
Cambio climático
¿Cómo será el verano en Barcelona? ¿Y en toda Cataluña?
La ola de calor de este final de junio, con máximas de más de 40 grados y mínimas de 28 a las cuatro de la madrugada, no es un buen presagio

La ola de calor de este mes de junio, inusual por temprana y también por intensa, no es un buen presagio. Cataluña registró la semana pasada temperaturas de auténtico récord tras una primavera sin apenas precipitaciones: máximas por encima de los 40 grados y mínimas de 28 en el centro de la ciudad auguran un verano canicular y seco.
De hecho y según previsiones de la Aemet, la comunidad vivirá uno de los veranos más cálidos de los últimos 30 años, aunque esta semana y coincidiendo con el inicio oficial del solsticio de verano ha ganado terreno la ansiada lluvia. Eso sí, la tregua durará poco y a partir del día 28 ya se registrarán máximas de entre 34 y 36 grados.
Así lo explicó este miércoles el jefe del Grupo de Predicción y Vigilancia de la Aemet en Cataluña, Ramón Pascual, que ha avisado de que este verano volverán las noches tropicales, con temperaturas que no bajarán de los 20 grados. Una tendencia que se ha convertido en habitual especialmente en el centro de Barcelona: la capital catalana y su particular orografía -encuadrada entre el mar y la montaña- conforman una suerte de isla de calor con elevados porcentajes de humedad en el centro.
El meteorólogo indicó que las temperaturas que se han registrado durante la primera quincena de este mes -la más cálida de la serie 1981-2010, con una anomalía de cuatro grados respecto a la temperatura esperada- ya anticipan el calor que seguirá durante el resto del verano.
Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones acumulada ya desde finales del año pasado han vaciado los embalses y han provocado un calentamiento global evidente. La virulencia de los incendios de estos días, coincidiendo con la primera ola de calor severa, es una muestra de la alerta activada especialmente en el interior de Cataluña.
Además, los termómetros también se elevaron sin contemplaciones en el último tramo de la primavera: el pico fue el pasado 22 de mayo con una media de 23,7 grados y máximas de más de 34 grados, ocho más que lo habitual en las últimas tres décadas.
Sobre la predicción estacional, existe una “gran probabilidad” de que la temperatura media estival se encuentre en el tercil cálido en toda España. Es decir, dentro del grupo del 30% de años más cálidos de los que se tiene registro en el país. Y lo mismo puede ocurrir con las precipitaciones, que se situarán en el tercil seco en toda España, por tanto, dentro del grupo del 30% de años más secos de los que se tiene registro en el país.
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