperma y también mantuvo estos beneficios durante más tiempo.
En comparación con el grupo control, los que siguieron el entrenamiento MICT tuvieron un 8,3 por ciento más de volumen de semen; un 12,4 por ciento más de motilidad espermática; una mejora de la forma/morfología de la célula espermática del 17,1 por ciento; 14,1 por ciento más de concentración de espermatozoides y un 21,8 por ciento más de promedio de espermatozoides.
Sin embargo, los beneficios del recuento, la forma y la concentración de esperma comenzaron a disminuir hacia los niveles de pre-entrenamiento después de una semana de detener el programa de ejercicios y la motilidad del esperma 30 días después. "Nuestros resultados muestran que hacer ejercicio puede ser una estrategia simple, barata y eficaz para mejorar la calidad del esperma en los hombres sedentarios", sentencia Behzad Hajizadeh Maleki, autor principal del estudio.
"Sin embargo, es importante reconocer que la razón por la que algunos hombres no pueden tener hijos no sólo se basa en su conteo de espermatozoides. Los problemas de infertilidad masculina pueden ser complejos y cambiar estilos de vida podría no resolver estos casos con facilidad", reconoce.
Los autores señalan que aunque la pérdida de peso en general es probable que haya contribuido a mejorar la calidad del esperma, MICT puede haber tenido el impacto más profundo en la calidad de los espermatozoides porque reduce la exposición de las gónadas a los agentes inflamatorios y el estrés oxidativo. Los próximos pasos de los investigadores son evaluar si los cambios inducidos por el entrenamiento en la calidad del esperma afectarán a su potencial de fertilización.
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