Sanidad
La UBU desarrolla un nuevo método para la detección de SARS-COV-2
La Universidad de Burgos y el SACyL presentan la solicitud de registro como patente de esta metodología “novedosa, precisa y de alto valor sanitario”
El grupo de investigación Microbiología ‘Una Salud’, perteneciente al Centro de Patógenos Emergentes y Salud Global de la Universidad de Burgos (UBU), en colaboración con el Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE), ha desarrollado una nueva metodología para la detección “exclusiva e inequívoca” de virus infecciosos del SARS-CoV-2. Se trata de una metodología “rápida, sencilla y económica” (menos de 0,3 euros por test) que facilitará la toma de decisiones en el contexto del diagnóstico de la COVID-19. La UBU y el SACyL han presentado la solicitud de registro como patente de esta metodología “novedosa y de alto valor sanitario”.
Así lo anunció hoy la Universidad de Burgos en un comunicado, en el que recuerda que actualmente la prueba diagnóstica para la confirmación de la presencia del virus consiste en la técnica de RT-qPCR (comúnmente llamada ‘PCR’), que amplifica y detecta el ARN vírico. “Lo detecta de igual forma proceda de partículas víricas íntegras (que son infecciosas, capaces por lo tanto de causar la enfermedad a otras personas) o de partículas víricas dañadas (que no son infecciosas, y no pueden, por lo tanto, infectar ni causar enfermedad a otras personas)”, explican.
En este punto señalan que estudios recientes apuntan a que el ARN del virus puede continuar en la sangre semanas después de la detección de anticuerpos específicos para el virus en la sangre (la presencia de estos anticuerpos evidencia la exposición a la enfermedad, y que ha habido respuesta por parte del sistema inmune del paciente, es decir, que ¨su cuerpo ha combatido la enfermedad¨). En este sentido, según indicó el profesor David Rodríguez Lázaro, esta nueva metodología permite discriminar el estado infeccioso del virus mediante un tratamiento previo de la muestra de menos de 30 minutos. Con este método, el tiempo de espera para la obtención de resultados es de 30 minutos más que la PCR, puesto que a la muestra clínica hay que añadirle el compuesto a una concentración optimizada y dejarlo actuar unos 20 minutos.
Este proyecto de investigación está financiado por la Gerencia Regional de Salud de la Junta de Castilla y León. En la línea de investigación sobre COVID-19 se han optimizado las condiciones de tratamiento previo a la RT-qPCR (la PCR actual), que permite verificar la integridad (infecciosidad) de los virones de SARS-CoV-2. Las condiciones de tratamiento requieren un tratamiento muy sencillo de tan sólo 30 minutos, y han sido validadas para los diferentes sistemas de extracción de ARN viral y detección específica de SARS-CoV-2 por RT-qPCR, más ampliamente usado en los servicios de microbiología de los hospitales de Castilla y León.
La metodología ha sido evaluada en más de 400 muestras clínicas y los resultados garantizan una aplicación satisfactoria en la rutina diagnóstica. Por tanto, los investigadores consideran que esta metodología es “más precisa” y podría utilizarse ya mismo en la población general, pero han de tenerse en cuenta el proceso del paciente y la licitación del método.
Este nuevo desarrollo “permitirá un valor añadido en el diagnóstico del virus SARs-CoV-2 ya que permitirá conocer el estado infectivo de aquellas muestras positivas a la técnica de PCR”, afirma el también director del Centro de Patógenos Emergentes y Salud Global de la Universidad de Burgos, David Rodríguez, e investigador responsable de la investigación junto con la doctora Isabel Fernández Natal del CAULE. Asimismo, Rodríguez apunta que puede ser muy útil a nivel asistencial pues podrá ayudar a tomar decisiones en situaciones en la que los resultados son dudosos.
En este sentido, en el análisis rutinario de muestras en el ámbito sanitario es frecuente encontrar muestras con valores de Ct muy elevados, dando lugar a resultados no totalmente concluyentes y la aplicación de esta metodología podría ayudar a determinar si se trata realmente de pacientes con la presencia de virus infecciosos.
Por último, el profesor explicó que, a lo largo de la pandemia se ha observado que algunos pacientes tardan mucho tiempo en “negativizar los resultados de PCR”, es decir, son positivos a esta técnica durante períodos de tiempo muy largos no congruentes con el período de infección normal. Con la aplicación de esta metodología “se podría conocer si esos resultados positivos de PCR están o no asociados con la presencia del virus infeccioso”.
Desde la UBU señalan que todo esto podría tener un impacto “beneficioso” en la toma de decisiones clínicas en el ámbito asistencial, particularmente en momento de alto estrés asistencial. “También repercutirá positivamente en costes en el sistema regional de salud, al ayudar a reducir el tiempo de estancia hospitalaria, aislamiento en el hogar y pérdidas de horas de trabajo, así como la reincorporación de personal sanitario de una manera más segura, rápida y efectiva”,concluyen.
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