Educación

Junta y Universidad mantienen el pulso para ofrecer una educación presencial de calidad en Castilla y León

Rocío Lucas resalta el esfuerzo presupuestario realizado por su departamento en investigación y en ayudas al estudio

La consejera de Educación, Rocío Lucas, preside la reunión telemática del Consejo de Universidades
La consejera de Educación, Rocío Lucas, preside la reunión telemática del Consejo de UniversidadesJcyl

Un modelo de presencialidad segura para las aulas universitarias. Ésa ha sido la apuesta de la Consejería de Educación en el presente curso y, para ello, ha mantenido una interlocución constante con los agentes del sistema universitario autonómico desde el inicio de la pandemia, apoyando protocolos y procedimientos desarrollados por las nueve universidades de la Comunidad en materia de adaptación de la docencia al nuevos escenario provocado por la pandemia,

Un aspecto que se ha destacado durante la celebración del Pleno del Consejo de Universidades de Castilla y León, presidido por la consejera de Educación, Rocío Lucas, y que nuevamente se ha desarrollado de manera telemática. Allí, Lucas ha destacado también el apoyo a la investigación que se ha realizado desde su departamento, reforzando la financiación tradicional e incorporando una línea específica para la búsqueda de soluciones a la pandemia. “Además, se han transferido a las universidades 13 millones de euros para gastos extraordinarios, se ha adaptado el sistema de becas, se ha previsto una compensación por la bajada de precios públicos y se ha avanzado en la financiación de los complementos salariales del Personal Docente e Investigador (PDI) laboral para lograr su equiparación con el personal funcionario. Todos estos esfuerzos han permitido mantener una educación universitaria de calidad, una formación enfocada a potenciar el talento”, ha concluido la titular de Educación.

En este sentido, Rocío Lucas también ha recordado que Castilla y León contempla una reducción de tasas universitarias en el próximo curso. De esta forma, se producirá una disminución de un 27,81 por ciento en las primeras matrículas de máster habilitante y de un 18,12 por ciento en el caso de los no habilitantes, respecto a los precios vigentes en el pasado curso.

En el caso de los grados, el coste de la primera matrícula se situará en Castilla y León en niveles del curso 2011-2012. En concreto, se alcanzará una reducción de un 2,68 por ciento, antes del plazo máximo fijado por el Ministerio de Universidades para el curso 2023-2024. Esta disminución supondrá, en concepto de compensación a las universidades, 1.162.657 euros. Una inversión enmarcada en el objetivo de la Junta de Castilla y León de crear oportunidades para todos, de prestar la mejor formación posible con la mayor cercanía posible.

Lucas también ha manifestado que la oferta de enseñanzas ha crecido de manera adecuada y que la fórmula establecida ha permitido la planificación estratégica de las universidades y garantizado la calidad de los estudios ofrecidos. En este sentido, Lucas ha señalado que “sin renunciar a la elaboración consensuada de un nuevo mapa de titulaciones y al establecimiento de actuaciones conjuntas que refuercen y modernicen la oferta de enseñanzas, la prioridad es la adaptación, garantía y aseguramiento de la calidad de los títulos que actualmente se imparten. Por ello, cuando se retome este modelo de ordenación, debemos aprovechar la experiencia acumulada en el análisis de las titulaciones con poca demanda y proponer nuevas fórmulas que optimicen el uso de los recursos”.

En concreto, las universidades públicas de la Comunidad han presentado 37 planes de viabilidad, con una vigencia de tres cursos académicos, para títulos de grado identificados inicialmente por a su baja matriculación. Tras la implementación de los planes de viabilidad, 10 titulaciones han conseguido incrementar ligeramente su matrícula de nuevo ingreso en el curso 2019-2020 y tres de ellas han superado los umbrales mínimos marcados, dejando de ostentar la consideración de titulaciones con baja matrícula.

Finalmente, se ha señalado que se debe apostar por la transformación de ciertas titulaciones en estudios singulares, incluso interuniversitarios, enmarcados en una estrategia de Comunidad más que en la implantación de nuevos títulos aislados del resto del sistema universitario.