Historia
El hotel de Ibiza que se erigió en 1935 y sobrevivió a la Guerra Civil
El hotel Ses Savines, en la bahía de Sant Antoni abrió sus puertas de mano de un matrimonio ibicenco que compró un terreno junto al mar. A día de hoy, todavía sigue en pie y lo lleva la cuarta generación de la misma familia que lo fundó
Corría el año 1933 cuando el primer hotel de Sant Antoni, en Ibiza, el hotel Portmany, abrió sus puertas. Entonces, nadie se imaginaba que la isla fuera cobrar la importancia turística que tiene ahora, pero se empezaba a despertar una actividad económica destinada al sector. La siguiente apertura de un alojamiento destinado a los turistas y también a los ibicencos, fue en 1935 con el hotel Ses Savines, que todavía existe, en la bahía de Sant Antoni.
Todo comenzó cuando Rafael Marí Llàcer y su esposa Margarita Portas Marí tomaron una decisión arriesgada: compraron un terreno junto al mar para construir un hotel. El dinero no les sobraba, pero Margarita estaba tan convencida del proyecto que vendió las joyas que había llevado en su boda para ayudar a financiarlo. Con ese gesto, nació la semilla de un negocio familiar que, décadas después, seguiría en pie.
Un hotel con nombre elegido por un niño
Para diseñar el hotel, confiaron en el arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias, que aplicó un estilo sencillo inspirado en la arquitectura tradicional ibicenca. Al principio, el edificio tenía solo una planta y 11 habitaciones, rodeadas de pinos y sabinas, los árboles que dan sombra a la isla.
El nombre del hotel fue una decisión curiosa: la familia no sabía si llamarlo 'Es Pins' o 'Ses Savines', así que pidieron ayuda al pequeño Francisco, su hijo de cinco años, como recoge la página web Ibiza Spotlight. Escribieron ambos nombres en dos papelitos, los metieron en un sombrero y dejaron que el niño sacara uno al azar, que decidió que el hotel se llamara finalmente Ses Savines.
Del cierre por la guerra al renacer del turismo
Los primeros años fueron difíciles. Con la llegada de la Guerra Civil Española (1936-1939), el turismo desapareció y el hotel solo funcionaba como restaurante. Pero tras la contienda, en la década de 1940, el turismo empezó a resurgir muy lentamente. Fue entonces cuando Francisco, ya mayor y conocido como 'Xicu des Savines', se unió a su padre para gestionar el hotel.
En aquellos años, los visitantes eran en su mayoría franceses y españoles. Algunos eran incluso ibicencos que cruzaban la isla para pasar unos días de descanso junto al mar en Sant Antoni. Ses Savines se convirtió en un refugio de tranquilidad en una Ibiza que aún estaba muy lejos del turismo masivo.
Un trozo de historia
Con el paso de los años, el hotel ha crecido y se ha modernizado, pero sin perder su esencia. Hoy en día, Ses Savines ofrece piscinas, salones de ocio y hasta un centro de buceo. Aun así, lo que realmente lo hace especial es su historia y el hecho de que continúa en manos de la misma familia, ya en su cuarta generación.
Los huéspedes que repiten año tras año lo saben: en Ses Savines no solo te alojas en un hotel, te sumerges en un pedazo de la historia de Ibiza. En la recepción, las fotos antiguas cuentan la evolución de un sueño que empezó con la venta de unas joyas y la fe inquebrantable de una familia en su tierra.