El nuevo coronavirus ha tenido efectos colaterales graves sobre otras enfermedades. El doctor Laureano Molins, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer de Cataluña (AECC-Catalunya) y jefe de servicio de Cirugía Torácica del Hospital Clínic y Sagrado Corazón de Barcelona, ha sido testigo. En la primera ola, los programas de cribados de cáncer de mama y de colon se suspendieron durante meses, además, muchas personas con síntomas pospusieron la visita con su médico de familia o a Urgencias. Y en cáncer un diagnóstico precoz es la mejor cura. Lo sabe la familia de Beatriz, que pese a perder peso, apetito, orinar sangre y sentirse decaída no visitó a su médico hasta septiembre, «por no molestar». En octubre le diagnosticaron un tumor en el hígado en estadio muy avanzado. Los tratamientos no funcionaron y este fin de semana su cuerpo dijo basta. El doctor Molins calcula entre un 20 y un 30%, el número de casos que ha dejado de diagnosticarse o se ha diagnosticado con retraso.
Hay más daños colaterales de la Covid sobre el cáncer, el impacto económico y emocional de los enfermos y sus familias. Una familia puede llegar a aumentar sus gastos destinados a la salud entre un 4% y un 15% tras un diagnóstico de cáncer. Esto se traduce en un gasto medio mensual entre 100 y 300 euros. Pero la covid ha puesto aún en más aprietos a muchos enfermos. Para ayudarles, la AECC-Cataluña ha inventado la «All Together Week», una gran campaña digital que arrancó el 17 de noviembre con un showcooking de Carme Ruscalleda y un concierto de Ramon Mirabet y de la que se puede disfrutar a través de las redes sociales de la AECC hasta el 26 de noviembre con actividades gratuitas. El broche a esta semana solidaria será este jueves con una subasta en la que se podrá ganar desde una cena servida por los Hermanos Torres hasta una obra del artista Jaume Plena.
-¿Cómo afecta la pandemia a los enfermos de cáncer?
-En la primera ola, se dejaron de atender otras enfermedades. El 90% de la actividad asistencial era covid. Los enfermos que estaban en tratamiento, siguieron con él, pero entre un 25 y un 30% de los nuevos tratamientos de cáncer e intervenciones quirúrgicas se vieron afectados. Además, muchas personas con síntomas dejaron de venir al hospital o a la consulta de la atención primaria. Ahora, la situación es distinta.
-¿En esta segunda ola, se ha conseguido preservar la atención asistencial?
-En marzo, el 90% del hospital estaba dedicado a la covid, ahora la actividad covid ocupa un 10%, pero nos está costando recuperar toda la actividad que no se hizo. Además, de intervenciones quirúrgicas y tratamientos aplazados, están llegando pacientes por diagnosticar con la enfermedad más avanzada.
-¿Qué tanto por ciento de pacientes se ha diagnosticado con retraso?
-Entre un 25-30%. Hay personas que quizás atribuyen un sangrado a unas hemorroides y tienen un tumor. No hay que dejar de consultar síntomas: una mancha en la piel, tos persistente, dolor... El cáncer sigue siendo matando a más gente que la covid.
-Otra consecuencia de la pandemia es que los pacientes no pueden estar acompañados como desearían
--La mayoría de hospitales ha restringido a una persona el acompañante. Y a los voluntarios que teníamos también se les ha prohibido ir. Intentamos paliar esta atención vía telefónica.
-¿Los centros de la AECC siguen abiertos?
-Sí, pero a la gente le cuesta más acercarse.
-¿Ha crecido la demanda de ayudas económicas?
-Se ha duplicado.
-Y ¿cómo afecta la pandemia a los proyectos de cribado de pulmón que estaban estudiando desplegar?
-Ha paralizado plan para desplegar cribado cáncer pulmón de la mano del departamento de Salut a través de la atención primaria. Pese a tener una ley restrictiva, el 28% de la población sigue fumando. Esto se traduce en que un tercio de la población tiene riesgo de desarrollar un cáncer.
-¿Cómo puede ayudar el «screening» de pulmón?
-El cáncer de pulmón es una enfermedad que mata mucho porque es silenciosa en los primeros estadios y se diagnostica cuando está avanzado. La supervivencia es de un 15%, pero con un programa de cribado podríamos doblarla. Un ejemplo, es que ahora, con la covid, hemos descubierto algunos nódulos en pacientes con neumonía grave al hacer las fotografías del pulmón. La idea es que algunas de estas pruebas que se hacen para observar la evolución de la covid, se utilicen para hacer cribados de cáncer de pulmón.
-¿Quién debería hacérselo?
-Fumadores y ex fumadores que fumaran un paquete al día durante 15 años entre los 50 y los 75 años
-¿La idea sería hacer un TAC al año?
-Sí, una TAC torácico de baja radiación al año. Tenemos evidencia científica de que se salvaría el doble de vidas que ahora. Estudios americanos habían demostrado con un TAC anual durante tres años a este colectivo, las muertes por cáncer de pulmón se redujeron un 20 % respecto a los enfermos controlados con una radiografía de tórax. Europa, era reacia a generalizar la realización de esta prueba hasta que no se determinara el grupo de riesgo propio de la población europea, pero el pasado enero se publicó finalmente el estudio Nelson que confirma estos resultados y ahora ya no hay excusa.
-¿Pensaron utilizar los perros que detectan tumores con el olfato para diagnosticar covid?
-Lo descartamos para evitar que se infectaran.