Las personas con necesidades especiales

Una se reconcilia con la sociedad, a pesar del difícil momento que nos toca vivir, cuando comparte experiencias con personas que lo dan todo por ayudar a los demás bien de manera profesional, bien de forma voluntaria. En estos días he tenido el honor de visitar, junto a tres diputados de la Asamblea de Madrid, con los que unimos labores políticas los concejales por el bien de todos los madrileños , un centro destinado a personas con lesión medular. Verdad es que nuestro Madrid es pionero en muy diversos aspectos, hace poco tiempo visitaba también un espacio único, Mercamadrid, principal mercado mayorista de España, primer mercado de frutas del mundo y segundo de pescado después de Tokio, donde se reúnen multitud de profesionales de la alimentación, más de ochocientas empresas instaladas. Sinceramente me impresionó. Podemos presumir también de una gran riqueza cultural, artística y patrimonial pero si algo me enorgullece especialmente es la magnífica red que poseemos para atender a las personas con necesidades especiales dirigida por la Comunidad de Madrid y su Presidenta Cristina Cifuentes.

La Fundación del Lesionado Medular de la Comunidad de Madrid, tiene un Centro en Vallecas que no solo es una entidad innovadora, es un referente a nivel internacional. Nunca vi un gimnasio de rehabilitación mejor dotado, exoesqueletos incluidos y unos equipos profesionales tan especializados. Las actividades son de lo más variadas y las últimas tecnologías no faltan: tienen una emisora de radio, donde forman a personas aficionadas para hacer radio-teatro entre otras cosas, escuelas de imagen y sonido y pintura, impresoras 3D, deportes, huertos adaptados y un sinfín de programas difíciles de enumerar en tan poco espacio.

Me comentaba una persona que, desde su silla de ruedas, nos acompañaba en la visita orgullosa de su Centro: “empezamos a poder tener una vida independiente tan rica como los andantes.” Curioso término: los andantes.

Especial interés me ha suscitado el Programa de vida independiente que proporciona asistentes personales a aquellos que lo necesitan para conseguir una vida activa. No hablo de cuidados personales, que es otro concepto, hablo de personas de acompañamiento para conseguir una vida normalizada. Gracias a ellos pueden trabajar, viajar y sobre todo ser miembros activos en la sociedad, planteamiento realmente innovador que representa un proyecto con retorno económico.

Si tuviese que destacar lo mejor de la experiencia vivida no lo dudaría: la combinación de fuerzas que han hecho posible que este excelente centro sea hoy una realidad. Es un ejemplo claro de la eficacia que supone la colaboración público privada unida al apoyo de la sociedad civil. El suelo lo cedió el Ayuntamiento a través de la Junta Municipal de Puente de Vallecas, el proyecto lo desarrolló el IMSERSO, la financiación la Obra Social Caja Madrid junto a la ONCE, el grupo Acciona y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. A esto tendríamos que añadir la colaboración de las asociaciones de afectados y familiares de lesionados medulares.

Llego por tanto a la conclusión de que la unión de los diferentes sectores sociales nos lleva a conseguir logros que en principio nos podrían parecer inalcanzables. Y es que el respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad humana es incuestionable. Yo solo espero que los responsables actuales del Ayuntamiento de Madrid comprendan que hay que dar cabida a todos, que cuando se gobierna hay que hacerlo para el conjunto sin distinciones no solo para aquellos que nos votan y que no se pueden imponer ideologías totalitarias que no hacen otra cosa que excluir a los que no piensan como ellos. Existen grupos muy vulnerables que necesitan concentración de fuerzas, diferentes modelos de trabajo y sobre todo atención. Son los principios de igualdad y progreso los que deben guiarnos y no las ambiciones personales.