Opinión
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones
Por haber gobernado durante cinco años sólo pensando en su interés particular y destruyendo la convivencia de los españoles.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones por haber gobernado durante cinco años sólo pensando en su interés particular y destruyendo la convivencia de los españoles.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones por haber engañado a los españoles criminalmente con la pandemia, por no avisar al menos uno o dos meses antes, de la misma, conocedor el gobierno de su existencia, tal y como expreso el primer ministro Conte de Italia en la portada del País de 9 de Marzo de 2020, diciendo que si no hubiera informado de ello a los italianos, ocultando datos del coronavirus o minimizarlo, hubiera sido criminal.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por haber mentido a todos los españoles al reafirmar sucesivas veces no pactar con los comunistas, ni con los sediciosos golpistas, ni con quienes son filoterroristas, ni con quienes están huidos de la justicia española, y siendo los jefes de esos partidos, malhechores, criminales, terroristas, delincuentes, golpistas, insurrectos y prófugos.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por haber permitido que su gobierno haya atacado en involución delictiva a SM el Rey que es el jefe del Estado, contraviniendo la promesa y acatamiento constitucional.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por haber atacado reiteradamente y conscientemente, al poder judicial inconstitucionalmente y permitir ataques delictivos de sus ministros a los jueces.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por haber atacado la división de poderes inconstitucionalmente, reiterada y conscientemente, no respetando las funciones del poder legislativo y judicial y queriendo inocular perversamente su voluntad y coacción, además de haber tomado al asalto al Tribunal Constitucional.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por servirse de una institución como la Fiscalía General del Estado para sus exclusivos intereses en contra de la legalidad y de la justicia.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por servirse de la Abogacía del Estado en beneficio propio y no del interés del Estado, así como asaltar el Tribunal de Cuentas, el INE, el CIS, o Televisión española.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por haber despreciado y vilipendiado indignamente a las víctimas del terrorismo y sus familias, así como al conjunto de los españoles que las honramos y nos solidarizamos permanentemente con ellas, no siendo siquiera mínimamente humano su comportamiento.
Acuso e inculpo al presidente del gobierno en funciones, por permitir homenajes terroristas y no hacer nada para impedirlos, siendo cómplice en pactos con el jefe terrorista del partido que los organiza.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por contravenir y atentar contra la Constitución, como consta en distintas sentencias, como con la pandemia, así como incumplirla constantemente, y circundarla engañosamente y siendo desleal a ella quebrando la Bona Fides, indispensable para dar y exigir el necesario ejemplo para su cumplimiento en espíritu y letra, y para fomentar de manera indispensable y siempre la convivencia, que el presidente del Gobierno en funciones ha quebrado.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por promover mesas de diálogo inconstitucionales junto a delincuentes sediciosos e imputados por atacar el orden Constitucional, y traicionar en esas mesas el orden democrático y de un estado de derecho y la honorabilidad de los españoles.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por haber gobernado la anterior legislatura de la mano y en complicidad con quienes atentan contra España y quieren su destrucción.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones, por no romper su constante pacto de cuatro años con quienes llevan en sus listas electorales ensangrentadas, -y que hemos conocido para las elecciones municipales-, terroristas y sentenciados por delitos de sangre.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones por no romper su pacto durante cuatro años - ademas de la indignidad inadmisible de ello -, con quienes han dado un golpe de estado, son indultados sin arrepentimiento y todos los días atacan e incumplen la Constitución de palabra y de obra, durante la legislatura, acabándola, con convocatoria de elecciones municipales, tras ellas, con convocatoria de legislativas y tras ellas, proclamando perseguir el referéndum o sucedáneo para la independencia, así como la amnistía.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones por pactar la coalición con quien también prometió nunca hacer y no poder dormir, y que trabaja permanentemente para la involución comunista, - Podemos ~Sumar-, facilitando todas las vías de entendimiento para la autodeterminación y la “dirección de Estado” a los partidos de listas electorales ensangrentadas, - Bildu-, los golpistas sediciosos- ERC- y los que aún siendo de derecha, trabajan para la autodeterminación y pactan con ellos -PNV-.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones por engañar y mentir nuevamente a los españoles en las elecciones del 23 de Julio, por elegir una fecha premeditadamente muy perniciosa, regar horas antes de dinero a los medios, ocultar la realidad con Correos engañando y desinformando, en detrimento de centenares de miles de votantes, como queda denunciado en la prensa más rigurosa de Alemania y por no presentarse abiertamente en coalición - aunque si compadreando - con el comunismo variopinto de Sumar, pero por no hacerlo de ninguna manera, y querer distanciarse expresamente, aunque los de las listas ensangrentadas le dejaran de mentiroso , con los filoterroristas y golpistas; para inmediatamente terminadas las elecciones de nuevo acercarse a ellos como si fueran el mismo partido, pero con los que la mayoría de sus votantes no comulgan, - véase el ignominioso pacto en Navarra, esperando a que pasaran las elecciones - y tratando de hipnotizarlos y atraerlos aún así, -por lo del miedo a los de la “derecha extrema” y “enemigos de los derechos”-, hacia el “progresismo” que solo él garantiza .
