La Diputación de Ávila prepara un “banco de pruebas” sobre iluminación exterior para los municipios

La Diputación de Ávila, que preside Carlos García, anunció que en el segundo semestre de este año estará operativo en Naturávila un “banco de pruebas” de iluminación exterior donde los ayuntamientos podrán comprobar los beneficios que suponen las nuevas formas de alumbrar el espacio público, mediante la tecnología LED, para reducir al máximo la contaminación.

“Invertiremos 60.000 euros para ofrecer ejemplos prácticos a los municipios, de manera que comprueben la necesidad de disponer de un mejor alumbrado, más eficiente”, señaló el presidente de la institución provincial abulense, Carlos García.

Además, la institución remitirá a 247 municipios la guía de recomendaciones para reducir la contaminación lumínica en los municipios de la provincia. En ella se recogen las medidas que se deben aplicar a las instalaciones de alumbrado exterior para mitigar este fenómeno.

Por su parte, el diputado de Turismo, Asuntos Europeos y Energía, Armando García Cuenca, apuntó que han puesto mucho trabajo en este proyecto, que a su juicio es una nueva oportunidad para la provincia. “No podemos olvidar que el 42 por ciento del territorio abulense cuenta con algún grado de protección ambiental y esa riqueza tenemos que salvaguardarla de cualquier tipo de contaminación”.

La guía de recomendaciones fue elaborada por la empresa vitoriana Lumínica Ambiental, cuya responsable, Susana Malón, física especializada en contaminación lumínica y astrofísica, presentó el documento a la Institución provincial. Malón destacó que la contaminación lumínica “tiene consecuencias ambientales” que “con esta guía vamos a tratar de minimizar para lograr una iluminación eficiente en pueblos y ciudades”.

El documento incluye una zonificación de la provincia para seleccionar y proteger al máximo las zonas según su calificación ambiental, como las que están dentro de la Red Natura 2000 o la Reserva Starlight del Parque Regional de la Sierra de Gredos.

Malón incluyó en dos aspectos clave que deben tener las nuevas instalaciones de alumbrado público. Por un lado, “el flujo superior que va hacia el cielo, que debe tender a cero para evitar su propagación a la atmósfera, algo que la tecnología LED permite, y, por otra parte, el color de la luz, que debe ser lo menos blanco y lo menos azul posible”.

“N tratamos de apagar las farolas para ver las estrellas, nada más lejos, sino que se trata de iluminar eficazmente, no para ver menos, sino para ver mejor, y todo con ahorros de en torno al 60 por ciento”, precisó.