Naturaleza
Montañas, lagos y pinares: la ruta natural más impresionante de Canarias para esta Semana Santa
Este sendero, lejos de ser un simple paseo, se convierte en una experiencia que combina frondosos pinares, fuentes escondidas y una rica fauna autóctona
Con la llegada de la Semana Santa, muchos canarios y turistas aprovechan el parón festivo para desconectar del bullicio y el frenesí del trabajo y reencontrarse con la naturaleza. En este periodo festivo, no solo el alma busca paz, también el cuerpo ansía respirar aire puro, cambiar el asfalto por senderos de tierra y la prisa por el silencio. Y si de lugares mágicos se trata, Gran Canaria guarda un tesoro natural que promete no dejar indiferente a quien se atreva a recorrerlo.
Se trata de una ruta de senderismo que, lejos de ser un simple paseo, se convierte en una experiencia para descubrir alguno de los parajes naturales más impresionantes del noroeste de la isla. Desde los imponentes paisajes de montaña hasta lagos artificiales que simulan espejos naturales, pasando por frondosos pinares, fuentes escondidas y una rica fauna autóctona, este circuito es una oda a la biodiversidad de Gran Canaria.
¿Cuál es el sendero?
La aventura comienza en el majestuoso Valle de Agaete, un paraíso verde que parece arrancado de un cuadro impresionista de Monet. Desde allí, el camino avanza por el Camino de los Romeros, un sendero que conecta con la tradición y la historia, utilizado antiguamente por los fieles que peregrinaban en romería. Se asciende hasta los Llanos de la Mimbre, un balcón natural que ofrece vistas de vértigo, y se continúa hacia la Degollada del Humo, el punto más elevado del recorrido, donde el horizonte se abre en una panorámica que corta la respiración.
La ruta, de carácter circular, tiene una longitud aproximada de 19,5 kilómetros y un desnivel acumulado de 1.283 metros, entre subidas y bajadas. Aunque está bien señalizada y regala al caminante postales de una belleza inabarcable, aunque no es apta para principiantes. El terreno escarpado, con tramos de tierra suelta e incluso zonas resbaladizas en caso de lluvia, exige cierta preparación física y experiencia previa. La caminata completa puede tomar unas ocho horas, por lo que se recomienda salir temprano, llevar suficiente agua, protección solar, comida energética y, por supuesto, calzado adecuado.
Tras alcanzar el punto más alto, comienza el descenso por la Presa de los Pérez, en cuyas aguas tranquilas se reflejan las cumbres circundantes. El camino prosigue por El Hornillo, un encantador caserío que conserva la esencia rural de la isla, y continúa hasta El Sao, donde la naturaleza vuelve a sorprender con su quietud y esplendor. Finalmente, el recorrido se cierra pasando por las Casas del Camino, hasta regresar al punto de partida: la Vecindad de Enfrente, en Agaete.
Este itinerario es una invitación a detenerse y contemplar. A lo largo del camino, es posible avistar especies endémicas, escuchar el rumor de las fuentes escondidas entre helechos y dejarse envolver por el aroma de los pinares que abrazan el sendero. Es una ruta ideal para quienes buscan algo más que una caminata: una conexión profunda con el corazón verde de la isla.