Coronavirus
El sector turístico se aferra a “súper ofertas” de las aerolíneas para que la gente viaje
Los hosteleros encaran la temporada estival con incertidumbre y preocupación
La sensación es compartida entre todos los agentes, operadores y empresarios del sector turístico, que encaran la temporada estival con gran incertidumbre, angustia y preocupación. El año 2020 ya está perdido y la única esperanza ahora para salvar el año es la reactivación del mercado nacional de cara al verano.
Las previsiones indican además que Cataluña será la comunidad más afectada con pérdidas de la actividad turística respecto al 2019 cercanas a los 25.218 millones de euros. De hecho, representantes de la hostelería y la restauración catalanas y las agencias de viajes coinciden en que por ahora la actividad del sector, que representa el 13% del PIB y el 14% de la ocupación, se limita a gestionar las cancelaciones de las reservas hechas con antelación y se prevé la ruina de un sector especialmente castigado por el estado de alarma y las restricciones posteriores al levantamiento del confinamiento.
En este sentido, Martí Sabrià, gerente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Costa Brava, señala que “las reservas hechas ya nos las han anulado y no han entrado para julio y agosto”, mientras que Nacho Giral, fundador y CEO de Atrápalo, confirma que “en Semana Santa ya cayó nuestra actividad en un 90% respecto al año anterior y esperamos lo mismo de cara a mayo, con la esperanza de que en junio empiecen las reservas en hoteles de playa”. “Está todo muy parado y cuando empiece a reactivarse el sector será a partir de reservas de alojamientos de proximidad con cancelación y pago aplazado, como hacemos nosotros”, comenta Giral, quien sin embargo tiene claro que en cuanto a las reservas de billetes de avión, paquetes o espectáculos, “no se espera nada de nada”.
En la misma línea, Martí Sarrate, de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializados (ACAVE), pone de relieve que “en Semana Santa hemos dejado de factura 3 millones de euros”. “La campaña de reservas arranca sobre todo en marzo y abril y ha sido entonces cuando ha empezado toda la crisis del coronavirus, de manera que está todo parado y las reservas que ya se había hecho se están cancelando”. “Los turistas de larga distancia son los que principalmente reservan con antelación y previsión y éstos nos han anulado todos; los de proximidad suelen hacerlo a última hora y de momento no tenemos casi reservas para julio y agosto”, comenta al respecto Ferran Puig, presidente de la Confederación Catalana de Agroturismo y Turismo Rural.
En definitiva, tal y como asegura Sarrate, “2020 ya está perdido y la única salida es reactivar el mercado nacional” y para ello, entre otras medidas, propone al gobierno que “deje de lanzar mensajes alarmistas respecto a la posibilidad de viajar y además ofrezca bonos de viaje al personal sanitario y a las personas afectadas por ERTOS para activar el turismo”. En lo que respecta a las agencias emisoras, Giral señala que “todos van a intentar vender ahora lo que se va a poder vender, que es el turismo nacional y en eso Atrápalo es muy fuerte. Después progresivamente van a ir reaccionando y adaptando su oferta a lo que la situación y el sentimiento de seguridad de la población permita”. Así pues, este verano “el sector no vivirá una normalidad convencional, sino que será una manera diferente de hacer turismo”, apunta Francesc Pintado, presidente de la Asociación de Hostelería de la Provincia de Tarragona.
Si, en el mejor de los casos, para el período estival se reactiva el mercado nacional como prevé y desea el sector, será necesario tomar una serie de medidas restrictivas y de prevención sanitaria que, por un lado eviten o minimicen el riesgo de contagio y, por el otro, ofrezcan cierta seguridad al consumidor como para que éste se anime a salir de casa este verano: reducción del aforo para poder garantizar la distancia de seguridad, desinfección de los establecimientos... Ante esta situación, los portavoces de empresarios del sector se plantean si, en algunos casos, será entonces más rentable abrir o alargar el cierre hasta que la situación se normalice de verdad. “Es posible que algunos hoteles no abran porque ello les puede suponer un coste mayor que el seguir sin actividad”, apunta Sarrate, quien constata que si reabren tendrán que volver a contratar al personal, la gran mayoría del cual se ha visto afectado por ERTOs, sin poder llenar sus instalaciones a la mínima capacidad como para ser rentables”. Sabrià es de la misma opinión y al respecto señala que “quizá a algunos empresarios de la hostelería y la restauración les salga más a cuenta en términos de economía de empresa no abrir”. Por su parte, Pintado, quien se lamenta que “durante mucho tiempo no hemos cuidado al cliente nacional y ahora, a sabiendas que el extranjero no va a venir, esperamos que nos salve”, apunta que “las restricciones sanitarias provocarán que a algunos empresarios no les salga a cuenta abrir, de hecho en muchos casos será inviable”.
