Elecciones Generales 2016
Cómo conseguir que tu lista de propósitos para 2016 funcione
Se están acercando unas fechas muy especiales. Muchos nos marcamos objetivos para el año nuevo, hacemos una lista de deseos o propósitos, nos llenamos de ilusión, nos apuntamos al gimnasio nada más terminar las vacaciones... pero algo sucede y a las pocas semanas nos olvidamos por completo de nuestros propósitos y volvemos a la rutina habitual.
¿A ti también te ha pasado? ¿Has escrito una lista muy detallada y larga de cosas que querías lograr en 2015, pero ya estamos en diciembre y acabas de darte cuenta de que la mayoría de lo que habías anotado no se ha cumplido? Aquí te cuento por qué nos pasa esto y te propongo algunas ideas para evitar que vuelva a repetirse. Además, estate atento a las próximas semanas porque voy a hacerte un regalo muy especial.
► Por qué fallan las listas de propósitos del año nuevo
1. No te tomas en serio el hecho de escribir tu lista.
Es un hecho. No le damos importancia a la lista de propósitos salvo el día que la escribimos. La confeccionamos sin ilusión, en modo automático, sin ser realmente algo con lo que nos comprometemos.
Si ésta ha sido tu actitud hasta ahora, te propongo que pienses para qué estás realizando tu lista. ¿Es algo que te motiva o lo haces porque es lo que se suele hacer o está de moda? ¿Hay en ti verdadero deseo de cambio?
2. Una lista de deseos sin un plan de acción es solamente una lista de sueños.
También puede suceder que seas de esas personas que, como yo, creen en la Ley de la Atracción. Le pones mucho empeño e ilusión a tu lista de deseos, pero pasa el el tiempo y tu lista para el año siguiente vuelve a ser igual a la del año anterior.
¿Qué ha pasado? Que has pensado que con anotar sueños, éstos llegarán por arte de magia a tu vida. Y normalmente no ocurre así.
Más adelante te explico que es importante convertir sueños en objetivos concretos, medibles y con fecha.
3. Tu lista de propósitos es demaisado larga y poco realista.
“¡Ya que me pongo, me pongo!”, te dices. Y empiezas a escribir largas y maravillosas listas de todas aquellas cosas que no has tenido tiempo, dinero o voluntad de realizar en el año que se marcha.
El problema es que esa lista interminable muchas veces no es fácilmente alcanzable para ti. Has puesto tal vez el listón demasiado alto. No te has parado a pensar qué te ha impedido realmente alcanzar esos objetivos en los años anteriores.
Antes de escribir tu lista, sería recomendable analizar tu año anterior y ver qué ha pasado para que no lograras cumplir tus objetivos.
4. Te falta un plan de acción que acompañe la lista de propósitos.
Y es que tu lista de deseos muchas veces no funciona porque falta lo más importante: convertir deseos en objetivos. ¿Y cómo han de ser esos objetivos? Concretos, precisos, con tiempo límite para cumplirlos.
Te falta un plan de acción: especificar cómo puedes alcanzarlos, qué acciones concretas necesitas tomar para llegar a esos objetivos. Dividir esas acciones en pequeños pasos: alcanzables y fáciles de poner en práctica.
Si quieres hacer ejercicio para estar en forma, deberías pensar cuánto tiempo le dedicarás al ejercicio durante la semana, qué tipo de ejercicios vas a realizar, cómo irás midiendo que estás consiguiendo resultados, qué pasa si tienes un viaje de trabajo y no puedes ir al gimnasio, etc. No basta con inscribirse en un gimnasio y ver qué pasa.
5. Tu lista de deseos es demasiado rígida y sin alternativas.
Normalmente cuando pedimos deseos, no pensamos en qué vamos a hacer si no se cumplen tal como los habíamos previsto. No solemos buscar alternativas o planes B, por si nuestros propósitos fracasan.
La cuestión es que hay que buscar alternativas siempre, pues a veces un camino no es el más adecuado. Deberíamos considerar diferentes vías, aunque algunas nos parezcan menos atractivas o demasiado difíciles.
Por ejemplo, si quiero tener más dinero, hay muchos caminos para conseguirlo: jugar a la lotería, hacer inversiones, pedir un ascenso, cambiar de trabajo, encontrar otro trabajo por las tardes, convertir tu hobby en una profesión con ingresos, etc. No quiere decir que todas te funcionen, pero no deberías cerrarte a una sola opción.
6. Tu lista de deseos no se compone de tus verdaderos deseos.
Parece contradictorio, pero en realidad sucede mucho. Y es que muchos no conocemos lo que realmente queremos y nos guiamos por la opinión de los demás: familia, trabajo, amigos o conocidos, medios de comunicación, cultura, sociedad, situación económica.
Imagínate que tu objetivo es perder peso aunque tú te ves bien, pero crees que con menos peso le gustarás más a tu pareja. Al final, como el objetivo no es genuino, no logras bajar de peso, y además te sientes culpable por ello.
Hay que tener en cuenta que los objetivos que nos planteamos no sean para satisfacer a otros sino a nosotros mismos. La forma más fácil de comprobarlo, es preguntarte: ¿tengo que bajar de peso o quiero bajar de peso?, ¿para qué o para quién quiero conseguir este objetivo?
En las próximas semanas te voy a proponer un efectivo ejercicio de coaching para lograr tus objetivos para el nuevo año y además te regalaré una atractiva y cómoda guía para reflexionar sobre el año que se marcha y conseguir que tus propósitos del año nuevo no caigan en saco roto.
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