Los efectos colaterales: La atención a la Covid-19 hace caer en Castilla y León un 3% los diagnósticos de cáncer, el 16% los ingresos por infarto, un 9% por ictus y se reducen un 20% las complicaciones diabéticas
La saturación del sistema rebaja un 8% las consultas de salud mental y bajan una cuarta parte los problemas relacionados con la hipertensión