Economía
Castilla y León crecerá entre el 0,5% y el 1,7% este 2023
Las predicciones indican que el empleo podría mermar un 0,9% o crecer un 2,3%
El deterioro de la actividad económica será evidente en Castilla y León en 2023, cuando la Comunidad crecerá entre 0,5 y 1,7 puntos porcentuales, cuando este año avanzará en una horquilla entre el 2,4 y el 3,3 por ciento. Las previsiones oficiales y de los principales institutos de predicción económica de la Comunidad indican asimismo, que el mercado laboral se resentirá profundamente, con una variación entre los 0,9 puntos negativos a un avance del 2,3 por ciento, frente a un crecimiento entre el 1,8 y el 2,8 por ciento de los puestos en 2022.
Un análisis de los estudios de predicción para el año que viene sitúa la previsión más optimista en la red Hispalink, con una estimación del 1,7 por ciento, frente al 1,6 por ciento de la Junta, el uno por ciento de Unicaja Banco y el 0,5 por ciento de BBVA Research. En cuanto al cierre de 2022, la mayor estimación corresponde a la Junta y a Funcas, un 3,3 por ciento, cuando el Gobierno regional previó inicialmente un 4,9 por ciento. Unicaja sitúa el cierre, por su parte en el tres por ciento; BBVA en el 2,9 por ciento, e Hispalink en el 2,4 por ciento.
Por lo que respecta a la evolución del empleo, el dato más optimista para 2023 es el de la Junta del 2,3 por ciento, seguido por el 0,8 por ciento de Unicaja, y la pérdida de nueve décimas prevista por los estudios de BBVA. Este año, el mayor porcentaje de aumento del empleo lo otorga Unicaja, 2,8 por ciento, una décima más que la Junta, 2,7 por ciento, frente a un 1,8 por ciento de BBVA, de nuevo la que estima peor comportamiento de las distintas variables.
Elevada incertidumbre
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid y responsable del equipo Hispalink en la Comunidad, José Luis Rojo,explicó a Ical, indicó que la situación económica está marcada por la guerra en Ucrania, con su trascendencia sobre los sectores agrarios y energéticos, y las tensiones fuertemente inflacionistas, iniciadas en los dos sectores citados, pero que se han trasladado al conjunto de la oferta. “Estos dos impactos negativos, junto con la crisis de la logística industrial de componentes, han provocado una crisis de la oferta de manufacturas a la que se han sumado los problemas de demanda en bienes de consumo”. Y, por otro lado, la fuerte elevación de los tipos de interés, “está afectando a los precios de las hipotecas actuando de forma negativa sobre la actividad constructora”.
Rojo manifestó a Ical, que las “incertidumbres son muy notables”, pero la Comunidad podría crecer en 2023 un 1,7 por ciento por debajo de la estimación del 2,4 por ciento para 2022, con un deterioro del dinamismo a finales del ejercicio.
En este sentido, afirmó que “no puede descartarse que la probable recesión técnica de finales de 2022 sume nuevas incertidumbres a las ya existentes, con revisiones a la baja del crecimiento medio anual de 2023, si bien no resulta verosímil una tasa negativa en el acumulado anual”.
A juicio de Rojo, puede esperarse que el año que comienza muestre ya una pequeña recuperación de la industria regional (0,6 por ciento), mientras que la construcción (0,4 por ciento) mostraría una “debilidad” derivada de la posición elevada de los tipos de interés y de las escasas expectativas de rentas. En cuanto a servicios (dos por ciento), mostrará una “manifiesta desaceleración” (dos por ciento en media anual) si bien los previstos incrementos en el gasto derivados del periodo electoral “pueden aliviar ligeramente esta pérdida de ritmo”.
José Luis Rojo también indicó que Hispalink entiende que en 2024, la economía de la Comunidad acelerará hasta el 2,4 por ciento, en un contexto de “fuerte incertidumbre”. Este dinamismo estaría “alentado por aceleraciones moderadas del crecimiento en toda la economía no agraria”. No obstante apreció que “debe prestarse atención a la evolución temporal de los riesgos que condicionan la perspectiva actual de la predicción, incluyendo la presión que se dibuja en el horizonte económico en la línea de la amortización de deuda pública, en un escenario de altos costes de sostenimiento de la deuda derivados del incremento de los tipos de interés”.
Previsiones prudentes pero optimistas
El equipo de coyuntura de la Universidad de Burgos considera que el PIB de la Comunidad crecerá este año un tres por ciento y el que viene un uno por ciento, con porcentajes para el empleo del 2,4 y el 0,6 por ciento, respectivamente. Estos expertos indican que las previsiones de la producción y el empleo de la Junta de Castilla y León son “prudentes pero optimistas”. No obstante, dejan claro que “las predicciones económicas son difíciles de formular siempre y especialmente en momentos de enorme incertidumbre como el provocado por la pandemia de la COVID-19 y las tensiones geopolíticas como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia”.
En este sentido, exponen que las predicciones están condicionadas por riesgos a la baja en un escenario donde el conflicto en Ucrania se prolongue en el tiempo; junto con un aumento de los precios de las materias primas y los alimentos, y la presión sobre los costes.
En este sentido, indican que para evitar esta espiral inflacionista “son desaconsejables los contratos de trabajo con cláusulas de indexación, que pueden desencadenar la inflación de costes asociada a la espiral precios-salarios”.
Los economistas de la UBU también advierten del impacto de la “eficiencia y eficacia” en la utilización de los fondos de la UE, en concreto el Fondo NextGeneration EU (NGEU), cuya cuantía se estima alcance el dos por ciento del PIB de Castilla y León. En este sentido se aboga por una aceleración en la ejecución de los fondos NGEU.
Asimismo, exigen medida en que se resuelvan los cuellos de botella en las cadenas de suministros, especialmente en el sector automotriz, porque constituye uno de los sectores “estratégicos” de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Por último, ponen de relieve que en el bienio 2022-2023 se prevé un aumento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), aunque el número de intervenciones y la magnitud de las mismas dependerá de la evolución de los precios.
Impulsar la actividad exterior
El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados Facultad de CC. Económicas y Empresariales Universidad de León, José Luis Placer, recordó que la Comunidad apenas crecerá un 0,6 por ciento en 2023, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.
En este sentido, advirtió de que “estamos a las puertas de un año difícil en donde el futuro inmediato, como señalaba recientemente el Banco de España, está sujeto a fuentes de incertidumbre provenientes del mercado de la energía, la evolución de las principales economías mundiales (nuestros principales clientes en el sector exterior), la continuidad de una política monetaria dirigida a rebajar la persistencia de una tasa de inflación alta basándose en el sacrificio del sector privado (empresas y hogares), y el mantenimiento de precios elevados en la energía y los alimentos”.
En este escenario de “debilidad interior”, dijo, “cobra fuerza la imperiosa necesidad de impulsar la actividad exterior de nuestro sector productivo buscando mercados con mejores perspectivas de evolución general”.
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