Los manchegos insultan mejor: estos son los cinco improperios más originales de La Mancha
La región es conocida por su gracia y su finura especiales en el arte de la ofensa, para la que hay que tener algo de elegancia
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Los manchegos, un pueblo que condensa y perfecciona algunas de las más altas cualidades de la cultura española, siempre han sido todo unos expertos en el noble arte de saber insultar con elegancia. Cualquiera puede soltar improperios por su boca, pero solo la gente de La Mancha sabe dirigir oprobios con tanta delicadeza que casi parezcan piropos.
Para la ignominia y el vilipendio vale cualquiera, pero hacer que una crítica resulte efectiva a la par que graciosa es un talento que lleva generaciones destilar. No se trata entonces de la contundencia, sino de utilizar una lengua afilada con precisión, con todo el ánimo de ofender, pero hacerlo en su justa medida.
Y es que en el arte del insulto, los manchegos son los reyes de España desde hace siglos. A nadie le sorprende entonces que El Quijote fuese redactado como una sátira mordaz contra los simplones libros de caballerías que le precedieron. La Mancha es una tierra de mucho humor, y ha dejado huella en su historia.
Mari Carmen y sus muñecos, Millán Salcedo, Agustín Durán, los cómicos de ‘la Hora Chante’ o José Mota son solo algunos de los ejemplos más conocidos de esta región española que tantos comediantes ha exportado. Algo hay flotado en los vientos manchegos que hace de ellos una población con especial capacidad para la chanza, el mote o el agravio.
Los manchegos insultan mejor: estos son los cinco improperios más originales de La Mancha
En el idioma español existen actualmente, según la RAE (Real Academia Española), en torno a 93.000 palabras diferentes reconocidas. Y aun con un lenguaje tan rico, la tradición oral de muchas regiones ha logrado expandirlo con decenas, si no cientos, de términos propios, muchos de ellos destinados a señarle al prójimo algún defecto con elegancia.
En el basto océano de internet encontramos ‘La Tomepedia’, una web que parodia a la wiki más importante a nivel global y recoge cientos de expresiones, dichos e insultos típicos de La Mancha. Como e indica en la propia página, se trata de una evolución del “Diccionario Tomellosero, Decionario del pueblo pa que nos entiendan los forasteros”.
Aunque la lista es realmente extensa, hay ciertos oprobios que destacan por encima del resto por su inteligencia sibilina, su singularidad o su sonoridad casi musical. Estos son los cinco insultos más originales usados en La Mancha:
- Bailaferias. Como tantas otros improperios no reconocidos por la RAE, está compuesto de dos o más palabras. Se utiliza para referirse a la persona que tiene una afición desmedida por las fiestas populares, personándose en todas ellas.
- Cansalmas. También un insulto de origen compuesto, se emplea para calificar a un ponente o interlocutor que causa tedio con su charla. Ya sea por acaparar el turno de palabra o por volver la charla repetitiva, se le señala con este juego de retórica.
- Laña. Un sinónimo al también manchego ‘ansias’. Es un adjetivo que hace mofa de la persona que tacaña, avara o poco generosa. Es la adjetivación del sustantivo ‘laña’, que el diccionario español recoge como “grapa”. Antiguamente, un “lañador” era aquel que se dedicaba a arreglar objetos rotos mediante esta especie de grapas metálicas.
- Pisamostos. Se utiliza a modo de ofensa para definir a aquella persona que poco habilidosa o incapaz de cumplir con una tarea compleja. También puede aplicarse como sinónimo de 'torpe', 'patoso' u 'obtuso'.
- Sietealmuerzos. Una vez más, estamos ante un insulto de origen compuesto, que en castellano podría tener un significado similar a ‘glotón’, ‘voraz’ o ‘comilón’. Se utiliza para hacer burla de quien come con ansia o en cantidad excesiva.