Barcelona

La Guardia Urbana de Barcelona: “El modelo policial de Colau es un fracaso”

Desde el sindicato mayoritario dentro de la Guardia Urbana, CSIF, su portavoz, Eugenio Zambrano, señaló a LA RAZÓN que «se trata de una nueva etapa, y la debemos aprovechar»

En la imagen, un acto de promoción de la Guardia Urbana, presidido por la alcaldesa, Ada Colau, en el Ayuntamiento / Foto: Efe
En la imagen, un acto de promoción de la Guardia Urbana, presidido por la alcaldesa, Ada Colau, en el Ayuntamiento / Foto: Efelarazon

El año acaba y en las últimas semanas la Guardia Urbana ha tenido una novedad importante, como fue el nombramiento de Pedro Velázquez como nuevo jefe intendente del cuerpo, lo que podría augurar una nueva etapa. Hay deberes pendientes, sobre todo en lo que respecta a la gestión de la alcaldesa, Ada Colau.

Desde el sindicato mayoritario dentro de la Guardia Urbana, CSIF, su portavoz, Eugenio Zambrano, señaló a LA RAZÓN que «se trata de una nueva etapa, y la debemos aprovechar», en referencia al nombramiento de Velázquez.

De momento, los principales sindicatos desearon buena suerte a su nuevo máximo responsable, pero también se quejaron de que fue el único candidato, dando a entender que fue elegido «a dedo».

El deseo de la Guardia Urbana es definir el modelo policial para la ciudad. En este aspecto, tienen que ser importantes tanto un pacto local como el papel de la sociedad civil. En este sentido, desde el CSIF aseguran que «el modelo policial de Colau es un fracaso». El divorcio viene de lejos, y también se suma otro sindicato el Sapol, que también se quejó del método para nombrar a Velázquez.

Según Zambrano, se tiene que crear un nuevo modelo policial.Eso incluiría, a juicio de los sindicatos, «recuperar el principio de autoridad –muy deteriorado según ellos en los últimos tiempos–, también la seguridad jurídica –esto se traduce en más apoyo judicial en cualquier proceso o juicio–». Además, y en un mensaje muy parecido al que lanzan a menudo los Mossos d’Esquadra, rechazan «ser una policía politizada».

Obviamente, también es importante el asunto de los recursos humanos, por lo que la Guardia Urbana sigue reclamando, desde hace tiempo, un total de 1.500 efectivos más. Es una vieja promesa, que no acaba de llegar, por lo que dicen «sentirse engañados».

Pero hay más. Otro asunto importante se basa en los recursos materiales, otra vieja petición, que, de nuevo, es compartida por los Mossos. Denuncia el cuerpo que «nos faltan más herramientas policiales, como por ejemplo armas largas, las pistolas táser –que sí que están a disposición de la Policía Autonómica– y también cámaras para binomios», es de cir, para parejas de agentes». También insisten en colocar en las calles más cámaras de vigilancia, tal y como sucede en otras ciudades europeas. El perfecto ejemplo sería Londres. Finalmente, en lo que se refiere a recursos materiales, reclaman una flota renovada de vehículos.

Volviendo al incremento de la plantilla de agentes, la Guardia Urbana considera que es importante la distribución por los distritos de la ciudad.

Esto se traduce en que se tendrían que destinar más efectivos a según que distritos, y el ránquing lo encabezan Ciutat Vella, Sants–Montjuïc, Sant Andreu y el Eixample. En definitiva, la Guardia Urbana tiene claro los deberes que le ponen a la alcaldesa y también a Velázquez para el año que viene. Entonces se verá si sigue el divorcio con el Ayuntamiento.