La Universidad Católica de Ávila celebra sus Bodas de Plata

Fue una gran fiesta. No era para menos. La Universidad Católica de Ávila alcanza sus 25 años de andadura y más fuerte que nunca. Una institución joven y que se ha convertido ya en todo un referente de la educación cristiana, no sólo a nivel nacional sino mundial, y que en la tarde de ayer, celebraba su aniversario por todo lo alto, con una emotiva fiesta en el Lienzo Norte de la capital abulense.

Numerosas personalidades de la sociedad civil, política y académica no quisieron perderse esta gala, entre las que se encontraba la consejera de Educación en funciones, Rocío Lucas. El obispo de la Diócesis abulense, José María Gil Tamayo abría el acto leyendo una carta del Papa Francisco, donde felicitaba a la institución por este aniversario y la animaba a seguir continuando en esta línea.

El propio Gil Tamayo, reivindicaba en su discurso que tanto «la educación como la cultura deben estar siempre presentes al servicio del hombre y de la sociedad». Una de los momentos más emocionantes de la noche llegó con la interpretación del nuevo himno de la UCAV.

Después llegaba el turno para la rectora, María del Rosario Sáez Yuguero, quien abrumada por la convocatoria, agradecía el «importante respaldo» de la sociedad abulense para con la institución. Y destacaba las dos líneas estratégicas en las que se ha basado la UCAV en estos 25 años de historia. «La gratitud a Dios y a Santa Teresa» y el compromiso con la comunidad universitaria enraizada en los valores católicos.

Y como colofón, un reconocimiento para la Presidenta del Consejo Directivo de la Universidad Católica de Ávila, Lydia Jiménez, el «alma máter» de este proyecto educativo que recibía, entre los aplausos de los asistentes, la Medalla de Oro de la institución.