
Sociedad
El renacer del Pozo María
La primera fase de rehabilitación de este emblemático lugar, que se transformará en el Archivo Histórico de las Familias Mineras, concluye este verano

A finales de septiembre del año 2000 cerró sus puertas el Pozo María, una de las explotaciones mineras más emblemáticas del Valle de Laciana, enclavado en el corazón de Caboalles de Abajo, donde compartió historia con sus vecinos desde su apertura, a principios del siglo XX, de la mano de Gorgonio Torre, quien bautizó ese lugar con el nombre de su madre.
Del Pozo María se sacó carbón durante casi un siglo, primero en una explotación plana y después como mina vertical. Pasó por las manos de una compañía inglesa, y también perteneció a la Minero Siderúrgica de Ponferrada, MSP. Muchos años y muchos mineros que cada día acudieron al tajo para sacar adelante a sus familias. Y muchos que no regresaron, como los diez que se dejaron la vida en las entrañas de la tierra el 17 de octubre de 1979 tras una explosión en la galería 13, uno de los peores accidentes que se recuerdan en el valle.
El Pozo María marcó la vida de Laciana y por eso no podía quedar en el olvido. Su cierre supuso el abandono de una explotación que forma parte del corazón de los lacianiegos y que ahora renace gracias al proyecto para transformarlo en el Archivo Histórico de las Familias Mineras.
“Creemos que es uno de los mayores emblemas que tenemos en torno a la minería ya que tiene unas características muy singulares. Es un pozo que está dentro de Caboalles de Abajo, formaba parte de la vida diaria del propio pueblo y por eso nos parece tan reseñable, significativo y diferenciador respecto a otros que teníamos”, asegura el alcalde de Villablino, Mario Rivas.
La recuperación de esta explotación va más allá de la conservación del patrimonio o de poder transmitir su historia a futuras generaciones. Es algo “sentimental”, remarca Rivas. “No podíamos permitir que se perdiese y así se lo transmitimos a la Junta de Castilla y León cuando le pedimos que se hiciese cargo de él”, añade el alcalde.
Por eso en el año 2020 la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León compró el pozo por 70.000 euros. En 2021 otorgó 420.000 euros para que la Fundación Patrimonio Natural hiciese realidad el Archivo Histórico de las Familias Mineras.
Una segunda vida
Con esta iniciativa se pretende dar “una segunda vida” a este lugar. “Por un lado recuperar una infraestructura que constituye un inmejorable referente histórico de la arquitectura industrial y minera de nuestro país; y por otro, reunir en un solo lugar los fondos tangibles e intangibles que conforman la memoria de los mineros y sus familias, para ponerlos a disposición de la comunidad investigadora, de la cultura y de la sociedad en general”, explica el director del proyecto, y arquitecto de la Fundación Patrimonio Natural, Jorge Guerra.
Un proyecto que es posible gracias a la colaboración entre la Junta de Castilla y León, la Diputación de León y el propio Ayuntamiento de Villablino, con una inversión total de 1,5 millones de euros. La mayor cuantía, algo más de un millón de euros, procede del Gobierno autonómico, a través de los Fondos de Transición Justa con fondos europeos. Otros 375.000 euros llegan desde el ‘Programa R’ de la Diputación de León y el Ayuntamiento de Villablino aporta 120.000 euros.
La primera fase concluirá a mediados de este verano, y consiste en la rehabilitación de las construcciones y los espacios que forman parte de la explotación minera. Si nos acercamos hasta el lugar, vemos como ya ha desaparecido la maleza que ocultaba gran parte del lugar. El Castillete, uno de los lugares más llamativos de este tipo de minas, luce como en sus mejores tiempos. “Se ha liberado de las construcciones anejas que alteraban su aspecto, se ha recuperado su color original y vuelve a ser un hito visual para los lacianiegos”, explica Guerra, quien añade que “ascender por su empinada escalera permitirá al visitante disfrutar de un observatorio privilegiado sobre el Valle de Laciana”.
Por otro lado, se ha recuperado parte del trazado de las vías por donde circulaban las vagonetas con el mineral extraído y se puede ver una jaula, también restaurada, procedente del elevador del ‘Pozo Calderón’, de la vecina localidad de Orallo.
Al final de las vías, donde se encuentran las tolvas, se ha habilitado una pasarela que llevará al visitante a un espectacular mirador, donde se puede observar la Vía Verde, el Arroyo Fleitina y el monumento que recuerda a los diez mineros fallecidos en el pozo en 1979. Y bajo ese mirador, dos vagones de carbón de la MSP, completamente renovados.
El cobertizo será un espacio polivalente al aire libre, tras la eliminación de las cubiertas de chapa, los paramentos laterales y el tratamiento anticorrosión al que se ha sometido la estructura.
