Cuando la naturaleza entra en el aula y es parte del currículo

Desde 1975 la jornada de hoy, 26 de enero, es celebrada en todo el mundo como el Día de la Educación Ambiental. Si bien hace unos años no era una prioridad dentro del currículo escolar, la mayor concienciación y compromiso de la sociedad con este problema demanda cambios.

Una de las iniciativas que llega para poner remedio a esta situación es «Naturaliza» de Ecoembes, que ya ha conseguido que cientos de colegios en España acerquen la naturaleza a las aulas, así como el compromiso de 138 profesores de Castilla y León en esta materia.

Entre ellos se encuentra Soraya Buey, docente del Centro de Educación Infantil y Primaria «Miguel Íscar» de Valladolid que, con ideas muy creativas y muchas iniciativas innovadoras, ha conseguido despertar en sus alumnos, pertenecientes al colectivo de personas en riesgo de exclusión, el interés por el Medio Ambiente y su cuidado.

En este sentido, desgrana a LA RAZÓN algunos de los proyectos que más interés han levantado entre los pequeños, como un hidrohuerto, un jardín vertical de hierbas aromáticas o el cuidado de una pareja de peces.

Además, asegura que estas iniciativas, muchas apoyadas en la formación y los recursos para el profesorado que facilita Ecoembes, también le permiten trabajar con los niños otras materias como las matemáticas o el vocabulario, así como incorporar los valores ambientales en el resto de las áreas y hacer de la educación ambiental el eje transversal.

Su clase llama al alumno a aprender de forma práctica, a descubrir con cuentos enfocados a las áreas de aprendizaje, siempre disponibles para ellos, más cosas acerca de la materia que van dando. Así, entre los títulos se puede ver «El último árbol», que anima a los estudiantes a reflexionar sobre la construcción sin conciencia ambiental, o «Salvar a los cocodrilos», en el que, a través de una divertida historia, se trata el uso de pieles de ciertos animales para el consumo.

Las ideas que tiene gustan. Así lo plasma la actitud de uno de sus alumnos, José Antonio, quien se muestra entusiasmado con el huerto tradicional con el que cuenta el colegio o con las salidas al exterior que hacen para conocer más la naturaleza. «Aprendemos mientras nos lo pasamos bien», añade.

Intercambio de recursos

«La educación tiene que ser un intercambio de ideas y recursos», señala Buey, quien agradece la «indispensable ayuda» de la Dirección Provincial de Educación, del Ayuntamiento vallisoletano y de todas las instituciones educativas para poder poner en marcha todas las iniciativas del centro, como la recogida de basura o la instalación de casitas para pájaros en la ribera del Pisuerga.

Conocer el medio para fomentar su cuidado

Por su parte, la coordinadora del proyecto «Naturaliza», Lucía González, señala a este diario que «para que se cuide la naturaleza hay que conocerla», motivo por el cual desde Ecoembes trabajan para proporcionar a los profesores herramientas que les faciliten incluir el Medio Ambiente en sus clases, tanto dentro como fuera del aula. «España necesita un plan de acción por parte de los Ministerios para que la crisis climática forme parte del temario. Creemos que es necesario el acuerdo», asevera y destaca la buena respuesta tanto de docentes como alumnos ante las iniciativas planteadas.