Cambio climático

Las playas de Barcelona, en riesgo de desaparición

El Ayuntamiento constituye un grupo de expertos para salvaguardar el litoral de la ciudad

El temporal Gloria se llevó por delante casi el 50% de la arena
El temporal Gloria se llevó por delante casi el 50% de la arenaQuique GarcíaEFE

Por mucho que la imagen de la capital catalana vaya asociada a sus playas, lo cierto es que, como tantas otras cosas, fueron un invento de de la Barcelona Olímpica. Su éxito fue innegable. Al fin y al cabo, pocas ciudades europeas de la magnitud de Barcelona ofrecen, además, un espacio recreativo tan característico. Treinta años más tarde de su puesta de largo, sin embargo, la naturaleza sigue su curso y las playas de Barcelona corren serio peligro. Por ello, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha la creación de un grupo de expertos de cuyas conclusiones dependerá la viabilidad de estas infraestructuras.

Tal y como ha explicado el concejal del Ayuntamiento, Eloi Badia, el grupo “tendrá que analizar todos los puntos de vista”. “Las playas son un espacio de ocio de primer orden. Durante el confinamiento, sin turistas o este noviembre, están teniendo un uso recreativo intensivo. Y el grupo podría plantear incluso un cambio de usos. El propio ciclo natural nos lleva a eso. El temporal Gloria se llevó casi el 50% de la arena”, ha añadido. En concreto, las playas de Barcelona pierde del orden de 40.000 metros cúbicos de arena al año y el Ayuntamiento apenas está en condiciones de reponer 8.000 metros cúbicos.

Para resolver este problema, en 2005 el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Medio Ambiente firmaron el Protocolo para la protección y reparación de la fachada marítima de Barcelona y hasta el 2010 se ha ejecutado el Proyecto de Estabilización de las playas de Barcelona, haciendo aportaciones artificiales de arena. Pero, tal y como recordó Badia, “hace diez años de la última aportación”.

Este grupo de trabajo, por lo tanto, tiene como principal objetivo definir el nuevo modelo de gestión de las playas para conseguir disponer de un litoral resiliente, que preserve la biodiversidad marina, con una gestión sostenible ante los efectos del cambio climático.