Política
La Diputación de Palencia alcanza en el ejercicio de 2020 un grado de ejecución presupuestaria cercano al 93% a pesar de la pandemia
La institución, que preside Ángeles Armisén, gestiona 64,9 millones de gastos e inversiones, muy cerca de los 69,8 millones presupuestados
La Diputación de Palencia, que preside Ángeles Armisén, ha aprobado la liquidación del Presupuesto de 2020, de la que se dará cuenta al pleno ordinario de este mes de marzo, una vez informada también la Comisión de Hacienda, Cuentas y Presidencia celebrada el pasado jue-ves. La administración provincial de Palencia, que aprobó la liquidación presupuestaria el pasado 23 de febrero, cumple así con la disposición legal que establece la necesidad de aprobarla antes del mes de marzo del ejercicio siguiente. La liquidación es un trámite importante porque abre la llave para incorporar remanentes y concertar la operación de préstamo prevista en el Presupuesto de 2021.
Según esta liquidación, el grado de ejecución presupuestaria (las obligaciones reconocidas respecto a los créditos iniciales) se ha aproximado al 93 por ciento, porcentaje muy satisfactorio, teniendo en cuenta las limitaciones derivadas de la pandemia y la necesidad de reaccionar administrativamente ante esa situación. De hecho, el pasado año se tramitaron hasta cincuenta y tres expedientes de modificación de crédito (salvo uno impulsado en enero, todos ellos a partir de declararse la crisis sanitaria); cuando el promedio de los años anteriores ronda las treinta y cinco modificaciones.
Planificación y gestión
En concreto, de un presupuesto inicial aprobado de 69,81 millones de euros, la Diputación saldó 2020 con unas obligaciones reconocidas netas de 64,87 millones, lo que arroja un nivel de ejecución presupuestaria del 92,9% en gastos en inversiones. Por lo que respecta al capítulo de ingresos, la Diputación liquidó 2020 con una ejecución cercana al 99% de su previsión económica (68,95 millones de los 69,81 presupuestados), lo que también revela rigor y prudencia en la planificación presupuestaria de ingresos, así como en su gestión posterior.
Así pues, la liquidación presupuestaria de 2020 revela que la ejecución de gasto e inversión por parte de la Diputación se situó en los niveles más altos posibles, cumpliendo además de forma adecuada con todos los parámetros previstos en la normativa (estabilidad presupuestaria, regla de gasto, deuda pública). A pesar de los meses de paralización y ralentización de procedimientos administrativos durante la vigencia del estado de alarma, el importe de inversión y gasto no financiero ejecuta-dos (capítulos 1 a 7 del presupuesto) incluso se ha incrementado en unos doscientos ochenta mil euros con respecto a la previsión.
Autonomía financiera
Por otro lado, la Diputación mantiene la línea de ejercicios pasados y vuelve a liquidar el Presupuesto de 2020 con remanente líquido de tesorería positivo. En concreto, asciende en esta liquidación a 20,28 millones de euros, el 23 por ciento más que en el año 2019, cuando el remanente líquido de tesorería rondó los 16,45 millones de euros. Por su parte, los fondos líquidos de la institución se han incrementado en el pasado ejercicio en cerca de setecientos mil euros, y superan los veintiséis millones de euros, manteniéndose en una cuantía suficientemente adecuada tanto para pagar a los proveedores en el tiempo más breve posible, como para conservar una autonomía financiera que permite a la Diputación no requerir a corto plazo de financiación externa.
La liquidación también arroja datos positivos en términos de estabilidad presupuestaria, ascendiendo el superávit —o capacidad de financiación— a 5,175 millones de euros. Tres factores han influido para su consecución. En primer lugar, el ingreso en diciembre de 2020 de la liquidación en la participación de los tributos del Estado correspondiente a 2018, por importe cercano a los 1,27 millones de euros. En segundo lugar, los anticipos librados por la Junta de Castilla y León como subvenciones para gastos derivados de la pandemia, por importe cercano a 1,46 millones de euros (514.000 euros del primer fon-do y 946.000 euros del segundo). Y en tercer lugar, la reducción en el gasto corriente de diversos programas (fundamentalmente, en los servicios de Cultura, Turismo y Deporte) por la situación de pandemia que impidió la celebración de determinadas actividades.
