Naturaleza
Así son los Valles Pasiegos donde encontrarás las rutas más impresionantes de Cantabria
Conjugan tradición, paisaje, historia, gastronomía y aguas termales en un paraje que parece un cuento de hadas
Si hay que marcar un lugar en Cantabria que nadie puede dejar de visitar, ese lugar son, sin duda, los Valles Pasiegos. Un entorno de una belleza que se sale de cualquier dimensión y donde vas a entrar en contacto con el aire puro, la gastronomía más tradicional, las casitas típicas de las montañas, verás animales salvajes y te olvidarás de todo el estrés de la semana y del trabajo. Si hay un lugar que es el escenario ideal de un cuento de hadas, ese lugar está en los Valles Pasiegos.
Los Valles Pasiegos son tres: Pas, Pisueña y Miera. Y no, no hay formar de elegir uno solo, porque los tres conforman un lugar de absoluta belleza.
Los primeros asentamientos pasiegos de la comarcan nacieron entre estos paisajes exuberantes y un variado patrimonio cultural y etnográfico. Durante las primeras estaciones del año, los monteros habitaban las cabañas pasiegas que se encuentran diseminadas por todo el paisaje de pastos escarpados. Un asentamiento disperso en las laderas de los montes de los ríos Miera y Pas.
Hoy todavía se pueden visitar las cabañas que algunos ganaderos siguen utilizando para guardar el ganado en las zonas altas y así protegerlos de los envites del invierno.
El Valle del Pisueña es una de las zonas de Cantabria donde comenzó el turismo termal y donde puedes disfrutar de la calma de un baño en las aguas termales de los diferentes alojamientos de la zona que cuentan con este tipo de instalaciones.
A mediados del siglo XIX, comenzaron a gozar de gran gran fama y prestigio los Balnearios de Puente Viesgo y Alceda. Un merecido reconocimiento que ostentan hasta la actualidad. De hecho, Cantabria es la capital española del turismo termal por excelencia, y ese título no se lo puede quitar nadie, al menos por ahora.
El Valle del Miera está ubicado entre montañas abruptas de un valle glaciar. La intrincada morfología rocosa invita a recorrer sus complejos laberintos a través de sus cuevas y enormes bloques calizos. Verás pendientes acusadas e impresionantes altitudes.
El Valle del Miera cuenta con grandes bosques de hayas y encinas, diversidad de formas geológicas y un encrespado y peculiar panorama. También destaca por su patrimonio arquitectónico civil y religioso, por su gastronomía y los recorridos por cabañales pasiegos.
¿Puedes quedarte solo con uno?