Música

Concursante melómano

Óscar (Los Dispersos de “Boom”, en Antena 3): “El Rock y el Heavy Metal me emocionan, el Reggaeton me desconecta”

El concursante tiene a la música como a una de sus grandes aficiones y demuestra a menudo su amplio conocimiento en el concurso

Óscar Díaz García, luciendo camiseta de una de las mejores bandas de la Historia del Rock
Óscar Díaz García, luciendo camiseta de una de las mejores bandas de la Historia del RockArchivo

Óscar Díaz García es una persona que tiene que ser familiar por fuerza a cualquier asiduo a los concursos más populares de las cadenas españolas. Ahora mismo, junto a otros expertos en la materia como Manolo, Victoria y M.A., forma Los Dispersos, un grupo que parece imbatible en Boom. El programa se emite cada día de 19.00 a 20.00 horas en Antena 3.

No obstante, LA RAZÓN ha contactado con Óscar atraída por su conocimiento musical, amplio y variado, y por una colección de camisetas que incuyen nombres del calibre de Thin Lizzy, Deep Purple y Foo Fighters, entre otros. Con él, hablamos de música.

-Hola, Óscar, ¿qué tal? Antes que nada, quería preguntarte si todo va bien con la combinación “Boom” y pandemia. Creo que es perfectamente compatible.

-No lo llevamos mal, pese al cuidado que hay que poner en nuestra rutina diaria, como todo hijo de vecino, y en los desplazamientos y grabaciones. Durante la primera fase del estado de alarma, allá por marzo de 2020, se suspendieron las grabaciones durante más de dos meses y cuando se reanudaron se implementó un protocolo sanitario muy estricto durante los días de grabación, con pruebas médicas y otras medidas, así que lo llevamos razonablemente bien. En mi caso, que me tiro encerrado en casa prácticamente toda la semana, las grabaciones suponen un bienvenido cambio de aires, aunque sean largas y solo podamos ir del hotel al plató y viceversa. Así recuerdo cómo son los humanos.

-Vamos a hablar de música, si te parece. No es usual que los concursantes aparezcan con camisetas de música en los programas, ahora quizás es más habitual. Tú lo haces. ¿Es la música una de tus grandes aficiones? ¿Y qué significa para ti?

-Sí, creo que salta a la vista que la música es una de mis pasiones, tanto por las camisetas que de tarde en tarde visto como por las preguntas que de vez en cuando acierto. Desde chaval me ha gustado mucho y sigue siendo una parte fundamental de mi vida. Durante un tiempo, incluso, hice mis pinitos como cantante en un grupo (Sin Ir Más Lejos) que anduvo dando guerra en los 90 y los 2000 en el circuito de salas de conciertos madrileña, aunque había mejor intención que calidad. Aun así, estuvimos metidos un montón de años en un local de ensayo, tocábamos con cierta frecuencia y lo pasábamos de maravilla. Nuestro repertorio estaba basado en versiones de canciones conocidas (sobre todo de rock) y creo que el público se lo pasaba muy bien con nosotros.

Por otro lado, y voy a soltar un topicazo, la música es compañía imprescindible en estos tiempos que nos ha tocado vivir y creo que nos ayuda a conservar la cordura.

-Sueles poner posts en las redes sociales. Los últimos que he visto son Hinder, Sea Wolf, Gnarls Barkley...

-Lo de las publicaciones en las redes es un jueguecillo un tanto onanista que puse en marcha hace unos años. En su momento me dediqué a digitalizar todos los álbumes que me he comprado a lo largo de mi vida en distintos formatos (cintas, discos, CD) y tengo todas las canciones en una base de datos tirando a aparatosa. Cada día le doy al reproductor de sonido en modo aleatorio y sale una canción al azar, y es la que subo a mis redes sociales. De ahí que sea complicado encontrar tendencias en lo que subo de un día para otro, porque la mezcla es más espasmódica que ecléctica. Supongo que algún día me cansaré y dejaré de hacerlo, pero de momento me entretiene y me sirve incluso para rescatar discos o canciones que tenía medio olvidados y que, en algún momento de mi vida, fueron importantes porque para eso los compré.

-Viendo todos los posts tus gustos son muy eclécticos, ¿verdad?

-Incidiendo en la respuesta anterior, lo cierto es que procuro escuchar de todo. Reconozco que me tira más el rock en todas sus encarnaciones, de los años 50 hasta la actualidad, pero no le hago ascos a prácticamente ningún estilo (aunque he de reconocer que los ritmos calientes, con excepciones, no son lo mío y que ando desconectado de algunas tendencias recientes, como el trap o el reguetón). Será que me estoy convirtiendo en un señor mayor…

-¿Cuándo empezó tu afición por la música? ¿Qué fue lo primero que escuchaste? Fue por la radio, lo que se oía en casa, ¿lo de algún amigo o familiar?

- Como todos los niños, supongo que empecé escuchando la música que se editaba en aquella época para nosotros (Parchís, Nins, Regaliz, los Payasos de la Tele) y lo que se oía en casa, sobre todo cantautores y música española. Sí es cierto que en tercero de EGB me tiré el primer trimestre entero en casa porque enfermé de hepatitis, y recuerdo que solía pasarme el día escuchando la radio y leyendo tebeos. Supongo que ahí empecé a afinar el morro musical, porque me acuerdo del efecto que producían en mí grupos como The Knack, Supertramp, Pink Floyd o The Clash, aunque lo cierto es que no sonaban mucho en las radiofórmulas.

