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Cultura

El pequeño pueblo que "esconde" una joya del románico en forma de ermita

Se trata de un templo arquitectónico único en España por su estilo y belleza

La ermita de Nuestra Señora del Valle de la localidad burgalesa de Monasterio de Rodilla Diputación de BurgosDiputación de Burgos

España es un país de patrimonio e historia. Pero aunque cuenta con un amplio y rico patrimonio no son tantas las joyas arquitectónicas con las que cuenta. Pues los vecinos de un pequeño pueblo de la España rural son unos privilegiados, ya que cuenta con una ermita románica única, de las más bonitas de España.

La arquitectura románica supone una manera de construir dentro del estilo conocido como arte románico desarrollado en Europa, con sus características propias y su especial evolución a lo largo de más de dos siglos, que comprende desde principios del siglo XI hasta la mitad del siglo XIII. Esa misma arquitectura en España adquiere sus propias peculiaridades dejándose influir tanto por las modas que le llegan desde el exterior a través de Italia y Francia como por la tradición y recursos artísticos antiguos en la península ibérica.

Se extendió en España en la mitad norte llegando hasta el río Tajo, en plena época de Reconquista y repoblación, en especial tras la conquista de Toledo (1085) que aseguró la paz al norte del Duero y favoreció en gran medida su desarrollo. Entró tempranamente en primer lugar por tierras catalanas de los condados de la Marca Hispánica donde desarrolló un primer románico y se extendió por el resto con la ayuda del Camino de Santiago y de los monasterios benedictinos.

Dejó su huella especialmente en edificios religiosos (catedrales, iglesias, monasterios, claustros, ermitas…) que son los que han llegado al siglo XXI mejor o peor conservados, pero se construyeron también en este estilo monumentos civiles correspondientes a su época, aunque de estos últimos se conservan bastantes menos (puentes, palacios) y militares (murallas como las de Ávila, castillos de Pedraza y Sepúlveda y torres), según señala Wikipedia.

El primer románico catalán estuvo muy influido por el arte carolingio y el musulmán de la península ibérica, siendo modélica la fundación del monasterio benedictino de San Pedro de Roda (878-1022).

A comienzos del siglo XI hubo una gran actividad arquitectónica por parte de grupos de maestros y canteros lombardos que trabajaron por todo el territorio catalán, erigiendo iglesias bastante uniformes.

La arquitectura románica plena llegó a través del Camino de Santiago, la entonces más reciente de las tres grandes peregrinaciones cristianas creada después de que en el siglo IX se descubriera en Santiago de Compostela un sepulcro que, según se creía, encerraba los restos mortales del apóstol Santiago el Mayor.

El modelo de románico español del siglo XII fue la catedral de Jaca (1077-1130), modelo que se extendió con algunas variaciones por las áreas reconquistadas según los reinos cristianos avanzaban hacia el sur.

El románico español también muestra influencias de los estilos «prerrománicos» —principalmente del arte asturiano, pero también del arte visigodo, arte mozárabe o de repoblación. Casi todos los edificios románicos españoles que se conservan han sido clasificados como Bienes de Interés Cultural, apareciendo los más destacados ya en la lista de monumentos histórico-artísticos de 1931.

Ermita de Nuestra Señora del Valle

Pues uno de los templos románicos más impresionantes de España se encuentra en un pequeño pueblo de la Bureba burgalesa. Se trata de la ermita de Nuestra Señora del Valle, situada en Monasterio de Rodilla.

Se trata de un magnífico ejemplo del románico del este de la provincia burgalesa. Se encuentra a dos kilómetros del núcleo principal de Monasterio de Rodilla, en dirección a Temiño. Los monjes en el siglo X colonizaron el valle y emplazaron un monasterio junto a una fuente, bajo una peña, algo alejado de la vía romana. La ermita, fechada a finales del siglo XII, es el último vestigio del antiguo monasterio allí existente, anexionado al de Oña en 1063.

Está documentado que a principios del siglo XII, el conde Rodrigo Gómez de Bureba y su mujer Doña Elvira fueron dignos protectores del monasterio. A la muerte del conde, su viuda se retiró a Santa María del Valle. Según consta en los documentos, el hijo de ambos, de nombre Don Gonzalo, continuó con el apoyo al monasterio y ordenó edificar la actual ermita.

Ésta se construyó durante el periodo en el que Don Pedro Sánchez ocupaba el cargo de abad, hacia 1170 (siglo XII). La evidencia de que la iglesia no se puede remontar más allá del siglo XII debido a sus características arquitectónicas y decorativas es otro motivo de la aceptación de esta fecha.