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones de incorporar criminalmente y como novedad, ademas de a toda la ecuación anterior, a un criminal prófugo de la justicia, un delincuente, que en ejercicio de su cargo institucional quiso dar un golpe de Estado, y perteneciente a un partido de derecha xenófoba, queriendo confundir a su electorado nuevamente, el presidente del Gobierno en funciones, con lo de “gobierno progresista” que se supone es de comunismo y radicalidad de izquierda. Le acuso e inculpo de haber pactado con él la elección de presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado, y sin ninguna buena trayectoria ni fama, a cambio de concesiones a todas luces anticonstitucionales y no permitidas por la ley.
Acuso e inculpo al presidente del Gobierno en funciones de pretender ser de nuevo el presidente del Gobierno, con la autorización y dirección de un prófugo, lo consiga o no, - magnifico ejemplo democrático en la presidencia europea española- , e independientemente de lo que la aritmética de nuestro sistema constitucional parlamentario permita, por actuar viciadamente en engaño y fraude de ley al saber que es de todo punto prohibido, indebido e inadmisible en democracia aportar a la suma partidos de izquierda comunista, filoterrorista y golpista, asi como de derecha xenófoba, racista y golpista, bajo el paraguas de “una mayoría social progresista, defensora de derechos “, que diariamente actúan, dan testimonio y proclaman la destrucción de la convivencia entre los españoles, de la Constitución y de la unidad de España. Es más, le acuso e inculpo, no solo de actuar viciosamente en fraude de ley, sabiendo que la legitimidad y la minima moral impiden proclamar tener esos apoyos por mucho que la aritmética lo atestigüe y permita, sino que actúa voluntariamente con mala fe, de manera criminal y en traicion a España. Al no tener previsto en la Constitución esta perversa anomalía, y que será muy necesario regular y reformar, no exime de un comportamiento jamás dado en nuestra democracia, jamás en Europa, y que nadie se atrevió nunca a traspasar por leal uso y costumbre de desarrollo de la Constitución, leal uso y costumbre del buen ejercicio democrático y de las buenas prácticas, tornando ahora en quebranto pleno del espíritu de la Constitución que jamás permitiría que un presidente del Gobierno, deslealmente, al igual que hizo el presidente de la Generalidad, utilizara la propia Constitución para legitimar y hacer legal su cargo, y con ello contravenirla diametralmente rompiendo la buena fe y la lealtad constitucional, para dar un golpe de estado. Si el presidente de Gobierno en funciones no rectifica inmediatamente, y cambia el rumbo presentándose ante el Rey solo para reconocer su derrota, sabedor, ademas, que sus socios enemigos de España, voluntariamente no se presentan a consultas ante el Rey, - añadiendo una actitud y comportamiento viciado a lo que pretende el presidente del Gobierno en funciones-, y renuncia a pactar con dichos enemigos de España, como buen demócrata, estará actuando con muy mala fe, contra toda lógica, lealtad y buena fe constitucional, y aprovechando conscientemente lo que en ella está previsto para fraudulentamente contravenirla inmediatamente pactando en complicidad manifiesta con los enemigos de España, pudiendo perfectamente hacerlo, en cambio, sin excusa alguna, eso si, con los que si acatan y cumplen la Constitución y la ley diariamente y forman juntos “la verdadera y auténtica mayoría social de nuestra nación”. Si no opta por ello, y sabiendo fehacientemente, cómo sabe, que tiene en su mano esa oportunidad, entonces, por encima de cualquier ideología, los españoles de a pie le acusaremos, tras cuatro años de complicidad con los destructores de España, en delito de lesa patria, de premeditada, consciente, reiterada, nueva, y agravadisima traicion a todos los españoles, a la concordia, a la Constitución, a la unidad de España, al Estado de Derecho, a la libertad y a la democracia.
Es un contrasentido y un contrafuero absoluto que aún teniendo la posibilidad de poder sumar una mayoría de apoyos parlamentarios circunstánciales, permitido por nuestro sistema parlamentario, se pretenda pactar con ellos cuando diariamente delinquen de palabra y obra contra el mandato constitucional y contra la unidad de España. Es una traición plena a la Constitución, al Estado de Derecho, a la democracia y a España, pero además y no menos importante, es más, trascendental, es la degradación moral más aberrante y abyecta a la que se le obliga y somete engañada, criminal, traidora y perversamente, al conjunto de la sociedad española, degradando los principios básicos de un pueblo que si se les consultara exactamente y transparentemente todo ello, jamás darían su aprobación y se lamentarían para siempre quienes equivocados o por desconocimiento, pudieran haber contribuido, por ser todo ello contrario a los más mínimos valores recibidos, y con la plena voluntad de querer seguir ejerciéndolos.
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