Por otro lado, mi tío Manolo siempre fue un gran melómano, de los que dejaban cualquier cosa por ir a un concierto en los años 60 y 70 en España (época complicada para el rock y tendencias similares), y tenía una colección de vinilos espectacular. Mi tío trabajaba en Amper y empezó a pasarme cintas grabadas (de contestador automático) con una selección espectacular de discos de rock duro, rock sinfónico, progresivo, folk, etc. y me abrió los ojos a otro tipo de música. Con diez o doce años pasé de escuchar a Parchís a empaparme de discos de Patti Smith, Deep Purple, Camel, Emerson, Lake & Palmer, T. Rex, Jethro Tull, Pink Floyd… A partir de ahí empecé a escuchar música más compleja (y dura, por qué no decirlo) y con 14 años ya estaba transformado en el típico heavy de catálogo, aunque luego fui evolucionando y acabé escuchando de todo.

 

-¿Eres de comprar discos?

-Reconozco que ahora solo compro discos de aquellos grupos que tengo la discografía completa o algunas ediciones especiales, por puro completismo, porque el grueso de mi colección está en CD y este formato físico es el que más ha sufrido con la llegada de las nuevas tecnologías (y, por otro lado, tampoco voy muy sobrado de espacio en casa). Lo primero que hago al comprarme un disco es digitalizarlo para poder escucharlo en el ordenador o en el móvil (el pobre iPod lo tengo ya aparcadito, aunque sigue vivo).

Además de los discos que compro, pago la suscripción premium de Spotify y así puedo escuchar música de todo tipo y curiosear, aunque me fastidia bastante que a los creadores solo les lleguen migajas por el modelo de negocio de las plataformas de streaming.

 

-¿Recuerdas los primeros discos que compraste o escuchaste?

-Además de los mencionados anteriormente, sí recuerdo con cariño las dos primeras cintas que compré, creo que en 1985. Fueron el “Perfect Strangers” de Deep Purple, un disco maravilloso que lanzó la formación clásica del grupo después de unos años de inactividad, y el “Fly On The Wall”, de AC/DC, que no fue de los mejores álbumes de los australianos. Ahí es donde se abrió la espita, aunque la escasez de recursos (en mi familia andábamos muy justitos) hacía que, en aquellos tiempos, hubiera más tráfico de cintas grabadas que compra de originales. Más adelante recuerdo con mucho cariño otras dos cintas que compré en el desaparecido Discoplay de Gran Vía en 1987, el “1987″ de Whitesnake y el “Fighting The World” de Manowar, dos clasicazos de distintas variantes del heavy que me enamoraron.

 

- ¿Puedes escoger tus artistas favoritos, los que más te emocionan?

- La lista sería larga y extraña, la verdad. Whitesnake, Pink Floyd, Foo Fighters, Al Di Meola, David Bowie, Manic Street Preachers, T. Rex, Joan Manuel Serrat, Bad Religion, Cake, Los Piratas, Ben Harper, Björk, Black Sabbath, Bruno Mars, Deep Purple, Arlo Parks, Everclear, Metallica, Otis Redding, Nirvana, Faith No More, John Coltrane, Muse, Incubus, Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Kinks, Luis Eduardo Aute, Living Colour, Lou Reed, Morphine, Nine Inch Nails, Pearl Jam, George Ezra, Queen, The Presidents of the USA, Rufus Wainwright, Gregory Porter, Red Hot Chili Peppers, Ryuichi Sakamoto, Skunk Anansie, System of a Down, Nick Drake, James Blake, ZZ Top… y mil más.

-¿Cuáles son los conciertos de tu vida? Explícanos el motivo.

-El primero al que asistí, muy de niño, fue de Barón Rojo, que se pasaron por mi pueblo (Perales de Tajuña) cuando sacaron su primer disco allá por el 81. Yo tenía diez añitos y me quedé alucinado, la verdad. Luego, recuerdo con mucho cariño un concierto de Faith No More en la Sala Canciller a finales de los 80 o principios de los 90. Creo que ha sido el concierto más energético en el que he estado en toda mi vida y seguramente en el que más haya sudado.

-Se te ha visto con camisetas de Thin Lizzy, Deep Purple y Foo Fighters...

- Sí, y también he sacado alguna de Pink Floyd, Barbara Black y de algún grupo más.

-¿Qué músicos y bandas españoles te atraen más?

-Reconozco que no estoy muy puesto en lo que se hace en España y debería avergonzarme de ello. De chaval me empapé de los grupos de rock urbano y heavy clásico y canónico (Barón Rojo, Obús, Panzer, Ñu, Barricada, Ángeles del Infiernoo, Muro, Sobredosis, Leño, Sangre Azul, etc). De lo que he escuchado en los últimos tiempos (quien dice “últimos tiempos” dice “últimos lustros”) me quedo con Xoel López, Iván Ferreiro, Izal, León Benavente, Bárbara Black, Love of Lesbian…

-¿Habláis de música con los compañeros de Dispersos? ¿Qué les gusta?

-Sí hablamos con frecuencia y a los tres les gusta mucho. Les pasa un poco lo que a mí, ya que sus gustos son bastante eclécticos. A Manolo le tira la música clásica y la ópera, pero también la música española, el flamenco y la música de baile más o menos petarda. Victoria tiene unos gustos parecidos a los míos, aunque además del rock también le gusta mucho el country (empezando por Dolly Parton y siguiendo por Johnny Cash y otros clásicos del género) y el folk, y además toca la guitarra. A M.A. le gusta más el rock británico y estadounidense, e incluso el punk de nuevo cuño, aunque escucha de todo.