La sorprendente iglesia mudéjar con necrópolis incluida en un pequeño pueblo de Valladolid

A alrededor de 77 kilómetros de la caputalla vallisoletana y en plena comarca de Tierra de Pinares nos encontramos con la localidad de Muriel de Zapardiel. Un pequeño municipio de poco más de un centenar de habitantes, que como tantos otros, esconde un auténtico tesoro en su interior.

Nos estamos refiriendo a la iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Construida en los siglos XI y XII es Monumento Nacional, desde el año 1983, con una torre a escasos metros, separada del templo y que se debe, según cuentan a que durante la Edad Media, el conjunto debió pertenecer a una encomienda de los templarios. Dicha torre se rehízo bien entrado el siglo XVI.

De su primera construcción solo se conservan los ábsides central y el meridional de la cabecera, mientras que el resto son reformas que se han ido realizando desde el siglo XVI hasta la actualidad. De estilo románico-mudéjar, sobresale el triple ábside de la cabecera mientras en el exterior se pueden contemplar arquerías ciegas que han sido construidas en ladrillo.

Dentro de la iglesia es interesante observar su artesonado mudéjar, su sagrario del siglo XVI o un órgano barroco.

Y otro elemento que uno no se puede perder es la torre construida, con utilidad para la vigilancia. Al interior se llega por una escalera exterior, a semejanza de las torres de la muralla de la vecina Madrigal de las Altas Torres.

Y otro aspecto interesante se halla en su necrópolis, considerada como una de las más importantes e España, que cubre el suelo de la iglesia, de uno de sus laterales e incluso de tierras anexas en los jardines.