Palma vuelve a convertirse en escenario de protesta en defensa de la lengua catalana. A raíz del acuerdo presupuestario alcanzado entre PP y Vox en el Parlament balear, los gestos de rechazo por parte de colectivos sociales, representantes políticos y organizaciones educativas no han tardado en multiplicarse.

Este lunes, durante el debate sobre el estado de la ciudad celebrado en el Ajuntament de Palma, los concejales de Més per Palma, Neus Truyol y Miquel Àngel Contreras, han querido dejar clara su postura.

Sentados en sus escaños, los dos hucen camisetas verdes (convertidas en icono del activismo lingüístico desde hace más de una década) y desplegaron una bandera con el lema 'La llengua no es toca'. El gesto, cargado de simbolismo, buscaba visibilizar el rechazo a cualquier intento de retroceso en los derechos lingüísticos de los ciudadanos de Baleares.

La movilización histórica por el TIL

El retorno de estas camisetas remite a la histórica movilización social contra el TIL (Tratamiento Integrado de Lenguas), promovido por el Govern de José Ramón Bauzá en 2013.

Decenas de miles de ciudadanos tomaron las calles en una de las mayores manifestaciones vividas en el archipiélago en defensa del catalán en las aulas. Ahora, más de una década después, los ecos de aquella movilización resuenan con fuerza renovada.

Concentración en sa Llonja

Este jueves, una veintena de activistas se concentraron en el centro cultural de sa Llonja, coincidiendo con el acto institucional por el 50 aniversario de la novela Te deix, amor, la mar com a penyora, obra de la escritora mallorquina Carme Riera.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, presente en el evento, se vio rodeada por un discreto pero contundente gesto de protesta por parte de los asistentes, muchos de ellos vestidos con las camisetas verdes en defensa de la lengua catalana.

Iniciativas en contra de la normalización lingüística

Desde distintos ámbitos educativos y culturales se advierte que el pacto presupuestario con Vox puede abrir la puerta a iniciativas que afecten a la normalización lingüística, una cuestión que ha sido históricamente sensible en Baleares.

Las alarmas han saltado especialmente tras conocerse la intención de revisar ciertos criterios lingüísticos en el acceso a plazas públicas o en la educación, lo que ha motivado a la Xarxa Educativa per la Llengua a lanzar un llamamiento a la “unidad de acción” para frenar cualquier recorte de derechos.

Protestas en el sector educativo

Los sindicatos del sector educativo ya han dado el primer paso. La semana pasada se negaron a acudir a una reunión convocada por el conseller de Educació, Antoni Vera, en señal de protesta. Además, no se descartan movilizaciones a mayor escala en las próximas semanas si el Govern continúa adelante con medidas que puedan poner en peligro la posición del catalán como lengua vehicular.

En medio de este contexto, la defensa del catalán ha vuelto a ocupar un espacio relevante en la agenda política y social de las islas. Las calles, los centros educativos e incluso las instituciones se preparan para lo que podría ser una nueva etapa de movilización ciudadana, con la lengua como eje vertebrador del debate público.