Gastronomía

IGP Morcilla de Burgos: un salvoconducto de calidad para generar riqueza y empleo

El Fórum Evolución acoge un acto en el que se reconoce la labor de todas aquellas personas que han trabajado durante más de dos décadas para lograr este sello de calidad

Reconocimiento de la IGP Morcilla de Burgos
Reconocimiento de la IGP Morcilla de BurgosLa RazónLa Razón

El Palacio de Congresos Forum Evolución de Burgos ha acogido este jueves un acto de reconocimiento a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Morcilla de Burgos pero, sobre todo, de distinción a la labor de todas aquellas personas que han trabajado, apoyado y colaborado, durante los últimos 25 años, en la iniciativa que defendía la consecución de una figura de calidad.

El acto, que estuvo conducido por el ilusionista zamorano Miguel de Lucas, presentador de Un País Mágico en La 2 de Televisión Española y de Contigo Pan y Magia en CyLTV, reunió a una amplia representación del sector agroalimentario de la provincia de Burgos y del resto de la geografía regional.

También intervino el periodista especializado Javier Pérez Andrés, conocedor de la industria cárnica de Burgos que lleva más de 25 años informando sobre el sector agroalimentario de la región en televisión, prensa y radio.

La consecución de la Indicación Geográfica Protegida, por la cual han luchado durante más de dos décadas, garantiza la protección de las cualidades de este producto tradicional, poniendo también en valor al sector cárnico.

La elaboración de la «Morcilla de Burgos» está históricamente relacionada con la matanza casera del cerdo. En el siglo XX, la «Morcilla de Burgos» se empezó a elaborar en obradores y fábricas, siguiendo las formas tradicionales y acercándose a las recetas que han pasado de generación en generación.

Es un producto cárnico obtenido mediante embutido y posterior cocción, en cuya elaboración se utilizan los siguientes ingredientes básicos: cebolla horcal, manteca o sebo, arroz, sangre, especias y sal.

La «Morcilla de Burgos», según informan desde la IGP, presenta cualidades específicas que la hacen diferente a la obtenida en otras zonas de España y que se debe a la utilización de la cebolla horcal. De hecho, según la tradición oral referente a la matanza, que se transmite de padres a hijos, y que aún persiste en muchos pueblos, la mejor cebolla para la elaboración de morcilla es la variedad regional conocida como cebolla horcal, también llamada matancera o de matanza por su estrecha relación con esta actividad, ya que se obtiene fresca durante los meses de otoño y principios de invierno, coincidiendo con la época de matanzas.

Desde la Indicación Geográfica Protegida Morcilla de Burgos destacan que la IGP no solo ampara las cualidades organolépticas del producto, sino que es también el salvoconducto para la generación de riqueza y empleo del sector cárnico que apueste por el amparo de esta mención de calidad.