
Fiscalidad
Los hogares tienen menos renta real que en el año 2008
El índice de renta ha bajado 4,3 puntos en 17 años, la presión fiscal en el IRPF se ha elevado hasta el 14,4% y el sobrecoste por IVA entre 2021 y 2024 fue de 438 euros

Los hogares españoles no han recuperado, en términos medios, la capacidad económica real que tenían en 2008, antes del estallido de la crisis financiera, ya que las cuotas de IRPF han crecido más que su renta desde ese año. Así los confirma Funcas en un artículo firmado por Desiderio Romero-Jordán, en el que se constata que los pagos por IRPF son ahora superiores a los de 2008, pero la renta disponible –calculada como la renta bruta menos el IRPF y las cotizaciones sociales– continúa sin recuperar el nivel alcanzado antes de la Gran Recesión.
La culpa la tiene el desfase provocado por la denominada «progresividad en frío», al no ajustar los tramos del IRPF con la inflación. Y esto, ¿qué es lo que provoca? Pues que la subida salarial desaparece por una mayor presión fiscal que, además, debido a los mayores precios, el contribuyente pierde parte de su capacidad económica.
Según los cálculos realizados por Funcas con datos de la Agencia Tributaria, esta falta de ajuste del IRPF a la inflación ha permitido incrementar la recaudación en 16.800 millones de euros entre 2021 y 2024 gracias a que el índice de la carga media real de IRPF soportada por los hogares –que en el año 2008 estaba situada en el valor 100–, en 2024 alcanzó el 114,4, mientras que el índice de la renta neta media real apenas alcanzó 95,7. Es decir, que «los hogares tuvieron en 2024 una renta neta real inferior a la que tenían en 2008 y, además, en términos reales, pagan más IRPF que antes de la crisis financiera».
La falta de indexación a la inflación del periodo postpandemia ayuda a explicar una parte sustancial de la diferencia entre los índices de renta neta e IRPF de 2024.
Funcas advierte de que la inflación no solo ha afectado a la renta de los hogares a través del IRPF, sino también por el IVA, que supuso un sobrecoste de 75,7 euros por hogar en 2021, 195,2 euros en 2022, 98,6 euros en 2023 y 69,2 euros en 2024, para un total de 438 euros extra para las familias.
El informe concreta que el grueso de los ingresos tributarios corresponde al IRPF, IVA, impuesto de Sociedades (IS) y los impuestos especiales (IE). La recaudación por esos cuatro impuestos aumentó un 8,1% en 2024, equivalente a 21.167 millones de euros. Como resultado, su peso en el PIB pasó del 17,4% al 17,7%. Alrededor de cuatro de cada 10 euros de ese aumento corresponde al IRPF, tres al IVA, 1,8 a Sociedades y 0,6 a los impuestos especiales. Y si incluimos las cotizaciones sociales, la presión fiscal de esas cinco fuentes de ingresos no financieros se elevó hasta el 30,9 %, con un montante de 491.914 millones de euros.
La presión fiscal sobre el IRPF alcanzó su pico más alto de la serie histórica en 2024. Este incremento tiene su reflejo en el aumento del tipo medio de IRPF. Concretamente, pasó del 12,7% en 2019 a escalar 1,7 puntos y llegar al 14,4% el pasado año gracias a tres causas: el fuerte impulso del número de ocupados –que entre 2019 y 2024 crecieron en 1,8 millones–, el crecimiento del número de asalariados –que pasó de 19,8 a 21,7 millones– y por la falta de indexación de los elementos del IRPF.
En cuanto a la presión fiscal por IVA, el informe la situó el pasado ejercicio en el 5,7%, un nivel similar al promedio del periodo pospandemia (5,8%). Pero esta estabilidad solo se logró gracias a las rebajas fiscales que se implementaron a través del escudo social, como el tipo de IVA de la electricidad (entre 2021 y 2024), del gas (entre 2022 y 2024) y de alimentos en 2023 y 2024, aunque estas rebajas fueron compensadas, al menos parcialmente, por el aumento de recaudación inducida por la inflación. El resultado alcanzado por el estudio estima que su efecto real no compensó las altas tasas de inflación que, una vez retiradas, relanzaron la recaudación de 2024 en 6.632 millones, por lo que Romero-Jordán considera que «es previsible que la presión fiscal por IVA continúe en los próximos años con la línea ascendente observada desde 2013. Especialmente, si se mantiene el elevado peso del gasto sujeto a IVA sobre el PIB del periodo postpandemia, cuyo promedio desde 2021 es del 41,2%».
En Sociedades, el tamaño de la base impositiva creció desde el 8,1% de 2019 a un promedio del 10,7% en el periodo 2020 a 2024, alcanzando su máximo del 11,4 % en 2024 como consecuencia directa de un mayor tamaño de las bases sometidas a gravamen.
Con este récord de ingresos, el informe confirma que más de una década y media después de la crisis financiera, los hogares españoles no han recuperado su capacidad económica real y advierte de que «al actual ritmo de crecimiento de la renta real, se tardarán varios años en conseguir la convergencia con el nivel de 2008». Además, Romero-Jordán apunta que la cuota media de IRPF de 2024 fue «claramente superior» a la de 2008 y que la ausencia de indexación en el periodo postpandemia ha ralentizado el crecimiento de la renta real de los hogares. Por ello alerta de que «el efecto de la progresividad en frío es de naturaleza acumulativa, por lo que la erosión en la renta real seguirá creciendo en ausencia de medidas de ajuste específicas».
Y la situación marcha por el mismo camino en el presente ejercicio. Pese a que el nuevo entorno económico internacional «introducirá dificultades» de complicada previsión, los datos de recaudación disponibles hasta marzo de 2025 ofrecen crecimientos robustos en IRPF (9,9%), IVA (8,9%) e IE (7,3%), con una presión fiscal que apunta al alza.
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