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¿Cuál es el argumento de dibujos animados para niños más loco de la historia?

De Bob Esponja a los Looney Tunes, los niños están expuestos a verdaderas maravillas delirantes desde la más tierna infancia

Señor Cangrejo, Bob Esponja y Patricio Estrella
Señor Cangrejo, Bob Esponja y Patricio Estrellalarazon

Los dibujos animados para niños han llegado a un maravilloso callejón sin salida. Se han vuelto tan locos que cualquier parecido con la realidad parece puro accidente. Ya no reflejan historias lineales dramáticas como Marco o Heidi, sino que son montañas rusas de absurdo y risas que son toda una delicia para la imaginación, pero también para el delirio. En la actualidad, no existe ninguna serie de dibujos animados “dramáticas” tipo Heidi o Ulises XXI. Los niños no tienen ni el interés ni la capacidad de atención. Así que sólo hay espacio para 20 minutos de diversión y cada vez se necesita chistes más alocados para que los pequeños no se aburran.

La plataforma de cine IMDB, la mejor página web de cine, se preguntaba ayer cuál era el argumento más loco de la historia de las series de dibujos animados para niños y los ejemplos eran, de verdad, maravilloso. Quién fuera un niño hoy día, cuando estás encerrado en casa las 24 horas. ¿Habrá que preocuparse si la manera en que estos pequeños mirarán el mundo se rompe por completo bajo el prisma de esta locura?

Uno de las series que más aparecen es Bob Esponja. He aquí una historia de la séptima temporada. Bob Esponja y Patricio le compran a su jefe, el señor Cangrejo, un colchón nuevo. Calamardo tira el viejo pensando que le hace un favor, pero resulta que el tacaño del señor Cangrejo escondía todo su dinero dentro del viejo colchón. Al ver que ha desaparecido, el pobre señor Cangrejo entra en coma y Calamardo, Patricio y Bob Esponja comienza a buscar desesperados el colchón. Para alguien que no ha visto nunca la serie, este argumento es indescifrable. Para los que sí, es la demostración del genio de Stephen Hillenburg, el creador de la serie.

Otro ejemplo repetido es el de los “Looney tunes”, Bugs Bunny y compañía. En uno de sus gags más repetidos, Hunter, el cazador cerdito, le dispara en la cara al bueno del Pato Lucas, consiguiendo que el pico empiece a dar vueltas y vueltas alrededor de su cabeza. Donald Trump cree que esto es lo que pasa a un pato si le disparas. Sus hermanos pequeños, los “Tiny Toons” también tienen sus dosis de delirio, como cuando Porky, Buster Bunny y el pato Plucky beben un poco de cerveza, se emborrachan y mueren. Así se prepara a los niños sobre los riesgos del alcohol.

Una serie para niños muy pequeños como “Thomas el tren” tampoco se salva de las locuras. En un episodio, por ejemplo, entierran vivo a James el tren rojo y no lo salvan, sino que el episodio acaba así. Ni “Kill BIll” era tan cruel. Pero estos aún son clásicos, en “Ren y Stimpy”, los personajes se tiran un pedo y empiezan a buscarlo desesperados por toda la ciudad con un jarro en la mano para cazarlo. Luego ese pedo cobrará vida. Quien diga que los chistes escatológicos no son divertidos es que nunca ha escuchado los pedos de mi primo. Son espectaculares.

La lista reunida en la cuenta de twitter de IMDB es maravillosa. En “Rugrats, aventuras en pañales”, Dil intenta matar con una piedra a su hermano, un bebé, en una imagen muy bíblica. En los “Looney Tunes”, otra vez, el cerdito Porky persigue a Bugs Bunny para cazarlo, pero entonces el conejo se disfraza de mujer y el cerdito se enamora de ella. Si este episodio no ayudó a entender mejor la neutralidad de género a los más pequeños, nada lo hizo. Aunque quizá sólo les enseñó que si te vistes de mujer, nadie te perseguirá para matarte, lo que es opuesto totalmente a la realidad.

En “Agallas, el perro cobarde”, vemos como “Los otros” y “El sexto sentido” han influido hasta a los creadores de series infantiles. Al final, resulta que el perro soñaba con Muriel y Eustaquio, sus dueños, ya que en realidad estaba muertos y sus maltratos sólo eran reminiscencias para no sentirse tan solo. La serie es una maravilla en el que aparece hasta el espíritu de la luna.

Por supuesto también están todos los episodios de “Scooby Doo”, sobre todo el final cuando capturaban al monstruo y resultaba ser el viejo dueño del restaurante, “y me hubiese salido con la mía si no fuese por este chucho”. “Gumball”, “Gravity falls”, “Johnny Bravo”, “Las supernenas”, sobre todo el episodio en que tres criminales se disfrazan de ellas y nadie ve la diferencia, la televisión está llena de dibujos animados absolutamente locos. ¿Falta alguno? La lista todavía no está terminada, diga cuál echa de menos.