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Curiosidades

Así es el castillo medieval más antiguo de Valladolid: una fortaleza real en la que se puede pasar la noche

En su interior se encuentra un hotel dotado con hasta cinco suites y 19 habitaciones personalizadas

Castillo de Berenguela de Curiel de Duero (Valladolid) TripadvisorLa Razón

En la ribera de Duero vallisoletana, muy cerca de la localidad de Peñafiel, corazón de esta zona vitivinícola con su espectacular castillo medieval en lo alto abrazando y protegiendo a los peñafielenses y turistas, se encuentra otra fortaleza, no menos histórica y especial, pero que, a diferencia de la mayoría, en ella puedes pasar la noche a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho.

No en vano, este castillo ha sido propiedad y residencia de varios reyes como Alfonso VII, Alfonso VIII, Alfonso IX, Fernando III, Alfonso X El Sabio, Sancho IV, Alfonso XI, Pedro I y Enrique II de Trastámara, y en él se produjo el cautiverio más largo de España: el de Diego de Castilla, segundo de los dos hijos ilegítimos que el rey Pedro I el Cruel tuvo con su amante Isabel de Sandoval. Su tío paterno y nuevo rey Enrique II de Castilla lo mantuvo encerrado en la fortaleza vallisoletana, durante más de medio siglo, en concreto 54 años.

Estamos hablando del Curiel de Duero, situado a mil metros de altura y con unas vistas espectaculares de la comarca, cuyo origen se sitúa en torno al siglo XII aunque en sus laderas se han encontrado vestigios visigóticos del siglo VII e incluso una moneda romana del emperador Arcadio del siglo IV.

En nuestros días, en el interior de esta fortaleza se encuentra un hotel dotado con hasta cinco suites y 19 habitaciones personalizadas, con espectaculares vistas y dedicadas a los monarcas que vivieron en ella.

También dispone de un restaurante en el que pueden degustarse platos típicos de la zona con especial hincapié en el lechazo asado, su plato estrella, acompañado del tradicional pan de coscoja de la zona.

Un espacio gastronómico de altura en el que se puede comer desde cochinillo confitado hasta rabo de toro, pasando por carrilleras o la sabrosa morcilla de Burgos. Todo ello regado con los imponentes vinos de la Ribera de Duero.

Rollo jurisdiccional en Curiel de Dueropablo zumel arranzLa Razón

El castillo cuenta con salas para banquetes, varios comedores y un solarium, e incluso una piscina y una bodega.

Un lugar paradisiaco para desconectar del mundanal ruido y relajarse mientras se come y se bebe de primera, donde, además, se puede disfrutar del patrimonio, la naturaleza o de las gentes de una zona repleta de cosas que ver.

Esta localidad está inmersa en el Valle del Cuco, un lugar privilegiado que destaca por sus verdes y estrechos valles bañados por numerosos arroyos. Además, se enmarca en la región vitícola de la Ribera de Duero, que ofrece al turista un inmejorable paisaje de viñedos y bodegas.

Su casco histórico es un reflejo del esplendor medieval de este municipio, y cuenta con el título de ser uno de los pueblos españoles con más castillos por número de habitantes. Pues, además de la antigua fortaleza del cerro, a sus pies, se levanta otra: el Palacio fortificado de los Zúñiga. Este edificio no cuenta con un final feliz. Su decaída comienza en 1920, cuando fue arrancado y vendido todo aquello que tuviera cierto valor artístico. El castillo gozaba de una planta cuadrangular, grandes torreones en las esquinas y un patio central porticado.

Entre sus muchas joyas expoliadas están las yeserías toledanas y los artesonados y armaduras de la cubierta, cuyos restos se encuentran dispersos entre el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, una finca particular de Torrelodones, donde se montó el patio del castillo, en el Alcázar de Segovia, donde se instaló un artesonado, y otro localizado en California.

En cuanto al patrimonio religioso de Curiel de Duero destacan, la iglesia gótico-mudéjar de Santa María, con un recién restaurado artesonado, y la iglesia románica de San Martín, templo que hoy es propiedad particular y que ha sido convertido en bodega.

Asimismo, resaltan sobre su rollo jurisdiccional del siglo XVI situado a la entrada del pueblo, y la Puerta de la Magdalena, única, de las cuatro que existían, que se conserva de la desaparecida muralla del siglo XII que rodeaba la localidad.