Igualdad de género

Antes de la pandemia, la brecha salarial confirmó su tendencia a la baja para situarse en el 20,6%

En 2019, los salarios brutos anuales de las mujeres crecieron más que los de los hombres y en ello pudo haber tenido un peso significativo el aumento del Salario Mínimo Interprofesional

Personas esperando una entrevista de trabajo
Personas esperando una entrevista de trabajolarazon

La brecha salarial por género en Cataluña continúa su tendencia a la baja, ya que se reduce por quinto año consecutivo para situarse en el 20,6%, siendo la brecha más baja de la serie histórica iniciada en 2008, según reflejan los datos correspondientes al 2019 del estudio elaborado por el Observatorio del Trabajo y Modelo Productivo, el cual, por lo tanto, no contempla el impacto de la pandemia sobre los salarios.

Así pues, en este ámbito se ha producido una mejora con una reducción de 1,5 puntos porcentuales de dicha brecha “gracias a que los salarios brutos anuales de las mujeres han crecido más que los de los hombres -un 3,1% los de las mujeres y un 1,1% los de los hombres- y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional puede haber incidido en este ascenso más importante de las ganancias medias femeninas en comparación con las masculinas, ya que hay más presencia de mujeres en la parte baja de la escala salarial”, explicó Manuel Redondo, responsable del Observatorio del Trabajo y Modelo Productivo, durante la presentación del estudio

En este contexto, el salario bruto anual medio de las mujeres creció en 2019 en 698,3 euros, mientras que el masculino aumentó en 325,2, es decir que el de las mujeres aumentó más del doble que el de los hombres, sin embargo, cabe destacar que, pese a esa mejora, el salario medio anual femenino se situó en 22.988 euros y el masculino en 28.965, una diferencia de casi 6 mil euros al año.

Y es que como señaló Redondo, hay dos fenómenos que afectan a las mujeres desde el punto de vita salarial. Por un lado, está el llamado efecto del suelo pegajoso, que se refiere a cuando las mujeres quedan situadas en la parte baja de la escala salarial, porque se ocupan de puestos de trabajo de menor valor y con menos perspectivas de promoción profesional. Así, por ejemplo, el 25% de las mujeres ganan menos de 13.441 euros, por el 10% de los hombres. El segundo efecto es el del techo de vidrio, que consiste en que las mujeres mejor remuneradas no llegan a alcanzar el sueldo de los hombre mejor remunerados. De hecho, el 10% de las mujeres con los salarios más elevados ganan 41.211 euros o más, mientras que el 10% de los hombres que tienen la retribuciones más altas se sitúan en los 50 mil euros o más.

Además, tal y como recordaba la consellera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, durante la presentación del informe, “el paro es mas elevado entre las mujeres, existe una mayor parcialidad de los empleos más feminizados, se mantiene la distribución desigual del trabajo doméstico y de cuidados en el sí de la familias, hay más hombres en los puestos de mayor responsabilidad y se observa una discriminación indirecta en la distribución de los complementos salariales en percepciones extrasalariales”, lo cual explicaría esa brecha, que es más o menos acusada en función de una serie de factores.

Mediana edad, extranjera y contrato indefinido

En cuanto a lo que se refiere a la edad, los datos de 2019 ponen de manifiesto que la brecha salarial es más baja entre los más jóvenes, hasta los 34 años, edad en la que esta sitúa entre el 12 y 13%. Sin embargo, por encima de los 35 años, cuando las carreras profesionales de los hombres pueden impulsarse, la brecha alcanza el 21% y 25%. En comparación con el año 2018, la brecha se ha reducido entre las personas más mayores y las menores de 25 años, tramos de edad en los que hay mujeres con salarios más bajos y que, por lo tanto, son las más beneficiadas por el incremento del salario mínimo.

Por nacionalidades, en 2019 la brecha salarial de género en el colectivo extranjero aumentó para situarse en el 21,4%, superando por primera vez, en 2 puntos porcentuales, la de las personas de origen nacional, que es 21,2%. “El incremento de la brecha extranjera viene motivado por el aumento de los salarios de los hombres extranjeros y, paralelamente, un descenso de los de las mujeres extranjeras, mientras que en la población nacional aumentó más el salario de las mujeres que el de los hombres y, en consecuencia, la brecha en este caso se redujo”, explicó Redondo.

Por último, en lo referente a la situación laboral, la brecha es más elevada entre las personas que tienen contratos indefinidos y se sitúa en el 22,7 %, frente al 5,7% entre las personas que tienen contrato temporal. Y por sectores, cabe destacar la reducción de la brecha en los servicios hasta el 20%, favorecida seguramente por el incremento del Salario Mínimo, y en el sector industrial, que se sitúa en el 20,5%.

Labor de inspección

En cualquier caso, cabe destacar que la brecha salarial sigue yendo a la baja, pero ese decrecimiento es lento, solo de 4.8 puntos en la serie histórica de los últimos 13 años, por ello, desde el Govern de la Generalitat la intención es clara. Al respecto, Roger Torrent, conseller de Empresa y Trabajo, señaló durante la presentación del estudio que “no podemos aceptar de ninguna manera que el ser mujer suponga cobrar menos. Romper esta brecha es un reto de país”.

“Desde la Generalitat de Cataluña no tenemos competencias para actuar sobre el salario, más allá de velar por medio de la Inspección de Trabajo para que no haya casos de diferencia salarial que vulneren la legalidad”, indicaba Torrent y, en este sentido, en 2021, la inspección de trabajo de Cataluña incrementó un 46% el número de actuaciones, un 48% el número de requerimientos y un 282% el número de infracciones propuestas en materia de discriminación por razón de sexo, discriminación salarial por razón de sexo, acoso sexual, cumplimiento del protocolo por acoso sexual y de los planes de igualdad, derechos en la conciliación laboral y familiar y discriminación en el acceso a la ocupación por razón de sexo.