A continuación encontramos dos edificaciones: la que albergaba el taller y los vestuarios y otro donde estaban las oficinas. El primero será un Espacio Expositivo y Cultural, donde el visitante se encontrará, tras cruzar las nuevas puertas instaladas, con la antigua fragua donde se reparaban las herramientas. A partir de ahí se inicia un recorrido por un espacio donde se han eliminado falsos techos y algunas paredes, para facilitar la musealización, y donde se mantienen los azulejos y baldosas originales. Sí ha sido necesario reparar los cristales, la cubierta, colocar nuevos canalones y limpiar las fachadas de piedra, entre otras intervenciones.
“Con el fin de que se incorporen a la dotación expositiva, también se han recuperado los bancos dobles de los vestuarios, las cestas porta-lámparas, las taquillas y varios muebles que sirvieron para labores de taller. La accesibilidad del edificio se logra mediante la instalación de un ascensor”, detalla Guerra.
Las antiguas oficinas se convertirán en el propio Archivo Histórico de las Familias Mineras. Aquí la obra también sirve para eliminar falsos techos y algunas paredes. Se recupera la escalera original y se ha instalado un elevador-montacargas. “Se han pintado y tratado las cerchas de acero y se han reparado y reforzado los anaqueles originales de la planta semisótano para organizar, ordenar y mantener las cajas con documentación, antes de su clasificación definitiva en el archivo”, explica el arquitecto.
Pero lo más importante, teniendo en cuenta la documentación y objetos que se guardarán en este espacio, es el refuerzo de los forjados del suelo de la primera planta, mediante la ejecución de un sistema especial con elementos fibrosos que aumentarán la resistencia de las viguetas originales, sin incrementar de forma significativa el peso propio del forjado ni su espesor.
Todo ello se completa con la adecuación de los accesos, el Ágora entre los edificios, la explanada del Fórum Laciana, los aparcamientos, el cerramiento y un jardín natural sobre la antigua escombrera.
Dotación expositiva
Una vez finalizada esta primera fase comenzarán las labores para la dotación museística del edificio rehabilitado como Espacio Expositivo y Cultural, y el equipamiento funcional del edificio que será Archivo Histórico.
El Ayuntamiento de Villablino ya cuenta con alguna documentación y objetos para este archivo, pero todavía falta trabajo por delante. “La parte más singular es la del archivo. El carácter más diferenciador de esta infraestructura va a ser ese espacio, que no solo va a ser documental sino de otro tipo de piezas y elementos que formaban parte de la minería y que creo que es muy necesario recogerlo”, afirma el alcalde del municipio. “Queremos que todas las generaciones puedan entender lo que es y lo que supuso la minería, en concreto en el Valle de Laciana, pero con un contexto provincial y autonómico incluso”, añade.
“Siempre entendimos que este era un proyecto de abajo hacia arriba, que para que de verdad fuera bien acogido socialmente y se integrara como un proyecto de todos, los vecinos tenían que aportar”, dice Rivas, quien explica que ya ha habido dos mesas de trabajo con diferentes sectores de la sociedad lacianiega, como asociaciones o sindicatos que ya han aportado algunos elementos. “Ahora lo abrimos a todos aquellos que quieran aportar algo que piensen que puede ser de utilidad y puede ser expuesto”, continua.
Por otro lado, se colocarán diversos hitos simbólicos distribuidos por el interior del recinto. Entre ellos destacan el grupo escultórico ‘Elogio a la familia de los mineros’ y un memorial de alabastro con el nombre de todos los que perdieron la vida en las minas leonesas.
La idea es que el Pozo María pueda empezar a visitarse en la primavera de 2026. “Cuando abra de nuevo sus puertas, el Pozo María se convertirá en el único Archivo Histórico de nuestro país dedicado a la memoria de las Familias Mineras, poniendo a Castilla y León en la vanguardia de este tipo de instalaciones industriales rehabilitadas. Además, se convertirá en un referente nacional y ampliará el recorrido turístico y cultural por las cuencas mineras de la montaña leonesa”, remarca Guerra.
“La creación de este Archivo Histórico de las Familias Mineras se enmarca en la puesta en valor del patrimonio documental y audiovisual generado durante más de 100 años de extracción de carbón en la montaña leonesa y que se encuentra disperso entre los recuerdos y enseres de sus protagonistas”, añade el director del proyecto.
Todo ello hará “revivir” la historia y los recuerdos de los que forman parte de ella, como la de Manuel Gómez, vecino de Caboalles de Abajo, que observa, con interés y alegría, como el Pozo María resurge de sus cenizas cual Ave Fénix. “Me emociona verlo así ahora porque te caía la moral por el suelo viéndolo abandonado”, relata a Ical. “Me trae muy buenos recuerdos y me gusta verlo bien y que vengan a visitarlo”, dice, recordando los cuatro años de trabajo que compartió con muchos compañeros entre esas paredes. “Es bueno para el pueblo, es bueno para el Valle”, insiste.
Además, y de forma paralela, se trabaja también en otra iniciativa que complementará la visita al Pozo María, y que será La Mina en Vivo que se habilitará en las instalaciones lacianiegas de la Fundación Santa Bárbara.
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