La crisis derivada de la pandemia motiva también que este superávit no deba destinarse necesariamente a la amortización de deuda o a la ejecución de inversiones financieramente sostenibles, al encontrarse suspendidas las reglas fiscales para los ejercicios 2020 y 2021, según acordaron el Consejo de Ministros (6 de octubre de 2020) y el Congreso de los Diputados (20 de octubre de 2020).
Otro de los datos que ponen de manifiesto la salud financiera de la Diputación es la reducción del porcentaje de endeudamiento, que alcanza un 23,2 por ciento de deuda viva sobre los derechos reconocidos liquidados en 2020. Es decir, la deuda no llega a una cuarta parte de los ingresos ordinarios, muy lejos del máximo legal de deuda pública permitida a las entidades locales, que es el 110 por ciento de los derechos reconocidos liquidados.
15 millones de deuda
Hace una década (1 de enero de 2011), el endeudamiento de la institución superaba el 105 por ciento, con una deuda cercana a los 51,2 millones de euros. Desde entonces, la Diputación de Palencia ha destinado más de treinta y seis millones de euros a amortizar deuda, de modo que a 1 de enero de 2020 no llega a quince millones de euros (en concreto, 14.915.238,73 euros, según esa liquidación). Los últimos seis años la deuda ha bajado en 11,9 millones de euros, con lo que se ha recortado el porcentaje de deuda viva en relación con los ingresos corrientes de la administración del 35,5 por ciento en el ejercicio de 2016 a tan solo el 23,2% el pasado 2020.
La rigurosa gestión económica de la Diputación de Palencia en el pasado ejercicio también se revela al analizar la regla de gasto. El artículo 12 de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria señaló que la variación del gasto computable de la Administración Central, las comunidades autónomas y las corporaciones locales no podrá superar la tasa de referencia de crecimiento del Producto Interior Bruto de medio plazo para la economía española. El objetivo marcado para 2020, referenciado al PIB, se situó en el 2,8 por ciento, aun cuando debido a la pandemia quedó posteriormente en suspenso. No obstante, el Ministerio de Hacienda exige a las administraciones públicas un seguimiento de los datos de evolución del gasto computable, y en la liquidación de 2020 se acredita que la Diputación habría cumplido con la regla fiscal, pues el gasto computable de 2020 aumento el 2,24 por ciento con respecto el de 2019 (es decir, casi seis décimas por debajo de la exigencia suspendida por la pandemia).
Esa misma Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria marcaba la obligación de destinar el superávit presupuestario a amortizar deuda. Puesto que la reducción del endeudamiento ha sido sustancial en los últimos años, el equipo de gobierno de la Diputación consideró oportuno estudiar la forma de reinvertir ese superávit, que des-de 2014 se venía destinando a inversiones financieramente sostenibles.
Esta decisión ha permitido, por un lado, cumplir la normativa sin destinar más recursos a amortizar deuda anticipadamente; y por otro, efectuar gasto no computable a efectos de la regla fiscal. En concreto, un importe superior a 3,2 millones de euros pudo ser descontado con obligaciones reconocidas para inversión financieramente sostenible.
Así, en 2020 se han finalizado todas las atribuidas al ejercicio anterior por un importe superior a los dos millones y medio de euros. Además, el pasado año, conforme al Real Decreto-ley 8/2020, parte del superávit se ha empleado en gasto social financieramente sostenible: en concreto, más de 367.000 euros, íntegramente ejecutados.
Promedios de pago
La Comisión Informativa de Hacienda, Cuentas y Presidencia celebrada el pasado jueves también conoció el importante esfuerzo por agilizar el pago a proveedores, que ha permitido a la Diputación de Palencia mantenerlo por debajo de treinta días. En el último informe de morosidad, correspondiente al cuarto trimestre de 2020, se señala que el período medio de pago de la Diputación asciende a 26,82 días (sobre un máximo de sesenta días), computados desde la presentación de la factura en la Diputación hasta que el proveedor recibe su importe en la cuenta bancaria.
Por lo que respecta al Período Medio de Pago (PMP), conforme al Real Decreto 635/2014, de 25 de julio, que regula su cálculo, y a las condiciones y el procedimiento de retención de recursos de los regímenes de financiación, previstos en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, el PMP del mes de diciembre de 2020 se situó en 12,85 días, plazo muy inferior al máximo legal de treinta.
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