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Bach: La increíble historia del pianista que tocó al revés las “Variaciones Goldberg”

“Con todos mis conciertos cancelados, decidí intentarlo simplemente para conservar la cordura", asegura Dan Tepfer, el músico que ha intentado la proeza

Dan Tepfer en un concierto en Madrid
Dan Tepfer en un concierto en MadridLa RazónArchivo

¿Qué hacer durante una pandemia? Eso se preguntaba el pianista Dan Tepfer cuando inició su confinamiento en la ciudad de Nueva York y veía que toda su agenda de conciertos se caía irremediablemente uno detrás de otro. El futuro no parecía muy halagüeño para los músicos. Tenía dos opciones, deprimirse y quedarse frente al televisor a esperar que lo peor pasase o intentar que la música, aquello que le había servido de motor durante toda la vida, volviese a venir a su rescate. La decisión estaba tomada incluso antes de planteárselo.

El 18 de marzo cogió sus apuntes de un viejo proyecto que siempre había creído imposible y empezó a intentar llevar acabo una de esas ideas locas que a veces se convierten en ocurrencias geniales. Iba a tocar las “Variaciones Golberg” de Bach, pero lo iba a hacer con las notar invertidas, con la partitura al revés, y lo grabaría para ver qué salía. El resultado, como puede verse a continuación, fue asombroso.

 

Aquí, el mismo fragmento en las manos de Glenn Gould tocado según marca el orden de la partitura

 

“El proyecto me pareció como el camino más fácil para conservar mi cordura”, explica el pianista, que durante todos estos meses de confinamiento ha ido colgando los diferentes variaciones. El resultado ha sorprendido a todo el mundo. “Bach era tan genial, un maestro de tal calibre del contrapunto, que su música suena casi tan bien del revés que de su forma natural”, señala Tapfer.

El músico creó un programa informático que grababa lo que tocaba al piano y después lo invertía, transcribiéndolo a su vez en una partitura para que el pianista tuviese más facilidades a la hora de intentar tocarlo esta vez a la inversa. “Lo mejor es que suena a Bach, pero parece una composición nueva, muy diferente del original. Ha hecho que me enamore otra vez de su música”, sentencia el pianista.

Cuando habla de invertir la partitura, lo que quiere decir es una inversión cromática. Si las “Variaciones Goldberg” arrancan en un Sol Mayor, la revisión hace que comience entre un Mi y un Fa, lo que hace que la partitura acabe en un Sol menor “El contrapunto se basa en las relaciones en intervalos. De verdad, es el estudio de qué intervalos suenan bien, cuáles son problemáticos, y cómo moverse entre ellos. La clave de la inversión cromática es que conserva las relaciones de los intervalos exactamente. La única diferencia es la dirección en la que se mueven las notas y el orden de las notas”, comenta el pianista.

Johann Sebastian Bach compuso sus célebres “Variaciones Goldberg” en 1741 y es una de las cúspides de la música barroca. Bautizada inicialmente por el compositor alemán “Aria con variaciones diversas para clave con dos teclados”, la obra se bautizó como Goldberg en homenaje a Johann Gottlieb Goldberg, el clavicordista que interpretó por primera vez la pieza. Célebres son las grabaciones que hizo Glenn Gould de estas piezas en 1956. En 2019 puso arreglos al “Pulcinella” de Stravinsky para un trío de jazz, mientras seguía tocando sus propias interpretaciones por todo el mundo.

Tepfer nació en París en 1982 de padres estadounidenses. De formación clásica, se ha convertido en referencia de esa intrincada mezcla de la música clásica con el jazz. En 2011 grabó el disco “Goldberg’s Variations/Variations”, en el que interpretaba la partitura de Bach con espacio para sus propias improvisaciones. Su útlimo álbum, “Natural Machines” explora la relación entre el arte y la ciencia, fusionando composiciones de base algorítmica con su propia inspiración e instinto musical.

En 2019 puso arreglos al “Pulcinella” de Stravinsky para un trío de jazz, mientras seguía tocando sus propias interpretaciones por todo el mundo. “He hecho música desde que tengo uso de razón. Siempre ha sido mi principal forma de expresión. Nací estudiando piano clásico, pero en casa prefería improvisar en clave jazz. Siempre me he movido entre estos dos mundo, aunque en los últimos años me he decantado por el jazz, con colaboraciones con monstruos como Lee Konitz o Pharoah Sanders”, señala Tepfer.