Dos personas para una plaza de médico de familia en Castilla y León

Cerca de 1.600 personas se han examinado esta mañana en Valladolid para optar a una de las 710 plazas de médico de familia el Gobierno regional oferta correspondientes al pasado año y a este 2019 al que le queda apenas un mes y medio de historia. Una de las oposiciones más "baratas" que se recuerdan, por cuanto solo dos personas lucharán por una vacante, de las cuales 71 de ellas están destinadas a personas con alguna discapacidad.

La llegada a las distintas aulas en las que los aspirantes han realizado los exámenes (facultades de Medicina, Tecnología de la Información y Telecomunicaciones del campus Miguel Delibes de la Universidad de Valladolid) se ha desarrollado con normalidad, así como los 130 minutos que ha durado la prueba en la que han tenido que responder a un cuestionario formado por 90 preguntas relacionadas con el programa, con cuatro respuestas alternativas, de las que sólo una de ellas es la correcta, más el diez por ciento de preguntas de reserva ante posibles anulaciones.

Aunque el número máximo de preguntas, correspondientes a la parte general del programa, que se han incluido en dicho cuestionario, es de treinta, según informa la Junta, desde donde apuntan que para poder superar la fase de oposición del proceso selectivo los aspirantes han de obtener, al menos, el 60 por ciento de la puntuación resultante de la media de las diez puntuaciones más altas obtenidas por los aspirantes. Además, se calificará de cero a 150 puntos, lo que supone un máximo del 60 por ciento del total de la puntuación que se puede obtener por todo el proceso selectivo. En todo caso, el número mínimo de respuestas correctas necesario para superar dicho ejercicio será el mismo para todos los turnos que concurran.

Cabe recordar que el proceso selectivo se convocó el 18 de junio, por lo que no fue hasta el 20 de agosto cuando se publicó el primer listado de admitidos y excluidos, que no fue definitivo hasta el 9 de octubre. Además, el 15 del pasado mes se modificó la composición del tribunal calificador.

Esta oferta de empleo público de médicos de familia vendrá a aliviar la carestía existente en España, en general, y en Castilla y León, en particular, una región la nuestra que se va a quedar sin más de cinco mil médicos de familia en los próximos años por jubilaciones y que pierde también cada año cientos de futuros sanitarios de cabecera por las condiciones laborales, y que por ello está afrontando un cambio de modelo en la Atención Primaria, encaminado a aprovechar más y mejor los recursos existentes para poder atender mejor a los habitantes que residen en el medio rural, muy disperso y envejecido., además de conseguir que sea más atractivo y con incentivos para que los médicos se queden.

Castilla y León es un ejemplo de la España vaciada en la que el médico rural puede ser un actor esencial para atraer y asentar a la población. Pero esta figura podría estar en peligro de extinción si no se toman medidas urgentes que aseguren el relevo generacional.