En cualquier caso, el gerente de la Unión de Empresarios de Turismo de la Costa Brava considera que “los hoteles que forman parte de nuestra organización son principalmente pequeños y familiares, de manera que seguramente podrán reactivarse antes, tendrán mayor capacidad para hacerlo” ya que por sus dimensiones transmiten más seguridad al cliente y al ser un negocio de pequeña capacidad y gestionado por la familia apenas han de contratar personal externo. Está sensación también la comparte Ferran Puig en lo referente a su sector, ya que a su entender “el turismo rural será el motor de la recuperación de la actividad, puesto que se puede recuperar más fácilmente ya que se trata de un turismo de proximidad, que ofrece mayor seguridad y su coste es asequible”.
Aún así, la preocupación acerca del futuro del sector es máxima. Son ya meses sin facturar, fechas claves para el turismo como la Semana Santa o el puente del 1 de mayo que se han cerrado sin ingresos y las perspectivas de cara al verano, incluso si se reactivara el mercado nacional, no son buenas debido a la sensación de inseguridad e incertidumbre que comparte la población y a las restricciones que inevitablemente deberán seguir todos los agentes del sector, las cuales reducen considerablemente su rentabilidad. En este sentido, Martí Sarrate recuerda que “ahora toda la actividad de las agencias de viajes se basa en gestionar cancelaciones y estamos obligados a devolver al cliente el 100% del importe; la ley de viajes combinados nos obliga a ello al tratarse de una causa de fuerza mayor, pero sin embargo nuestros proveedores, como las compañías áreas no devuelven el importe del vuelo, lo cual nos obligaría a nosotros a sumir ese coste y es imposible puesto que no tenemos ingresos”. Es por ello que, como explica el presidente de ACAVe, “el gobierno nos ha dado permiso para emitir bonos canjeables con un año de validez, porque no tenemos cash para pagar la cancelación de la reserva”.
En la misma línea, Sabrià recuerda que, aunque este verano podamos abrir, “vamos a sufrir una caída de la demanda por la pérdida de poder adquisitivo de la población y porque el público sénior francés, principal cliente de la hostelería y la restauración de la Costa Brava fuera de temporada y entre semana, va a dejar de venir”. “Esta situación puede suponer la muerte para muchos establecimientos pequeños de la zona, porque apenas tienen músculo financiero y las pérdidas van a ser multimillonarias”. Pese a ello, los empresarios que forman parte de la Unión de Empresarios de la Hostelería y Turismo de la Costa Brava “han firmado un pacto para no bajar los precios ni tampoco la calidad”, señala Sabrià y al respecto Giral, de Átrapalo, constata que “si bien algunos empresarios pueden bajar los precios en función de la demanda, eso sería un error porque aunque se liberaran, los establecimientos turísticos no se van a llenar, entre otras cosas porque no va a venir el turista extranjero”. Sin embargo, “las líneas áreas sí que van a tener que animar a la gente a viajar, por lo que es probable que lancen súper ofertas”.
Francesc Pintado también comparte una visión pesimista acerca del futuro más cercano del sector. “Perderemos empresas porque no lo van a poder soportar”, asegura el presidente de la Asociación de Hostelería de la Provincia de Tarragona, quien explica que “éstas hacen literalmente el verano y a partir de octubre hacen muy pocos ingresos, de manera que pasan el invierno esperando que llegue la Semana Santa, periodo durante el que este año no han tenido ni un solo ingreso. Básicamente, viven todo el año de los que ganan en verano, de manera que es un sector que de media tiene un mes de pulmón para sobrevivir”. En una situación similar se encuentran los empresarios del sector del agroturismo y el turismo rural. “Los alojamientos de la costa y del interior casi no han tenido ingresos desde el verano pasado. Los meses de marzo y abril acostumbran a vivir de las pagas y señales de las reservas de verano, pero desde hace dos meses solo gestionan cancelaciones y devoluciones, lo que supone que llevan muchos meses sin apenas ingresos”, comenta al respecto Ferran Puig.
Ante esta crítica situación, la reacción del sector es unánime. “Damos la temporada por perdida”, admite Puig y por ello son claves medidas para garantizar la supervivencia y buena salud de un sector clave en la economía española. “La supervivencia de las empresas turísticas, la clave para que éstas no quiebren, reside en la facilidad para financiarse y la adaptación del gasto en personal a través de medidas como el ERTE”, señala Giral, por lo que es necesario que “el Estado alargue todo lo que haga falta los ERTE por causa de fuerza mayor”, apunta el fundador y CEO de Atrápalo, así como “que lleguen más ayudas por parte del Gobierno”, añade Sarrate. Y es que como constata Pintado “el sector está muy tocado, porque llevamos meses sin actividad, sin ingresos, con el personal en casa con ERTOS, mientras continuamos pagando seguros e impuestos y casi no recibimos ayudas”. Además, para todos ellos hay una cosa clara a tener en cuenta: “el fin del no confinamiento no traerá el cambio, sino que será la vacunación la clave de vuelta”, tal y como señala Ferran Puig.
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