Cultura

Pérez Gellida culmina con ‘Nada bueno germina’ un díptico en clave de thriller de suspense que atraviesa España y concluye en Valladolid

El escritor pucelano retoma los personajes centrales de ‘Bajo tierra seca’, que le valió el Premio Nadal 2024, en una novela que el director editorial de Destino califica como “un festín para el lector”

César Pérez Gellida presenta su nueva novela en Valladolid junto a Jesús Julio Carnero y Blanca Jiménez
César Pérez Gellida presenta su nueva novela en ValladolidIcal

El Café del Norte primero y el Círculo de Recreo después han sido los escenarios elegidos por Destino para la puesta de largo nacional de ‘Nada bueno germina’, la nueva novela del escritor vallisoletano César Pérez Gellida. En esta ocasión, el autor de ‘Memento mori’ retoma las andanzas de Antonio Monterroso y Sebastián Costa, dos de los personajes capitales de su anterior obra (‘Bajo tierra seca’, que le valió el Premio Nadal 2024), para remachar un díptico ambientado a comienzos del pasado siglo con el cual explora, en clave de vertiginoso thriller de suspense, cuestiones como la ambición, la sed de poder u la lealtad.

El autor desgranó a la prensa desplazada hasta Valladolid el origen de este díptico, que nació como un “proyecto de guion” para una productora. Fue mientras estaba escaletando el tercer capítulo cuando se dio cuenta de que el proceso estaba “coartando” su libertad creativa. “El formato de guion tiene el problema de que es muy cerrado, no ha evolucionado desde sus inicios y te obliga a economizar mucho la palabra, porque cada página es un minuto de metraje. Fue entonces cuando decidí rehacer la historia para presentarla al Nadal, y ya en la fase final de la escritura decidí que serían dos novelas porque soy un cobarde y me cuesta mucho despedirme de personajes con los que he convivido tanto tiempo. No me gusta planificar nada, y siempre me dejo guiar por la intuición. Una cosa me lleva a la otra y me gusta dejarles cierta libertad a los personajes, que me susurran cosas en mi cabeza, aunque al final las riendas las lleve yo”, relató.

En su encuentro con los medios, tras una teatralización con un actor caracterizado como Sebastián Costa, Pérez Gellida explicó su rutina de trabajo en las novelas, donde nunca contempla un guion previo, una escaleta ni una estructura. “Así empecé a escribir, porque tenía problemas de insomnio, y me inventaba una historia que a la noche siguiente retomaba. Esas imágenes las traduzco a palabras, en el proceso inverso que hace un lector, convertir palabras en imágenes”, señaló en declaraciones recogidas por Ical.

Ese proceso le ha permitido, a juicio del director editorial de Destino, Emili Rosales, convertirse en “uno de los autores españoles que garantizan la diversión, la inteligencia y despertar el interés del lector”. “Domina los recursos narrativos, describe de una forma inigualable, es muy preciso y le da una viveza sin igual a sus libros”, defendió antes de recalcar el “importante cambio de escenario” que se ha producido en esta entrega, respecto a su antecesora, ya que mientras aquella era un thriller rural, ahora el ambiente es “mucho más cosmopolita”.

Una huida hacia delante

Tras firmar con ‘Bajo tierra seca’ “una de las novelas más exitosas del Nadal desde hace mucho tiempo”, la apuesta editorial ahora por esta continuación es importante, al llevar a las librerías españolas a partir de hoy jueves una primera tirada con 40.000 ejemplares.

Rosales subrayó que en la editorial están “muy entusiasmados” con esta nueva novela, que catalogó como “un festín”, siguiendo las andanzas de dos malvados que atraviesan la península desde Andalucía hasta Valladolid, pasando por Madrid. “Su huida, que transcurre en la España de hace un siglo, nos retrata también la España del momento, nos da pinceladas impresionistas y costumbristas sobre cómo era la vida y cómo operaban los malhechores entonces”, describió.

‘Nada bueno germina’ narra la huida hacia delante de Sebastián Costa y Antonia Monterroso, dos seres “muy emocionales”, un veterano de guerra convertido en atracador y una peligrosa mujer marcada por la ambición y el instinto de supervivencia. A su encuentro saldrá una riada de personajes con destinos dispares, entre los que se encuentran dos inspirados en personas reales cuya irrupción “lo cambia todo”, a juicio de Gellida: el comisario Ramón Fernández Luna, al que se conocía como el Sherlock español, y la espía francesa Marthe Richard, a quien se comparaba con Mata Hari. Para el escritor, dar con ellos dos fue “un golpe de suerte”, ya que aportan un registro “totalmente diferente” hasta generar “una novela distinta”.

Pérez Gellida confesó que en sus novelas intenta empujar a sus lectores a “un viaje” a través de los detalles, y reconoció que pese a su gusto por dejarse llevar mientras escribe, siempre con la intención de sorprender al lector con un “juego de prestidigitación, donde muestras y escondes cosas constantemente”, desde el inicio tuvo claro que el final de ‘Nada bueno germina’ discurriría “en casa”, en alusión a Valladolid.

Ante la pregunta de si se mata mejor en casa (en la novela se narran hasta 44 asesinatos, por lo cual reconoció haber tenido la sensación de que el teclado le olía “un poco a óxido” en algún momento), el escritor aseguró que “se mata mucho mejor en casa que fuera, y de forma diferente, como les sucede a los depredadores”. “Este es mi territorio natural, era una necesidad que yo tenía, no sé si como cuenta pendiente, pero sí desde el punto de vista creativo. Siempre me planteaba: ‘¿Cómo voy a recorrer España con una novela de principios de siglo y no terminar en Valladolid?’”, concluyó.