Sociedad

Unamuno, siempre en el recuerdo de los salmantinos

Los ciudadanos Alfredo García González y María Teresa Rodríguez realizan la ofrenda floral junto a la estatua del exrector del Estudio salmantino, filósofo, intelectual y político en el 88 aniversario de su muerte

Mañueco, Carbayo, Prieto y Cabero, entre otros, durante el homenaje a Unamuno en Salamanca
Mañueco, Carbayo, Prieto y Cabero, entre otros, durante el homenaje a Unamuno en SalamancaJcylLa Razón

La ciudad de Salamanca, como cada 31 de diciembre, ha cumplido con la tradición de recordar y rendir homenaje a uno de sus personajes ilustres, Miguel de Unamuno, con motivo del 88 aniversario de su fallecimiento tal día como hoy pero de 1936.

Un sencillo pero emotivo acto que organiza cada la Asociación Amigos de Unamuno, en el que se lleva a cabo una ofrenda floral en la estatua del exrector de la Universidad de Salamanca, filósofo, intelectual y político obra de Pablo Serrano y situada junto a la casa en la que vivió y murió en la calle Bordadores.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha participado en este homenaje junto al alcalde Carlos García Carbayo; el presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero; o el presidente de la Asociación de Amigos de Unamuno, Francisco Blanco Prieto entre otras autoridades.

Si bien, a diferencia de años anteriores, han sido dos ciudadanos, Alfredo García González y María Teresa Rodríguez Sánchez, los encargados de colocar las flores a los pies de la figura.

Antes de la ofrenda floral, se celebró una recepción en el Ayuntamiento de Salamanca y tuvo lugar el tradicional paseo hasta la calle Bordadores con parada en el medallón de Miguel de Unamuno de la Plaza Mayor, obra de Óscar César Alvariño.

Durante el transcurso de todo el homenaje, la Banda Municipal de Música, bajo la dirección de Mario Vercher, ha puesto el tono musical con piezas de Strauss, Joaquín Rodrigo y Rafa Garrigós, junto con el himno de España.

Durante su intervención, Francisco Blanco recordó que Salamanca ha guardado la memoria de Unamuno y la conserva, un recuerdo a un rector “que ha pasado como el mayor intelectual que ha tenido el Estudio en sus 800 años de historia”, y a un vecino “honesto”, con la “satisfacción de pasear” por donde él “perdió sus pasos, recordándonos que en la vida vale más la verdad que la paz”.

Por su parte, el alcalde de la primera corporación municipal democrática que rindió este homenaje que ya es tradición a Miguel de Unamuno, Jesús Málaga, homenajeó al escritor afirmando que “supo entrar de lleno en el alma de los salmantinos” y recordando que don Miguel fue uno de los “pocos contemporáneos, salmantino de adopción del siglo XX, que ha logrado subir al pódium de la Plaza Mayor”.

Enrique Cabero, a su vez, tomó la palabra sin dejar de mirar hacia la obra de Pablo Serrano, hablando a “don Miguel”, a quien le confesó su intención de “seguir trabajando, investigando, estudiando, aprendiendo y enseñando de usted”. “Le queremos, don Miguel, le echamos de menos, pero seguimos su ejemplo, y vamos a seguir trabajando porque esta Universidad, la más longeva de las universidades en español, siga siendo el alma mater de tantas y tantas personas”, incidió.

En último lugar, Pablo de Unamuno agradeció a las autoridades el esfuerzo que hacen para recordar año tras año a su abuelo y el cariño demostrado por cada uno de los asistentes que acuden a este año, que es “enorme”. Si este acto tiene éxito es por el calor que ofrecen los ciudadanos de Salamanca. Juegan a caballo ganador”, señaló el nieto del exrector.

Para acabar, a todos los asistentes se les ha repartido una tarjeta conmemorativa del homenaje con las imágenes de la escultura de Pablo Serrano y del medallón de Óscar César Alvariño y un manuscrito autógrafo de Unamuno del poema ‘Salamanca’ incluido en la obra ‘Poesías’ de 1907