
Desalojo
Esta es la técnica que utiliza un pueblo de Murcia para frenar a los okupas: no requiere orden judicial
La localidad ha conseguido liberar 94 casas y dos edificios gracias a este novedoso y curioso sistema antiokupas

El fenómeno de la okupación sigue estando muy presente en España. En 2024, los casos de allanamiento de morada y usurpación de vivienda aumentaron un 7%, llegando hasta los 16.426 casos registrados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, más allá de los números, el mayor problema reside en lo que desencadena cada uno de ellos. No solamente genera problemas a los propietarios, sino también en algunos casos a los vecinos de la zona. N
El último ejemplo de esto se dio en Galicia.Una pelea en el interior de un edificio okupado en pleno barrio coruñés de Agra do Orzán terminó con la detención de uno de los implicados y la intervención de los servicios de emergencia. Los agentes de la Policía Nacional comprobaron que en el interior del edificio se estaba produciendo una violenta reyerta entre al menos dos personas. Para evitar más casos así, se están intentando llevar a cabo diferentes medidas.
Uno de los más activos en esta lucha es Xavier García Albiol, alcalde de Badalona. Está intentando erradicar este tipo de casos en su localidad, personándose en los distintos casos y dejando en evidencia a los okupas, señalándoles directamente y mostrando su nacionalidad. Sin embargo, la solución más llamativa está teniendo lugar desde hace un tiempo atrás en un pueblo de Murcia, Algazas. Su truco no deja indiferente a nadie.
Esta es la técnica de un pueblo de Murcia para acabar con los okupas
La técnica es muy sencilla: tapiar las puertas de los pisos okupados. Una vez que la Policía tiene conocimiento del caso, se inicia todo el procedimiento. Se refuerzan las patrullas de vigilancia, que observan el inmueble y esperan al momento adecuado para actuar. Como no puede ser de otra manera con esta técnica, se espera a que los okupas salgan de la casa para realizar alguna tarea y cuando está vacía, se ponen manos a la obra.
En ese momento, se procede a cortar los suministros y se sustituye la puerta habitual por un muro de cemento y ladrillo que hace casi imposible que los okupas puedan volver a entrar. Esto hace que la casa quede protegida ante cualquier nueva okupación. También se realiza este proceso cuando se frena antes de que entren para evitar cualquier nuevo ataque. La Policía no actúa en solitario, lo hace siempre con el permiso de los propietarios.
Un truco exitoso
Tapiar la puerta es un elemento disuasorio para todos los que se vean tentados a entrar, ya que es más complicado y tumbar el muro necesita de tiempo y provoca ruido. Gracias a esta técnica, el pueblo murciano ya ha conseguido liberar 94 casas okupadas y dos edificios. Esto provoca que los conflictos, como el que ocurrió en Galicia, no salpiquen a los vecinos y puedan recuperar la tranquilidad a la vez que los propietarios se hacen con el control de la vivienda y pueden decidir sobre ella.
Este sistema no necesita orden judicial y permite que la recuperación sea más rápida que la media nacional. Pese a que este mes entró en vigor la ley que permite que se juzguen por procedimientos abreviados los casos de allanamiento de morada y usurpación de vivienda, los desenlaces de muchos casos se siguen dilatando en el tiempo para sufrimiento de propietarios y vecinos afectados.
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