Interior

El interior es breve, recogido y sencillo. Presenta tres tramos: ábside interior, crucero y nave. Existe una notable diferencia de altura entre ellos. El Ábside interior transparenta los elementos decorativos del ábside exterior. Aparecen en él tres ventanas, cada una en el centro de un arco, con sencillos capiteles. En el interior las ventanas son más abiertas que en el exterior, por lo que se encuentran abocinadas hacia el exterior. En esta zona se encuentra el altar, con su correspondiente mesa eucarística. Las luz que penetra en el interior por cada una de las tres ventanas converge en él.

Por su parte, el Crucero es su elemento más interesante es la cúpula de media naranja. Su único adorno es una moldura de flores que bordea su abertura circular central. Aparece levantada por cuatro arcos torales apuntados, entre los que figuran pechinas de cuello muy alargado. Estas pechinas, de origen e influencia bizantina, permiten el paso de un espacio cuadrangular a otro circular. Su alargamiento y fino estilo producen una sensación de elevación y espacio. A su esbeltez y finura, contribuye el leve apuntamiento de los arcos, una aproximación a la estética gótica.

El crucero presenta dos absidiolos o nichos orientados hacia el sur y el norte respectivamente, en dirección perpendicular a la orientación de la nave. Cada uno está resguardado por un arco de medio punto sostenido por dos columnas de tamaño mediano, sobre el que se alza un tejadillo a dos aguas de forma triangular.

Los capiteles del crucero repiten frecuentemente la temática de los canecillos. Presentan evidentes restos de policromía. Su tema principal es la naturaleza. Combinan motivos vegetales con otros zoomorfos: aparece un león con las fauces abiertas, un águila con las alas extendidas, serpientes que se cruzan e incluso hojas de acanto y pájaros.

Por último, la Nave está formada por dos tramos cubiertos por una bóveda de medio cañón, separados entre sí por un arco fajón apuntado con dos altas columnas adosadas y capiteles. Al fondo, se aprecian signos de un coro de hechura posterior.

En la parte baja de la pared posterior se distingue una pequeña puerta ojival lisa, en gran parte cegada por el muro. Su parte no cegada conecta con el exterior a modo de ventana. En lo alto de dicho muro, se distingue una ventana de medio punto cuyo único adorno es una moldura de tacos, según señala Wikipedia.

De la ermita proceden el magnífico Cristo del siglo XII y la hermosa imagen de Nuestra Señora del Valle, igualmente románica, que en la actualidad se encuentra en la iglesia parroquial de Monasterio de Rodilla. Las imágenes son de una gran perfección, por la expresión de patetismo en el Cristo y de bondad en la virgen María.

Exterior

Se trata de una iglesia de una sola nave estrecha y de altas paredes. Entre sus principales elementos destacan: La planta general que es muy sencilla. Contiene los tres elementos básicos de una basílica románica: nave, crucero y santuario.

Además el Ábside semicircular se encuentra sobre un resistente zócalo. En su estructura semicircular se suceden tres arcos ciegos de medio punto. Estos son muy abiertos y se apoyan sobre machones. No incorporan capiteles. Comprenden toda la forma semicircular del ábside y surcan el muro. Al ser el ábside bastante extenso, los arcos resultan ampliamente abiertos, algo poco común en el ámbito ortodoxo.

El muro del ábside alberga tres pequeñas ventanas cuyo objetivo es iluminar el altar. Dichas ventanas se sitúan por debajo de los tres arcos (una por debajo de cada arco). Cada ventana se encuentra escoltada por dos sencillas columnas, una a cada lado. Las ventanas y columnas se apoyan sobre delgadas pilastras, situadas a varios metros del suelo.

También los Canecillos, conocidos como modillones, son pequeñas piezas en las que se apoya el alero de la ermita. El ábside del templo contiene 24 canecillos pero estos no se encuentran solo ahí sino que se esparcen por debajo del tejado semicircular, rodeando el perímetro de la iglesia (además de en el ábside, se encuentran en la torre, la nave y la portada).

Los canecillos llaman la atención en gran parte por su gran variabilidad y temática. Encontramos en los canecillos representaciones de cabezas humanas, así como animales: águilas, arpías, leones, peces, cerdos, cuervos e incluso un buey. También aparecen músicos, contorsionistas y hombres realizando diversas acciones como cargar un tonel o tocar un caramillo.

Por último, la portada se encuentra en un pequeño saliente de la fachada frontal custodiado por un tejadillo. Está formada por un arco triple levemente apuntado. Las arquivoltas que aparecen en él están acompañadas de billetes a modo de ornamento. Presenta cuatro columnas acodilladas sobre jambas, cada una de las cuales está rematada por un capitel.

Partiendo de los elementos mencionados, la portada es románica pura en sus elementos y disposición, de influencia oriental por su escultura y del gótico incipiente por su arco.

El hermoso paraje en el que se encuentra este edificio, vigilado desde lo alto por las ruinas del castillo del conde de Bureba, Gonzalo Rodríguez, invita a pasar un día campestre en alguno de los merenderos de su entorno y a disfrutar del paisaje, según destaca la propiaweb del Ayuntamiento.