Viajes
Un coloso frente al océano: el acantilado más alto de Europa y el tercero del mundo está aquí
La erosión marina durante millones de años ha esculpido este acantilado de roca basáltica, creando una joya geológica que fascina a todo aquel que lo visita
Canarias, toda una joya del Atlántico, se destaca por su variedad de paisajes, que van desde playas doradas hasta impresionantes acantilados y montañas majestuosas. De hecho, la isla alberga uno de los tesoros geológicos más impresionantes de Europa: el acantilado más alto del continente y el tercero costero más alto del mundo, una asombrosa maravilla natural que deja sin aliento a todos sus visitantes.
Naturaleza de récord
A 1.027 metros sobre la costa noroeste de Gran Canaria, dentro del Parque Natural de Tamadaba. Hablamos del Risco de Faneque, situado en el municipio de Agaete, en el norte de Gran Canaria. Está constituido por los materiales más antiguos de formación de esta isla, que se emitieron durante el Primer Ciclo Volcánico, hace unos 14 millones de años. La erosión marina durante millones de años ha esculpido este acantilado de roca basáltica, creando una pared vertical de gran altura.
A sus pies se sitúa la aislada playa de Faneroque, también llamada la playa del Tractor, una impresionante playa de arena negra y sin urbanizar. De acceso complicado, esta es popular entre los aficionados a hacer nudismo y que ofrece vistas espectaculares de Agaete, la isla de Tenerife y magníficos atardeceres. No obstante, se puede considerar peligrosa, teniendo en cuenta su único acceso a pie cuando hay marea baja, siendo esencial salir de ella antes que suba la marea con tal de no acabar atrapado.
Al mismo tiempo, al tratarse de uno de los acantilados marinos más altos del mundo, brinda unas vistas panorámicas inigualables. Desde su cima, se contempla la escarpada costa de Gran Canaria y la imponente silueta del Teide en Tenerife, pudiendo apreciar así a vista de pájaro toda la franja noroccidental de Gran Canaria, con los municipios de Gáldar y Agaete al fondo. Y es que esta formación, que tiene alrededor de 14 millones de años, es una de las extensiones de Tamadaba. Al caminar por la zona, es posible que te encuentres con algún pinzón azul o que escuches el grito de un águila ratonera.
Se corresponde además con uno de los lugares sagrados de Gran Canaria. Las altas montañas que se alzan junto al mar inspiraron a los antiguos aborígenes a la hora de crear en esa zona adoratorios o almogarenes, espacios rituales para la espiritualidad y el culto a la naturaleza. Se trata, por tanto, de un entorno donde destaca su historia y misticismo y que refleja la profunda conexión entre la geografía y la cultura de Canarias.
Cómo llegar a este lugar
Lo más habitual para llegar a Faneque es recurrir al sendero que empieza en la casa forestal de Tamadaba, siguiendo la ruta S-93 y luego el S-91 hacia el Morro de Las Lechugas. La trayectoria es de aproximadamente 1,5 km e incluye una bajada pronunciada que se debe subir de regreso.
Desde Las Palmas, debes tomar la GC-2 en dirección a Agaete y sigue las señales hacia el Parque Natural de Tamadaba. Es recomendable estacionar en la casa forestal de Tamadaba, que es precisamente donde inicia el sendero hacia Faneque. Si prefieres el transporte público, puedes hacer uso de la línea 103 de Global, que conecta Las Palmas con Agaete, si bien puede resultar algo complicado llegar hasta el inicio del sendero desde allí. La opción más conveniente es el transporte privado.
Con sus 1.027 metros de altura, este acantilado marino es el más alto de Europa. Además, se posiciona entre los 10 más grandes del mundo, ocupando el séptimo lugar.