Literatura

Stuart Park y Jiménez Lozano recorren en letra un malogrado viaje a Oxford

Se trata de la última obra que será presentada en la Feria del Libro de Valladolid

Cartel Homenaje a Jiménez Lozano en la Feria del Libro de Valladolid
Cartel Homenaje a Jiménez Lozano en la Feria del Libro de ValladolidIcal

La presencia de la Biblia en las letras españolas “viene de Fray Luis, Teresa de Ávila y san Juan de la Cruz, salta a Unamuno y se reengancha en José Jiménez Lozano”, un bagaje “más que insuficiente”, ha observado el filólogo británico S. Stuark Park, coautor del libro “El viaje a Oxford que nunca tuvo lugar”. ”La Biblia es ante todo un libro. Se sea creyente o no, es el libro fundamental de nuestra cultura y, sin embargo, su desconocimiento es casi total”, ha lamentado este sábado Stuart Park (Preston, Inglaterra, 1946), licenciado en Filología Románica y doctor en Literatura Española.

En Valladolid, donde reside desde 1976 y ha sido docente, conoció a Jiménez Lozano y compartieron un común interés por las sagradas escrituras en su vertiente no sólo espiritual, sino también histórica, cultural y literaria, cuya presencia en la obra de Jiménez Lozano, fallecido en 2020, centra este libro de conversaciones. ”Hace diez años planeamos un viaje a Oxford y Canterbury que finalmente no se pudo realizar y decidimos contarnos todas nuestras sensaciones”, ha explicado Park a Efe sobre el origen de un libro que será presentado el 12 de junio en la Feria del Libro de Valladolid (FLV).

”Era un hombre muy brillante, abierto, afable, ecuménico, ingenioso y agudo. Me gusta mucho su poesía porque sintetiza de una manera muy concisa todo el espíritu de Jiménez Lozano: su amor a los pájaros, a la vida, la naturaleza...”, ha evocado acerca de su amigo y de una obra a la que el tema bíblico “le ha dado universalidad”.Títulos como “Sara de Ur”, “El viaje de Jonás” y bastantes de los cuentos contenidos en “Un dedo en los labios”, acusan ese sesgo espiritual y literario que Jiménez Lozano siempre consideró que le había perjudicado como escritor y él mismo reconoce en un momento de esas conversaciones entre ambos amigos y cómplices.

”Lo que yo pienso es que esa presencia bíblica en mi escritura es de las cosas que más me ha perjudicado como escritor, porque de este modo me he marginado o he sido marginado por mi temática y mi lenguaje”, así como por “ciertos prejuicios ideológicos muy hispánicos”, afirma el escritor en una de esas charlas que ahora ven la luz en letra impresa y, en parte, de forma póstuma.

La heterodoxia y de forma especial en la tradición hispánica, la sabiduría griega en el discurso cristiano y el arte narrativo en la Biblia trenzan esos diálogos entre Stuart Park y Jiménez Lozano, donde no falta la común admiración por George Borrow (1803-1881), autor de “La Biblia En España” que tradujo por primera vez Manuel Azaña.Vendedor de la Biblia protestante en varios viajes por la España del siglo XIX, Borrow dejó en ese libro un retrato de la sociedad del momento, de los vaivenes políticos, de la miseria intelectual, de la inseguridad de los caminos, del acecho de las autoridades por sospechoso, todo lo cual padeció.

Pero, pese a todo ello, “lo que es estupendo en Borrow es que no se permite ni el mínimo gesto o palabra no ya de superioridad, sino de desamor a la misma sociedad que él mismo, contando ciertas cosas, denuncia”, reflexiona Jiménez Lozano en otra parte de esas conversaciones ahora publicadas por Confluencias Editorial. Un año después de su fallecimiento, es la tercera publicación póstuma del escritor galardonado en 2002 con el Premio Cervantes, después de “Evocaciones y presencias”, la última entrega de sus diarios” y “Correspondencia (1968-1972)”, la que mantuvo con el filólogo e historiador Américo Castro.

”De él destacaría sus ensayos sobre las figuras de santa Teresa, Fray Luis y san Juan de la Cruz, también sus reflexiones sobre el Concilio Vaticano II, toda su poesía y algunas novelas como “El viaje de Jonás” y “Sara de Ur”. Es fundamental”, ha resumido Stuart Park.