Coronavirus

La falta de medios y personal obliga a la Junta a intervenir una residencia en Burgos

Aislados siete trabajadores y catorce usuarios del Centro del municipio de Adrada de Haza

Residencia de ancianos en Adrada de Haza
Residencia de ancianos en Adrada de HazaLa Razón

La falta de sistemas de protección para los profesionales está siendo un quebradero de cabeza en toda España para combatir al coronavirus. Pero es que si los médicos y enfermeros principalmente se las ven y se las desean para poder disponer de mascarillas, batas o buzos para poder protegerse del virus, los trabajadores sociales que se emplean en residencias y centros asistenciales están aún peor, y no solo en medios materiales sino también en cuanto a personal para atender a las personas mayores, algunos porque han caído infectados y otros porque no van a trabajar por miedo.

De hecho, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha intervenido este jueves una residencia de mayores en el municipio burgalés Adrada de Haza, propiedad de la Asociación Valle del Cuco, por deficiencias en la atención a sus 48 residentes -de los que catorce se encuentran aislados porque presentan síntomas de la infección- así como por la ausencia de trabajadores para atender a estas personas, según desvelaba este mediodía el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien aseguraba que se ha decidido tomar esta decisión para poder reforzar su personal y dotación.

Al parecer, el problema se ha originado porque siete empleados de la residencia, o lo que es lo mismo un tercio de la plantilla, se encuentran de baja por síntomas compatibles con el coronavirus, según ha asegurado a Efe la alcaldesa de la localidad, Marisa Plaza.

El Gobierno autonómico, al intervenir la residencia, ha decidido poner al frente del mismo a la directora del Centro de Día “Arco Pajaritos” de la vecina localidad de Aranda de Duero.

Asimismo, la Junta ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de Castilla y León este caso, que ya lo está estudiando.

En la actualidad, Castilla y León cuenta con 53.000 plazas habilitadas para personas mayores en 810 residencias entre públicas y privadas, y hoy se han confirmado 101 fallecimientos de usuarios de estos centros, aunque según avanzaba el vicepresidente Igea lo peor está por llegar y se prevé que la mortalidad entre las personas mayores que viven en residencias se dispare en los próximos días, debido al número de ellos que están aislados y en observación por presentar síntomas o a los que se encuentran hospitalizados