La hipocresia de Unió

Que la política catalana es un despropósito, no es ninguna novedad y todos lo sabemos. Pero esa situación se traslada a los ayuntamientos. En Lleida tenemos la presencia de la extinta CiU, después Junts Pel Si, y ahora, bah... el partido sin nombre.Este partido se rompió precisamente por discrepancias en el tema secesionista. Aquí el grupo municipal sigue manteniendo la sigla y no se han separado, por eso de que fuera hace mucho frío. Pero en las mociones que se presentan a favor de las desconexiones, ni una sola vez han roto la disciplina de voto de lo que era CiU. Por tanto, ¿para qué rompieron? Lo de votar en conciencia está claro que es algo que en CiU no se estila.