Prevención
Ahora que contamos con más horas de sol: 5 pautas para huir del melanoma
La piel es el órgano más extenso del cuerpo. Hay que cuidarla porque su principal función es la de proteger a los órganos internos del cuerpo de las agresiones exteriores. Por desgracia, el melanoma, un tumor maligno de la piel, causa casi mil fallecimientos al año en España, y la mayor parte de ellos podrían haberse evitado con prevención. Se sabe por ejemplo que el sol, que en España abunda, es una de las principales causas de esta enfermedad, ¿por qué no plantearse el echarse crema a diario, por ejemplo?
La doctora María Calvo, jefa del servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo-Grupo Quirónsalud, y codirectora de la Unidad de Melanoma del citado complejo hospitalario, precisa que en España se diagnostican alrededor de 5.000 nuevos casos cada año, a la vez que recuerda que el 40% de los melanomas se diagnostican antes de los 55 años, “por lo que la curación es sinónimo de larga supervivencia”, según advierte.
Desde la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) explican que el melanoma tiene su origen en los ‘melanocitos’ o células que dan color a la piel. Aunque esta enfermedad suele aparecer normalmente sobre la piel sana, sostiene que también se ha visto que hasta un tercio de los melanomas aparecerán sobre nevus melanocíticos (lunares o pecas), y también hay casos en los que puede aparecer en otras partes del cuerpo (mucosas como el ojo y el aparato digestivo, o los ganglios, por ejemplo).
En este sentido, la especialista de Ruber Juan Bravo destaca que la exposición al sol es un factor causal de muchos melanomas (ya sea natural o artificial, a través de las camas de bronceado). “En España el nivel de insolación es muy alto y, por tanto, el riesgo de padecer melanoma. La fotoprotección es muy importante, pero también lo es la detección precoz de lesiones cutáneas, sobre todo las pigmentadas”, agrega.
Igualmente, indica que otro factor que aumenta el riesgo de melanoma es el hecho de tener la piel, el pelo y los ojos claros, así como la presencia de múltiples nevus melanocíticos (lunares), al mismo tiempo que advierte de que el hecho de tener antecedentes familiares de melanoma aumentan su riesgo.
Cómo detectar y prevenir: las señales ‘ABCDE’
La Academia Americana de Dermatología resalta en este sentido que un cambio de la apariencia de la piel es el primer signo del melanoma. “Por lo tanto, es importante saber dónde aparecen los lunares y su apariencia. Cuando es detectado y tratado adecuadamente antes de extenderse a otras partes del cuerpo, el melanoma tiene un índice de curación alto”, celebra.
En concreto, apunta a las señales de advertencia ‘ABCDE’ del melanoma, que pueden ayudar en la detección temprana:
‘A’ representa ‘Asimetría’: Cuando una mitad del lunar es diferente de la otra mitad.
‘B’ representa el ‘Borde’: Borde irregular, ondulado, o mal definido.
‘C’ representa el ‘Color’: Variación de una zona a otra; diferentes tonos de marrón y de negro; a veces blanco, rojo o azul.
‘D’ representa el ‘Díametro’: A pesar de que el melanoma es generalmente más grande de 6mm (el tamaño de un borrador de lápiz) cuando se diagnostica puede ser más pequeño.
‘E’ representa ‘Evolución’: Un lunar o lesión de la piel que se ve diferente del resto o que está cambiando en tamaño, forma o color.
“Otros cambios que pueden indicar melanoma son dolor, picazón o sangrado en un lunar o una nueva mancha en la piel”, agrega en este sentido la dermatóloga de Ruber Juan Bravo, quien también lamenta que hay lesiones cutáneas que, sin cumplir esos criterios, pueden suponer un melanoma.
“Por ello, es muy importante tener en cuenta que, ante toda lesión en la piel que cambie o crezca rápido, se ha de consultar con el médico para su evaluación sin demora”, subraya la doctora Calvo. Con ello, enumera los principales pasos a seguir para prevenir esta enfermedad:
1.- Fotoprotección solar siempre. Siempre protegidos con factor de protección durante todo el año, y aunque no haga sol.
2.- Huir del sol lo máximo posible. Buscar la sombra, ir protegido del sol con sombrero, gafas, y ropa con protección solar si fuera necesario.
3.- Detección precoz de lesiones cutáneas y sobre todo pigmentadas. Para ello: emplear el ‘ABCDE’.
4.- No a las camas bronceadoras. Las lámparas bronceadoras emiten rayos UV que pueden causar daños a la piel a largo plazo, y contribuir al cáncer de piel.
5.- Proteger a los niños del sol con sombrero y ropa protectora. Se debe evitar que los bebés menores de 6 meses reciban directamente la luz solar. Las quemaduras solares de la infancia pueden suponer el cáncer en la edad adulta.
El tratamiento de la enfermedad
Desde la AEDV recuerdan que el tratamiento fundamental (y en muchas ocasiones el único y necesario) es la cirugía, que implique una extirpación completa del tumor con unos márgenes adecuados. En ciertos casos será necesario aplicar otros tratamientos (quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia u otros).
Dado que el 25% de los casos de melanoma metastatizarán en algún momento de la evolución, el doctor Javier Román, codirector junto a Calvo de la Unidad de Melanoma del Hospital Ruber Juan Bravo, ve importante resaltar que la inmunoterapia y los tratamientos moleculares dirigidos contra el tumor han cambiado de forma radical el modo en el que se trata esta enfermedad.
”Hace sólo unos años, los pacientes con melanoma metastásico tenían una media de supervivencia de 11 meses, pero ahora, gracias a la inmunoterapia y a las terapias moleculares dirigidas, tenemos un porcentaje notable de largos supervivientes y hemos conseguido cronificar la enfermedad en muchos de ellos. Aún es preciso mejorar los resultados y la investigación de nuevos fármacos o combinaciones es el mejor camino para avanzar “, según afirma el también director médico asistencial de IOB Institute of Oncology.
✕
Accede a tu cuenta para comentar