
Medio Ambiente
El Geoparque Las Loras recupera los setos naturales como alternativa y complemento a los cerramientos artificiales para el manejo del ganado
El Itagra es el organismo encargado de plantear y desarrollar este proyecto de restauración ecológica que combina tradición ganadera y soluciones sostenibles basadas en la naturaleza

El Geoparque Las Loras está llevando a cabo una iniciativa pionera en el marco del Laboratorio GAD-EX: la recuperación y plantación de cercas verdes como solución natural y sostenible para el manejo del ganado en pastos y montes comunales. La intervención parte de la premisa de que los setos vegetales son una alternativa eficaz y económica a los cerramientos de piedra o metálicos, cuya instalación es costosa y su vida útil limitada. La acción se plantea también como una forma de reforzar la biodiversidad, favorecer la regeneración del suelo y mejorar la conectividad entre ecosistemas.
“Con la plantación de setos vivo se pretende beneficiar a las personas reduciendo los costes de explotación de la cabaña ganadera facilitando el manejo del ganado y, en suma, creando condiciones socioeconómicas que favorezcan la estabilidad de la población rural”, explica Asier Saiz, director del Itagra, entidad implicada en el Laboratorio GAD-EX y responsable de ejecutar esta acción. Asimismo, con la conservación de los setos vivos existentes y la nueva ejecución de otros desaparecidos, la previsión es mantener y mejorar la biodiversidad biológica no solo de las mencionadas zonas, sino de todo el territorio.
Una práctica ancestral con beneficios actuales
Y es que, a lo largo de la historia, los paisajes de Las Loras se han configurado gracias a elementos tradicionales como los muros de piedra seca y los setos vegetales. Estos no eran simples límites de propiedad, sino estructuras con una función práctica esencial: facilitar el control del ganado y favorecer el aprovechamiento de los recursos. La concentración parcelaria de mediados del siglo XX, sin embargo, provocó la desaparición de gran parte de estas infraestructuras, especialmente en tierras agrícolas y prados de siega, lo que supuso un grave impacto ambiental y la pérdida de un equilibrio ecológico que se había mantenido durante siglos.
Hoy en día, recuperar estas prácticas se ha convertido en una necesidad. Por eso, el proyecto contempla la creación de orlas espinosas formadas por especies autóctonas, inspiradas en los setos naturales que tradicionalmente delimitaban bosques de encinas, rebollos o robles quejigos. Estas nuevas plantaciones no solo recuperan una tradición adaptada al territorio, sino que responden a las actuales necesidades de la ganadería extensiva, marcada por la reducción del número de cabezas de ganado, el aumento de los costes de explotación y la necesidad de propiciar a los ganaderos, los pastores de toda la vida, unas condiciones laborales más dignas que permitan conciliar con su vida privada. “Este sin duda uno de los grandes problemas a resolver y del que pocas veces se habla”, señala Saiz.
Bienestar para el ganado y los pastores
Otra línea de actuación incluida en esta iniciativa es la plantación de árboles en zonas de descanso y abrevaderos. Durante los meses de verano, el ganado busca sombra para sestear, algo de lo que carecen la mayoría de los pastizales. Estas nuevas arboledas, además de mejorar el bienestar animal, también ofrecerán refugio a los pastores y contribuirán a diversificar el paisaje.
El valor añadido del proyecto reside en la participación directa de los ganaderos y juntas vecinales. “Han sido ellos quienes han señalado los lugares más adecuados para intervenir, garantizando que las medidas respondan a las necesidades reales del sector y puedan integrarse de manera efectiva en la gestión diaria del territorio”, explican desde el Itagra. Así, las plantaciones de árboles (fresnos, chopos y álamos temblones) se están llevando a cabo estos días en enclaves muy concretos de Arcellares del Tozo, Fuencaliente de Lucio, Fuenteodra, Hoyos del Tozo y Valtierra de Albacastro por los que el ganado muestra querencia para el descanso del mediodía, y que en verano resulta indispensable que se haga a la sombra.
En cuanto a los setos, las especies a plantar son muy diversas, destacando el espino albar, el endrino, el escaramujo, la zarzamora, la frambuesa, la madreselva, el avellano o el mostajo. De esta forma, se pretende aprovechar la gran diversidad de especies que ya existe en el Geoparque, cuya producción escalonada sustenta a la fauna silvestre durante el período invernal, lo que resulta muy interesante para que las abejas melíferas puedan completar el ciclo entre la floración de los brezos y las fabáceas.
Compromiso con el Patrimonio Natural
Con esta acción enmarcada en el Laboratorio GAD-EX -iniciativa que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU-, el Geoparque Las Loras reafirma su compromiso con la conservación del patrimonio natural y cultural, demostrando que es posible conjugar tradición e innovación para mantener viva la ganadería extensiva, una actividad clave en la identidad y sostenibilidad de este territorio único.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

El fiscal general, en el banquillo

