Gastronomía
El restaurante de Valladolid conectado con Estopa que ha enamorado al dúo musical
Ubicado en el centro de la antigua capital del Reino de España, este templo gastronómico se caracteriza por unas espectaculares tapas que han fascinado a los hermanos de Cornellá
Valladolid es la ciudad española de las tapas. La capital del Pisuerga y durante seis años del Reino de España en tiempos de Felipe II, se ha ganado a pulso esta denominación por la calidad de los pinchos y el miso con el que se elaboran en sus bares y restaurantes, y que se han convertido en su principal atractivo turístico y motor económico.
Decenas de miles de turistas vienen cada año a Valladolid sólo para comprobar la fama que atesora esta cocina, muy de vanguardia.
Además, cada otoño organiza el Concurso Nacional de Tapas así como el Campeonato Mundial lo que da cuenta de la relevancia gastronómica que tiene Valladolid, y por qué es el templo de la cocina en miniatura.
Una cultura culinaria a la que hay que sumar los vinos de las cinco denominaciones de origen con las que cuenta la provincia (Ribera de Duero, Rueda, Cigales, Toro y Tierras de León) que acompañan a la perfección las reconocidas tapas de su oferta gastronómica.
Los Zagales, Villa Paramesa, El Corcho, La Tasquita, La Mejillonera, La Venta del Fraile... son algunos de los numerosos establecimientos emblemáticos e históricos que no pueden faltar en el cuaderno de bitácora de quien se acerque a Valladolid a probar sus tapas y raciones.
Pero en estas líneas de LA RAZÓN de hoy nos vamos a referir al templeo gastronómico por excelencia de "Pucela", como así llaman a esta ciudad: Restaurante Jero, el de la calle Correos, al que hace unos meses se ha sumado el Jero Catedral, situado en frente de la Seo vallisoletana.
Un paraíso de la cocina cuya visita es imprescindible para todos aquellos sibaritas o de morro fino que quieren deleitarse con lo mejor de la gastronomía vallisoletana.
Un negocio que, además, tiene una especial conexión con uno de los grupos musicales más importantes de España: los hermanos Estopa, que siempre que acuden a la capital del Pisuerga no dejan de pasar la oportunidad de pasarse por el Restaurante Jero de la calle Correos para probar sus deliciosas tostas bautizadas con nombres también curiosos.
Galáctico, de cecina con membrillo; Angelillo, un mus de foie con pistachos y confitura; Messi, elaborada con aguacate con gambas y curri -una de las favoritas de los hermanos Estopa junto a la de champiñón con queso emmental y gambas-; Portal, que tiene cecina con boletus y tomate confitado; La cabra II, con queso de cabra y tofe; Rollito, elaborada con jamón, esparrago y queso, son algunos de las delicatessen que pueden probarse en este establecimeinto del centro de la ciudad.
También destaca la tapa Quesero, que incluye queso frito empanado con ventresca; Misión, de bacalao con boletus; Castellano elaborad con morcilla y huevo de codorniz; Zapatero, hecha con salmón, mus de foie y ventresca; Rajao, que tiene queso de cabra y morcilla; Trigueros, gratinada con jamón y queso; Matrix, elaborada con higo, crema de queso y arándanos; Campesino, de morcilla con manzana; la de piña con gambas; Cabracho con salsa rosa; o Sisi, que tiene cecina y queso azul.
Una oferta amplia y variada de tapas a la que hay que sumar también el pincho del Hortelano, elaborado con alcachofa y verduras; la de Boletus con jamón, pimiento asado y queso; y la de pulpo con ali oli.
Todas ellas un placer para los sentidos de la vista, el olfato y el gusto, que han hecho de este lugar un templo de la gastronomía para vallisoletanos y turistas, y que tiene a muchos clientes vip, como es el caso de Estopa.
Asimismo, el establecimiento, con más de veinte años de experiencia, cuenta con un espacio acogedor con mesas altas donde disfrutar de una excelente cocina de diseño elaborada de manera tradicional y casera, utilizando productos de proximidad y materias primas de primera calidad, dando como resultado un acabado sabroso y natural. El local cuenta también con un comedor magnífico en la planta baja, donde disfrutar de platos ya clásicos, como las colas de cigalas con almejas; el arroz meloso con guiso de calamares o el solomillo de ternera con foie fresco, según cuentan ensu web
Un restaurante muy conectado también con este dúo español de rumba catalana formado por los hermanos David y José Manuel Muñoz de la localidad barcelonesa de Cornellá, que lleva ya la friolera de 26 años subidos a los escenarios de todo el mundo.
Y todo por una de sus míticas canciones dedicada a uno de los integrantes del grupo Los Chichos: Juan Antonio Jiménez Muñoz, más conocido como Jero o Jeros, pero también como "El del medio de Los Chichos", por ser líder de este grupo musical, y título que da nombre a una de las canciones más emblemáticas de Estopa.
"Jero" era en 1973 el principal componente, compositor y vocalista de Los Chichos. Junto a él estaban los hermanos Julio y Emilio Gonzalez Gabarre. Todos ellos formaron el trío más conocido de la rumba flamenca en español. Sus letras se basaban en la vida cotidiana de lo que pasaba a su alrededor, los amores de compra y venta, la marginación social, y los conflictos en pareja, fueron la temática y principal base de sus composiciones. «Ni más, ni menos», «Quiero ser libre», «Son ilusiones», «Bailarás con alegría», «Amor de compra y venta» y la BSO de la película "Yo, el Vaquilla" de 1985, son algunas de sus canciones más populares.
Precisamente, "Jero", autor de 18 discos, 16 con Los Chichos y dos en solitario, nació en Valladolid. Concretamente en el año 1951 en el número 49 de la calle Fuente el Sol del barrio de La Victoria, algo de lo que presumió a lo largo de su vida y trayectoria musical. El cantante, fallecido hace ya 30 años, en 1995, logró más de 15 millones de discos vendidos, 16 Discos de Oro y 12 Discos de Platino, y está presente siempre en la memoria de millones de personas.
En Valladolid, además, el Jero podría tener el nombre de una calle o una plaza, después de que el Ayuntamiento aprobara el pasado mes de noviembre una moción para tal fin.